Es imposible saber cuánto se ha gastado Puff Daddy en su última
visita a Ibiza, isla de la que ya es habitual cada verano. Seguramente
la cifra haría poner los ojos como platos a cualquiera que ahorre todo
el año para esas ansiadas vacaciones.
Pero podemos hacer una estimación. La casa que ha alquilado cuesta en torno a los 90.000 euros la semana; el chófer, 700 euros por doce horas; un guardaespaldas, 500 euros por ocho. El cubierto en el Cipriani, el local de moda, sale alrededor de los cien euros
. Añadamos los extras de alquilar un barco, las botellas de champán y compras varias.
Tampoco hay que olvidar que suele ir a la isla con un séquito de 15 personas. Para satisfacer las necesidades de las decenas de famosos que cada verano desembarcan en ella, Ibiza ha desarrollado toda una estructura —casi una industria—.
Hagamos solo una pequeña lista de los que han puesto sus pies en las costas pitiusas estos días. A saber: Neymar, Llorente y Aitor Ocio por el bando de los futbolistas; Djockovic y Nadal por el de los tenistas. Eugenia Silva, Esther Cañadas, Kate Moss y Naomi Campbell, encabezan el equipo de las modelos. Jaime de Marichalar, los Thyssen al completo y reconciliados (Carmen, Borja y Blanca) y los Casiraghi, por la parte de la aristocracia. Kate Hudson, Carolina Kurkova y Orlando Bloom, por el de las estrellas internacionales. Bustamante, Fernando Tejero y Carla Goyanes pertenecen al famoseo español.
¿Cabe tanta fama en una isla tan pequeña? Juan Suárez es el cronista semioficial de la isla y ha publicado un libro, Amigos en Ibiza, con sus entrevistas a los rostros conocidos que han pasado por allí. “Ibiza tiene una tolerancia innata que permite que Naomi Campbell pueda ir de compras tranquilamente por la Marina sin que los viandantes la atosiguen o que Leonardo DiCaprio almuerce en uno de sus chiringuitos como un playero más”, asegura.
Román Fortunato es parte de esta estructura del turismo de famosos de la que Ibiza está a la cabeza. Él es un concièrge. Traducción: el que se encarga de planificar las vacaciones de un cliente en base a unas peticiones previas, y de cumplir los deseos que surgen durante la estancia. Contratar sus servicios vale 5.000 euros. Su clientela incluye nombres tan variopintos como Paris Hilton, Paz Vega, los Casiraghi, el actor Stephen Dorff, la modelo Alessandra Ambrosio o Pau Gasol. Muchos de ellos se han convertido en sus amigos.
Este argentino afincado en Ibiza desde hace 14 años guarda muchos de los secretos de las celebrities de Ibiza. No todos pueden contar que uno de sus primeros días de trabajo se perdieron en coche con Calvin Klein y acabaron invitándole a su casa mientras hacía tiempo porque Jade Jagger iba a pasarse a buscarlo. Solo fue el inicio de una carrera llena de anécdotas. “Una vez Puff Daddy organizó una fiesta que comenzó a las seis de la tarde y tenía que acabar a las dos de la madrugada. A las once de la mañana del día siguiente seguíamos y él ordenó abrir el almacén de bebidas para que continuara”, revela. El concièrge llegó con el rapero al restaurante Cipriani tras la bronca que protagonizaron Orlando Bloom y Justin Bieber el miércoles, un encontronazo que ha sido la comidilla de todas las webs de cotilleos.
La jornada habitual de un famoso en Ibiza ha ido tejiendo la red de las estrellas.
El día no empieza antes de las once de la mañana, que para eso están de vacaciones. Los más modestos se dejan ver en la orilla del mar, y los que tienen más posibles se montan en su yate y emprenden el rumbo a Formentera. Como cualquier mortal, no desprecian un buen chiringuito. Juan y Andrea, en la playa de Illetes, es uno de los restaurantes más frecuentados por estrellas nacionales e internacionales.
El tiendeo no les va mucho, pero la boutique hippy chic Vicente Ganesha ha conseguido que diseñadores como Valentino o Armani sí que hagan una parada en su negocio
. A las once de la noche llega el turno de sentarse a la mesa. ¿Dónde reservar? Los lugares preferidos son el Cipriani y el Cavalli, muy exclusivos, o Las Dos Lunas y el Can Pau, que están en el campo y ofrecen comida mediterránea tradicional
. En los restaurantes hay de todo: algunos acordonan un espacio para el famoso y su séquito, mientras que otros optan por tratarlos como a un cliente más. En los primeros incluso puedes coincidir con ellos en el baño, como le ocurrió a Suárez, que compartió unos minutos en el aseo con Zinedine Zidane. Al terminar, le propuso hacerse una foto juntos. “Mear no me importa, pero una foto no”, le respondió el futbolista.
Los paparazi tienen un abanico de siete macrodiscotecas en las que buscar a los rostros conocidos.
El jueves pasado se dejaron caer por Space Puff Daddy y Naomi Campbell, mientras que Justin Bieber y Eva Longoria acudieron a Lio. Pacháy Ushuaïa atraen también a muchas celebridades. En estos lugares siempre ocupan un reservado, así que no esperen encontrarse en la barra a Karolina Kurkova o a Tamara Falcó, que también han visitado últimamente la isla.
Suárez ha llegado a compartir una velada con George Michael que se alargó hasta las ocho de la mañana hablando de música. También ha montado en el yate de Armani. “Antes era un ambiente más elitista, ahora se ha globalizado”, sentencia. “Siempre fue una isla de famosos, pero ahora se ha ampliado el abanico y se han apuntado los de Hollywood”. Bieber se ha estrenado este año en la isla y también se ha podido ver a Dita Von Teese, que actuará en la fiesta Café Olé del Space.
El famoso que va a Ibiza quiere intimidad hasta cierto punto, si no, no iría al lugar en el que el número de paparazis solo es superado por el de granos de arena en sus playas. Como dice Suárez: “No nos engañemos, ellos vienen aquí porque quieren ser vistos”.
Pero podemos hacer una estimación. La casa que ha alquilado cuesta en torno a los 90.000 euros la semana; el chófer, 700 euros por doce horas; un guardaespaldas, 500 euros por ocho. El cubierto en el Cipriani, el local de moda, sale alrededor de los cien euros
. Añadamos los extras de alquilar un barco, las botellas de champán y compras varias.
Tampoco hay que olvidar que suele ir a la isla con un séquito de 15 personas. Para satisfacer las necesidades de las decenas de famosos que cada verano desembarcan en ella, Ibiza ha desarrollado toda una estructura —casi una industria—.
Hagamos solo una pequeña lista de los que han puesto sus pies en las costas pitiusas estos días. A saber: Neymar, Llorente y Aitor Ocio por el bando de los futbolistas; Djockovic y Nadal por el de los tenistas. Eugenia Silva, Esther Cañadas, Kate Moss y Naomi Campbell, encabezan el equipo de las modelos. Jaime de Marichalar, los Thyssen al completo y reconciliados (Carmen, Borja y Blanca) y los Casiraghi, por la parte de la aristocracia. Kate Hudson, Carolina Kurkova y Orlando Bloom, por el de las estrellas internacionales. Bustamante, Fernando Tejero y Carla Goyanes pertenecen al famoseo español.
¿Cabe tanta fama en una isla tan pequeña? Juan Suárez es el cronista semioficial de la isla y ha publicado un libro, Amigos en Ibiza, con sus entrevistas a los rostros conocidos que han pasado por allí. “Ibiza tiene una tolerancia innata que permite que Naomi Campbell pueda ir de compras tranquilamente por la Marina sin que los viandantes la atosiguen o que Leonardo DiCaprio almuerce en uno de sus chiringuitos como un playero más”, asegura.
Román Fortunato es parte de esta estructura del turismo de famosos de la que Ibiza está a la cabeza. Él es un concièrge. Traducción: el que se encarga de planificar las vacaciones de un cliente en base a unas peticiones previas, y de cumplir los deseos que surgen durante la estancia. Contratar sus servicios vale 5.000 euros. Su clientela incluye nombres tan variopintos como Paris Hilton, Paz Vega, los Casiraghi, el actor Stephen Dorff, la modelo Alessandra Ambrosio o Pau Gasol. Muchos de ellos se han convertido en sus amigos.
Este argentino afincado en Ibiza desde hace 14 años guarda muchos de los secretos de las celebrities de Ibiza. No todos pueden contar que uno de sus primeros días de trabajo se perdieron en coche con Calvin Klein y acabaron invitándole a su casa mientras hacía tiempo porque Jade Jagger iba a pasarse a buscarlo. Solo fue el inicio de una carrera llena de anécdotas. “Una vez Puff Daddy organizó una fiesta que comenzó a las seis de la tarde y tenía que acabar a las dos de la madrugada. A las once de la mañana del día siguiente seguíamos y él ordenó abrir el almacén de bebidas para que continuara”, revela. El concièrge llegó con el rapero al restaurante Cipriani tras la bronca que protagonizaron Orlando Bloom y Justin Bieber el miércoles, un encontronazo que ha sido la comidilla de todas las webs de cotilleos.
La jornada habitual de un famoso en Ibiza ha ido tejiendo la red de las estrellas.
El día no empieza antes de las once de la mañana, que para eso están de vacaciones. Los más modestos se dejan ver en la orilla del mar, y los que tienen más posibles se montan en su yate y emprenden el rumbo a Formentera. Como cualquier mortal, no desprecian un buen chiringuito. Juan y Andrea, en la playa de Illetes, es uno de los restaurantes más frecuentados por estrellas nacionales e internacionales.
El tiendeo no les va mucho, pero la boutique hippy chic Vicente Ganesha ha conseguido que diseñadores como Valentino o Armani sí que hagan una parada en su negocio
. A las once de la noche llega el turno de sentarse a la mesa. ¿Dónde reservar? Los lugares preferidos son el Cipriani y el Cavalli, muy exclusivos, o Las Dos Lunas y el Can Pau, que están en el campo y ofrecen comida mediterránea tradicional
. En los restaurantes hay de todo: algunos acordonan un espacio para el famoso y su séquito, mientras que otros optan por tratarlos como a un cliente más. En los primeros incluso puedes coincidir con ellos en el baño, como le ocurrió a Suárez, que compartió unos minutos en el aseo con Zinedine Zidane. Al terminar, le propuso hacerse una foto juntos. “Mear no me importa, pero una foto no”, le respondió el futbolista.
Los paparazi tienen un abanico de siete macrodiscotecas en las que buscar a los rostros conocidos.
El jueves pasado se dejaron caer por Space Puff Daddy y Naomi Campbell, mientras que Justin Bieber y Eva Longoria acudieron a Lio. Pacháy Ushuaïa atraen también a muchas celebridades. En estos lugares siempre ocupan un reservado, así que no esperen encontrarse en la barra a Karolina Kurkova o a Tamara Falcó, que también han visitado últimamente la isla.
Suárez ha llegado a compartir una velada con George Michael que se alargó hasta las ocho de la mañana hablando de música. También ha montado en el yate de Armani. “Antes era un ambiente más elitista, ahora se ha globalizado”, sentencia. “Siempre fue una isla de famosos, pero ahora se ha ampliado el abanico y se han apuntado los de Hollywood”. Bieber se ha estrenado este año en la isla y también se ha podido ver a Dita Von Teese, que actuará en la fiesta Café Olé del Space.
El famoso que va a Ibiza quiere intimidad hasta cierto punto, si no, no iría al lugar en el que el número de paparazis solo es superado por el de granos de arena en sus playas. Como dice Suárez: “No nos engañemos, ellos vienen aquí porque quieren ser vistos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario