¿Y esto?
Por cosas como esta Yo fui a EGB, el blog de dos profesionales de la nostalgia por las infancias de los 70, 80 y 90, ha pasado en dos años de ser una página en Facebook a un fenómeno editorial.
Acaba de salir a la venta su segundo libro, que se estrena con una tirada inicial de 55.000 ejemplares y llega un año después del primer volumen, que ha vendido ya más de 190.000.
En este tiempo en Facebook han duplicado seguidores hasta superar los 800.000 y en Twitter llevan más de 75.000. “Hemos tenido suerte porque nos sigue mucha gente famosa. De pronto tienes un montón de nuevos followers porque Paula Echevarría pone en sus redes que le han regalado el libro por el amigo invisible, o por un retuit de Santiago Segura, de Álex de la Iglesia… Maxim Huerta nos retuitea casi todos los días”, cuenta Javier Ikaz, uno de los dos responsables de Yo fui a EGB. También está a punto de salir un disco homónimo que recoge 24 canciones de series míticas de la época.
“Antes se hablaba de ‘ochenteros’, de ‘cuando yo era pequeño’... Ahora se habla de la [época de] EGB. Es la medalla que nos ponemos”, dice. Un fenómeno que, en su opinión, tiene algo de moda pero que también tiene que ver con la generación que lo consume: “Ya tenemos cierta edad para ser abuelos cebolletas (...) Probablemente en 2020 los adolescentes de los 90 recordarán todo lo que les molaba”.
En Verne hemos pedido a Ikaz que repase sus grandes éxitos entre los lectores.
Estas son algunas de las cosas más EGB de Yo fui a EGB, una lista que a su vez sirve para horas y horas de conversaciones con los amigos:
- Cosas que hacíamos de pequeños que ahora estarían prohibidas: sacarte una foto fumando, jugar con el mercurio del termómetro, ir ocho en un coche, beber culines de cerveza, publicar tu dirección en los anuncios de contactos de los tebeos... "Esta entrada es el gran hito del blog. Fue una exageración... Y entró en Forocoches...", dice Ikaz sobre la repercusión de este post [Puedes leerlo aquí].
- Las costumbres y expresiones de la época. Mentiras que nos parecían muy creíbles ("No me has oído bien, he dicho joé…", "Es que mi madre no me deja dar -bocadillo o cualquier comestible-"), cosas por las que nos castigaban, expresiones que decíamos y están desfasadas. “Son cosas que funcionan porque la gente se ve muy identificada y las comenta. Cosas como Digamelón viralizan mucho”, explica. Efectiviwonder. Este de frases de madre guarda perlas del tipo "Verás como saque la zapatilla".
- Las cosas de comer. “Con la falsa alarma del cierre de Fiesta hicimos una entrada y la gente estaba como loca por volver a ver las canicas de caramelo. Y con el blog estamos conociendo a gente muy curiosa… Hay auténticos coleccionistas de chicles o de envases de yogures…”, cuenta.
- Fotos que funcionan como la magdalena de Proust. “El típico corte helado con dos galletas... Hay cosas que funcionan como poner la foto de la rueda del juguete Diseña la moda [más de 2.000 comentarios]. O el libro de Sociales, que lo convertimos en nuestra foto de perfil”, comenta. Basta esperar a Navidad para comprobar, por ejemplo, cuánto nos gusta hablar de juguetes y contar batallitas de Quimicefas y demás mientras despreciamos los catálogos de hoy en día. Otra cosa que no falla son objetos que casi nadie ha vuelto a ver, como el estuche Cuca-Dolls.
- Los qué fue de... “Uno que llegó a bloquear el blog fue el de Erika Eleniak, la vigilante de la playa antes de Pamela Anderson y luego salió en Playboy. Tuvo más de 100.000 visitas en un día… y en horario de oficina, que era primera hora de la mañana cuando lo lanzamos”, recuerda Ikaz. “Gusta mucho ver a los guaperas de entonces ahora”.
- La tele que veíamos de pequeños. Y, en especial, cualquier cosa sobre La bola de cristal. “Ahora están quienes lo aman de manera exagerada y los detractores
. Ahora ves el trasfondo político que había y cuando ponemos alguna cosa… se mancha todo un poco con el tema político. A veces en los comentarios hay que entrar a poner orden y pedir que no politicemos”, dice Ikaz.
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