¿Cómo se produce la muerte por ébola?
El virus causa un 'shock' hipovolémico y un
fallo multiorgánico al que acompaña una diseminación de coágulos por
todo el sistema vascular.
La muerte por el virus del ébola se produce por un 'shock' hipovolémico y un fallo multiorgánico al
que acompaña una diseminación de coágulos por todo el sistema vascular,
afectando especialmente al hígado, según ha informado el jefe del
servicio de Microbiología e Inmunología del Hospital Clínico
Universitario de Valladolid, Raúl Ortiz de Lejarazu Leonardo.
El experto se ha pronunciado así después de que Miguel Pajares, el sacerdote español infectado por el ébola, haya fallecido este martes en el Hospital Carlos III de Madrid a causa de la enfermedad, tras haber sufrido un empeoramiento en la noche del lunes al martes.
"La muerte por el ébola es un cuadro que a veces resulta similar al 'shock séptico", ha apostillado, para recordar que los síntomas de la enfermedad empiezan
con fiebre brusca, escalofríos, dolores de cabeza, mialgias, náuseas y
vómitos, dolor abdominal, diarrea, dolor torácico, tos y faringitis.
Una vez que han aparecido estos síntomas, el experto ha informado de que es frecuente la aparición de cuadros de somnolencia, delirio y, en los casos más graves, el coma.
Además, a medida que progresa la enfermedad aparecen los primeros
síntomas hemorrágicos en el individuo, tanto a nivel epitelial como en
mucosas, generándose petequias y hematomas en zonas donde ha habido
punciones con agujas hipodérmicas.
"No hay tratamiento"
"La fiebre del ébola, al igual que otras enfermedades febriles hemorrágicas por virus, no tiene tratamiento específico ni vacuna o suero de eficacia probada.
El tratamiento consiste en mantener con medidas de sostén la vida del
enfermo y, a menudo, se requiere unidades de cuidados críticos o
intensivos, reposición de líquidos, heparina, factores de coagulación,
así como reemplazamiento plaquetario y aumento de la permeabilidad
vascular pulmona", ha apostillado.
En este sentido, el especialista ha destacado la necesidad de que, con motivo de la nueva epidemia del ébola se "estimule" el desarrollo de vacunas y tratamientos
contra esta enfermedad y de que, además, las autoridades sanitarias de
todos los países incrementen sus esfuerzos y ayuden a las regiones
africanas más afectadas por esta enfermedad.
"Cada amenaza de una
enfermedad emergente plantea problemas que constituyen un reto para la
sanidad y requieren fondos adicionales extraordinarios para su
investigación.
La Organización Mundial de la Salud debe de dirigir los esfuerzos internacionales
coordinando las posibles iniciativas sin temor a que experiencias como
las ocurridas en la gripe pandémica de 2009 hagan tardías las acciones
que deben tomarse", ha recalcado.
Finalmente, Ortiz de Lejarazu ha advertido de que si no se desarrollan "adecuadamente" los protocolos internacionales de seguridad,
la medicalización en el entorno africano puede contribuir a "aumentar"
el número de casos, al poner a pacientes con otras infecciones "en
contacto" con enfermos del ébola.
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