El hijo mayor del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol
Ferrusola, responde desde hace casi cuatro horas a las preguntas del
juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, y del fiscal sobre el origen
de su fortuna.
Pocas veces un imputado había salido tan discretamente de un taxi. Jordi Pujol Ferrusola entró esta mañana en la Audiencia Nacional, acompañado de su abogado, Cristóbal Martell y una tercera persona sin identificar, para declarar como imputado por el cobro de más de ocho millones de euros a distintas empresas con intereses en Cataluña por trabajos que no están debidamente justificados.
A las 10.45 ha comenzado su declaración.
Su exmujer, Mercé Gironés, imputada por los mismos delitos que Pujol Ferrusola (al aparecer en muchas de las operaciones investigadas por Ruz) ha llegado ya a la Audiencia.
Estaba citada a las 16.00.
El juez llamó a ambos a declarar cuatro días después de que el expresidente de la Generalitat confesara el 25 de julio en un comunicado que había mantenido oculta una fortuna en el extranjero, que vinculó a una herencia de su padre.
Ante el juez Pablo Ruz, Pujol Ferrusola está siendo interrogado sobre los 118 movimientos de dinero por 32,4 millones de euros que él y su esposa hicieron entre 2004 y 2012 a través de tres bancos distintos (BBVA, Mediolanum y Credit Suisse) con salida o destino en Andorra, Luxemburgo, Croacia, Argentina, Uruguay, Suiza, Estados Unidos, México, Francia, islas Caimán, Reino Unido, Liechtenstein y Gabón. En Argentina y México, Jordi Pujol Ferrusola invirtió grandes cantidades de dinero en un hotel y un puerto.
Al acudir como imputado, el hijo del expresidente catalán no está obligado a contestar a las preguntas que se le formulen ni tiene obligación de decir verdad, como sí sucede con los testigos.
Pujol Ferrusola, con el rostro oculto tras unas gafas de sol y un traje gris marengo, salió del taxi tan velozmente que nadie fue capaz de identificarlo en un primer momento.
En la puerta de los juzgados le esperaban medio centenar de periodistas y un fuerte despliegue policial.
El juez está todavía en espera de recibir la información reclamada a Andorra sobre las cuentas del hijo del expresidente de la Generalitat, y sobre la que la juez que tramita la comisión rogatoria ha advertido a Ruz que sólo se la podrá facilitar si vincula los delitos de blanqueo y fiscales a otros de corrupción como tráfico de influencias o cobro de comisiones ilegales.
Aprovechando la comparecencia de Pujol Ferrusola, el portavoz adjunto en el Congreso del PP, Rafael Hernando, ha apuntado que aunque algunos políticos catalanes han lanzado el mensaje de que "España nos roba", lo hicieron para ocultar que quienes robaban en realidad "eran ellos", una actitud que ha considerado doblemente grave.
Pocas veces un imputado había salido tan discretamente de un taxi. Jordi Pujol Ferrusola entró esta mañana en la Audiencia Nacional, acompañado de su abogado, Cristóbal Martell y una tercera persona sin identificar, para declarar como imputado por el cobro de más de ocho millones de euros a distintas empresas con intereses en Cataluña por trabajos que no están debidamente justificados.
A las 10.45 ha comenzado su declaración.
Su exmujer, Mercé Gironés, imputada por los mismos delitos que Pujol Ferrusola (al aparecer en muchas de las operaciones investigadas por Ruz) ha llegado ya a la Audiencia.
Estaba citada a las 16.00.
El juez llamó a ambos a declarar cuatro días después de que el expresidente de la Generalitat confesara el 25 de julio en un comunicado que había mantenido oculta una fortuna en el extranjero, que vinculó a una herencia de su padre.
Ante el juez Pablo Ruz, Pujol Ferrusola está siendo interrogado sobre los 118 movimientos de dinero por 32,4 millones de euros que él y su esposa hicieron entre 2004 y 2012 a través de tres bancos distintos (BBVA, Mediolanum y Credit Suisse) con salida o destino en Andorra, Luxemburgo, Croacia, Argentina, Uruguay, Suiza, Estados Unidos, México, Francia, islas Caimán, Reino Unido, Liechtenstein y Gabón. En Argentina y México, Jordi Pujol Ferrusola invirtió grandes cantidades de dinero en un hotel y un puerto.
Al acudir como imputado, el hijo del expresidente catalán no está obligado a contestar a las preguntas que se le formulen ni tiene obligación de decir verdad, como sí sucede con los testigos.
Pujol Ferrusola, con el rostro oculto tras unas gafas de sol y un traje gris marengo, salió del taxi tan velozmente que nadie fue capaz de identificarlo en un primer momento.
En la puerta de los juzgados le esperaban medio centenar de periodistas y un fuerte despliegue policial.
El juez está todavía en espera de recibir la información reclamada a Andorra sobre las cuentas del hijo del expresidente de la Generalitat, y sobre la que la juez que tramita la comisión rogatoria ha advertido a Ruz que sólo se la podrá facilitar si vincula los delitos de blanqueo y fiscales a otros de corrupción como tráfico de influencias o cobro de comisiones ilegales.
Aprovechando la comparecencia de Pujol Ferrusola, el portavoz adjunto en el Congreso del PP, Rafael Hernando, ha apuntado que aunque algunos políticos catalanes han lanzado el mensaje de que "España nos roba", lo hicieron para ocultar que quienes robaban en realidad "eran ellos", una actitud que ha considerado doblemente grave.
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