No cabe duda de que la buena noticia de la semana fueron los conciertos de One Direction, la boy band del momento
. Los gritos y suspiros que provocaron en su visita a España son casi iguales a los de la nueva boy bandnacional: la que forman los tres candidatos a la secretaría general del PSOE.
Mientras One Direction, originarios de un talent show británico, reúnen hasta 40.000 personas en los estadios, la boy band del PSOE suma avales y simpatizantes en torno a sus ideas y también sus looks. El listón está alto porque Rubalcaba, calvo y atlético, mantenía muy buen tipo por ser un consumado corredor de fondo.
A los chicos de One Direction la crítica adulta les tacha de poca cosa, pese a la histeria y al negocio que generan.
Los de la boy band PSOE One Líder también acumulan comentarios no siempre positivos.
Pedro Sánchez ostenta varios ingredientes de guapura ibérica: pelo negro y fuerte, mandíbula robusta.
Dientes de la generación que usa el hilo dental con la misma facilidad que escribe un whatsapp sin errores ortográficos.
Ojos grandes y morenos.
Su vestuario de alumno de Princeton con su toquecito de Pozuelo de Alarcón recuerda un poco a Leopoldo López, el prisionero opositor venezolano
. Pero vimos un momento Camacho de sudoración que quizá le devuelva al partido ese aire obrero que perdió cuando decidió perfumarse como clase o casta política.
Por todo esto, la de Sánchez es una belleza que podría enmarcarse en una saneada profesión liberal. Aunque podría ser también un moderado y viril locutor de deportes en una tele autonómica (que generalmente son del PP) o hijo de un banquero guapo y estable.
O podría ser un interventor de Gotham Research. O ser casi del PP.
Y podría ocurrir que algo de ese atractivo se traslade a sus ideas, que no sean demoledoras, que no impliquen un cambio o una mudanza incómoda.
Luego está Eduardo Madina, un superviviente tranquilo. Es tanta la paz que persigue que transmite demasiado sosiego.
Tiene una mirada más dulce que la de Sánchez, un poquito teñida de poesía, una combinación muy seductora en los caballeros, pero que no garantiza esos votos que tanto necesita para que su discurso triunfe en las elecciones internas.
Tiene más estilo que sus otros contrincantes, porque los varones vascos han estado muy expuestos a la anglofilia y se atreven con más cosas, como llevar americanas azul marino con coderas azul celeste
. Un juego de azules que puede ser un guiño para que algunas gaviotas del PP le voten.
Finalmente, José Antonio Pérez Tapias es ese caballero español que reniega del calzado negro y en sus apariciones lleva castellanos en distintos tonos de whisky, del malta al añejo, a veces sorprendiendo con náuticos avellana
. En la generación de Pérez Tapias, los tonos beis y tostados predominan porque seguramente los hace sentirse más cerca de la tierra que del asfalto y un poco más socialistas
. A través de sus zapatos, nos dice que calza el socialismo de campo, aquel que una vez fue de verdad por más que ahora nos parezca superado.
Hay que respetárselo, pero las boy bands de ahora consideran que el marrón envejece y que es un marrón muy gordo envejecer.
Para algunos, lo estratégico de una boy band es hacerte creer que puedes cambiar o saltar de generación siguiéndolos. One Direction son hijos de Take That y Backstreet Boys; éstos a su vez lo fueron de Duran Duran, una boy band donde las hubiera. Antes fueron The Beatles o The Beach Boys. En fin, una cadena.
Al final eso es todo lo que significa y marca el cambio generacional.
Por eso en este cambio llama tanto la atención la aparición de Daniel Yu, el cerebro de Gotham Research, la firma de análisis financiero que destapó tarde el fraude de Gowex y sobre la que sobrevuela la sospecha de que podría beneficiarse intencionadamente con la caída de la cotización de Gowex. Yu ha revelado, sin tapujos, que se identifica con Batman.
Gowex (rima con Go West) se hizo falsamente millonaria vendiendo wifi gratis a varias ciudades. ¡Que el wifi gratis se venda y te haga millonario es todo un enigma! Daniel Yu filtró el demoledor informe sobre Gowex a través de Twitter, usando frases atribuibles a Batman.
Antes, reconocer que tu guía espiritual era un superhéroe de Marvel levantaba más de una ceja. ¡En el cómic de Batman hay mucha tela que cortar!
Y no solo la filosofía de su capa. Batman tiene doble personalidad.
Es Bruce Wayne de día, un millonario filántropo y solterísimo que vive junto con su mayordomo,
Alfred. Mientras que en la mítica serie televisiva, sus aventuras y vuelos nocturnos eran junto a Robin, un chico maravilla que recuerda un poquito a Pedro Sánchez. Nuestro Batman de Gotham Research, que actúa dentro de la legalidad desenmascarando a otros enmascarados para procurarse una nueva fuente de riqueza bursátil, ¿tendrá un Robin?
Otra noche de la misma semana, durante la cena bajo la luna que ofreció Vanity Fair, sobrevoló repentinamente el rumor de que, para evitar las boy bands y su mercadotecnia, este verano los Reyes se refugiarán, buscando un entorno más indie, en Aguamarga (Almería).
Marivent es cosa de otro cómic, otra banda.
. Los gritos y suspiros que provocaron en su visita a España son casi iguales a los de la nueva boy bandnacional: la que forman los tres candidatos a la secretaría general del PSOE.
Mientras One Direction, originarios de un talent show británico, reúnen hasta 40.000 personas en los estadios, la boy band del PSOE suma avales y simpatizantes en torno a sus ideas y también sus looks. El listón está alto porque Rubalcaba, calvo y atlético, mantenía muy buen tipo por ser un consumado corredor de fondo.
A los chicos de One Direction la crítica adulta les tacha de poca cosa, pese a la histeria y al negocio que generan.
Los de la boy band PSOE One Líder también acumulan comentarios no siempre positivos.
Pedro Sánchez ostenta varios ingredientes de guapura ibérica: pelo negro y fuerte, mandíbula robusta.
Dientes de la generación que usa el hilo dental con la misma facilidad que escribe un whatsapp sin errores ortográficos.
Ojos grandes y morenos.
Su vestuario de alumno de Princeton con su toquecito de Pozuelo de Alarcón recuerda un poco a Leopoldo López, el prisionero opositor venezolano
. Pero vimos un momento Camacho de sudoración que quizá le devuelva al partido ese aire obrero que perdió cuando decidió perfumarse como clase o casta política.
Por todo esto, la de Sánchez es una belleza que podría enmarcarse en una saneada profesión liberal. Aunque podría ser también un moderado y viril locutor de deportes en una tele autonómica (que generalmente son del PP) o hijo de un banquero guapo y estable.
O podría ser un interventor de Gotham Research. O ser casi del PP.
Y podría ocurrir que algo de ese atractivo se traslade a sus ideas, que no sean demoledoras, que no impliquen un cambio o una mudanza incómoda.
Luego está Eduardo Madina, un superviviente tranquilo. Es tanta la paz que persigue que transmite demasiado sosiego.
Tiene una mirada más dulce que la de Sánchez, un poquito teñida de poesía, una combinación muy seductora en los caballeros, pero que no garantiza esos votos que tanto necesita para que su discurso triunfe en las elecciones internas.
Tiene más estilo que sus otros contrincantes, porque los varones vascos han estado muy expuestos a la anglofilia y se atreven con más cosas, como llevar americanas azul marino con coderas azul celeste
. Un juego de azules que puede ser un guiño para que algunas gaviotas del PP le voten.
Finalmente, José Antonio Pérez Tapias es ese caballero español que reniega del calzado negro y en sus apariciones lleva castellanos en distintos tonos de whisky, del malta al añejo, a veces sorprendiendo con náuticos avellana
. En la generación de Pérez Tapias, los tonos beis y tostados predominan porque seguramente los hace sentirse más cerca de la tierra que del asfalto y un poco más socialistas
. A través de sus zapatos, nos dice que calza el socialismo de campo, aquel que una vez fue de verdad por más que ahora nos parezca superado.
Hay que respetárselo, pero las boy bands de ahora consideran que el marrón envejece y que es un marrón muy gordo envejecer.
Para algunos, lo estratégico de una boy band es hacerte creer que puedes cambiar o saltar de generación siguiéndolos. One Direction son hijos de Take That y Backstreet Boys; éstos a su vez lo fueron de Duran Duran, una boy band donde las hubiera. Antes fueron The Beatles o The Beach Boys. En fin, una cadena.
Al final eso es todo lo que significa y marca el cambio generacional.
Por eso en este cambio llama tanto la atención la aparición de Daniel Yu, el cerebro de Gotham Research, la firma de análisis financiero que destapó tarde el fraude de Gowex y sobre la que sobrevuela la sospecha de que podría beneficiarse intencionadamente con la caída de la cotización de Gowex. Yu ha revelado, sin tapujos, que se identifica con Batman.
Gowex (rima con Go West) se hizo falsamente millonaria vendiendo wifi gratis a varias ciudades. ¡Que el wifi gratis se venda y te haga millonario es todo un enigma! Daniel Yu filtró el demoledor informe sobre Gowex a través de Twitter, usando frases atribuibles a Batman.
Antes, reconocer que tu guía espiritual era un superhéroe de Marvel levantaba más de una ceja. ¡En el cómic de Batman hay mucha tela que cortar!
Y no solo la filosofía de su capa. Batman tiene doble personalidad.
Es Bruce Wayne de día, un millonario filántropo y solterísimo que vive junto con su mayordomo,
Alfred. Mientras que en la mítica serie televisiva, sus aventuras y vuelos nocturnos eran junto a Robin, un chico maravilla que recuerda un poquito a Pedro Sánchez. Nuestro Batman de Gotham Research, que actúa dentro de la legalidad desenmascarando a otros enmascarados para procurarse una nueva fuente de riqueza bursátil, ¿tendrá un Robin?
Otra noche de la misma semana, durante la cena bajo la luna que ofreció Vanity Fair, sobrevoló repentinamente el rumor de que, para evitar las boy bands y su mercadotecnia, este verano los Reyes se refugiarán, buscando un entorno más indie, en Aguamarga (Almería).
Marivent es cosa de otro cómic, otra banda.
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