La viuda de Boyer rompe su silencio para hablar de sus 26 años de matrimonio y de la muerte de su esposo.
Isabel Preysler, la reina del corazón, ha sido fiel a su costumbre y ha hablado por primera vez tras la muerte de Miguel Boyer, en una entrevista exclusiva para la revista ¡HOLA!.
"Me quedo con la tranquilidad de haber estado a su lado hasta el último
momento", ha dicho-
. "No tengo ganas de plantearme el futuro.
Prefiero
que, por ahora, todo siga como está. Mi relación con Miguel ha sido una
historia de amor preciosa" añade.
En el reportaje de siete páginas Preysler define a su esposo como un
“un hombre único”.“Mi relación con Miguel estaba, en un principio, basada exclusivamente en el amor, y no es fácil que una relación así dure tanto y sea tan sólida”, ha asegurado.
Preysler aprovecha la entrevista para romper el silencio y
explicar el porqué de la ausencia de sus hijos Julio José, Enrique y
Chábeli en el entierro de Boyer.
”Se han ofrecido a venir, pero no tenía
sentido estando yo tan acompañada. No necesito su presencia física para
sentirme unida a ellos
. Sé que si los necesitase vendrían
inmediatamente, pero soy yo la que les he pedido que no vinieran”.
Según la revista en estos días la familia de la viuda se ha
convertido en su apoyo y consuelo.
Su hija Tamara incluso se ha
trasladado con sus cosas a su casa para estar con ella en este duro
trance. Mientras que Ana
“está siendo una grandísima ayuda” “un premio de niña”, en sus
palabras. Incluso el novio de Ana, el tenista Fernando Verdasco, pasa
todo el tiempo que puede a su lado.
Según ¡HOLA! la mañana del 29 de septiembre,
Miguel Boyer se despertó respirando de forma agitada e Isabel no quiso
perder ni un momento y pidió al personal de la casa que se lo llevaran
cuanto antes al hospital
. “Me consuela que Miguel no ha sufrido”, dice.
La víspera de su muerte, celebraron por adelantado su santo. Luego
hicieron el plan de todas las noches, cenando y viendo una película
juntos, tranquilamente.
Preysler ha asegurado que a pesar de que los últimos años
fueron duros no la han preparado para lo peor.
La viuda asegura haber
tenido “momentos mejores y momentos peores, pero tristes…”
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