18 parientes separan a los entonces Príncipes de la infanta Cristina en este posado familiar en Atenas en marzo de 2014. / W. ASWESTOPOULOS (EFE)
La Zarzuela recuerda que desde la proclamación de Felipe VI doña Cristina ya no forma parte de la familia real y desde que fue apartada de la agenda oficial, en octubre de 2011, tampoco recibe retribución alguna que proceda de dinero público.Y que contenta debe estar Letizia, la que es ahora Reina nuestra, la verdad es que Reyes para mi, además de los Magos eran Juan Carlos y Dña Sofía, estos me parecen que no tienen nada que ver conmigo ni con mi pais.
Sobre la renuncia a los derechos sucesorios, un gesto de enorme poder simbólico, pero nulas consecuencias prácticas -doña Cristina es la sexta en la línea de sucesión al trono-, la Casa del Rey asegura: "Es una cuestión que le corresponde considerar a la Infanta". Es decir, el Monarca, Felipe VI, no va a pedírselo ni a presionarla para que lo haga.
Hasta ahora, la Infanta nunca ha ofrecido ese gesto a la Casa del Rey para frenar el deterioro que el caso Nóos ha causado en la imagen de la Corona. Y La Zarzuela ha tratado de marcar distancias al máximo, hasta el punto de que la hermana de don Felipe no asistió a la proclamación de su hermano como nuevo rey, el pasado 19 de junio, como tampoco estuvo presente en la solemne ceremonia de abdicación de su padre, el día anterior.
Ahora que yo tengo un hermano Rey que no me permite ir ni a su conoración ni a mis hijos y quien lo imputa soy yo.
Mientras estuvo en nómina de La Zarzuela, es decir, mientras realizó actos oficiales y cobró por ello la asignación en concepto de gastos de representación que don Juan Carlos distribuía a su criterio entre los miembros de la familia real, recibió transferencias de la Casa del Rey por valor de 79.366,32 euros en 2007 y 75.877 euros en 2008.
Desde que estalló el escándalo, en octubre de 2011,es decir, mucho antes de ser proclamado rey, don Felipe ha evitado mostrarse en público con la infanta Cristina, a la que antes estaba muy unido
. El Monarca es muy consciente del daño que el caso Nóos ha hecho a la institución y por eso en su discurso de proclamación, el pasado 19 de junio, se refirió al mismo, sin citarlo:
"La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social.
Porque, sólo de esa manera se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones
. Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda la razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública".
Con estas palabras, don Felipe pretendía dejar atrás la sombra que el caso Nóos impone sobre la institución desde 2011.
Pero "el martirio", como lo denominó en varias ocasiones el ex jefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno, continúa.
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