Daniel Brill, un publicista de Brooklyn que trabaja como redactor
para la agencia Droga5, ha decidido inventar el hijo bastardo del
psicoanálisis: el emojinalysis
. Así, ha abierto consulta en Tumblr y ya ha tratado a decenas de pacientes.
A él le dicen qué emojis usan en sus chats y él les dirá quiénes son.
En el mismo blog, a vista de todos. Dicho de otra forma: le envían una captura de pantalla que muestra los emojis que más han usado recientemente –en cuanto uno accede a los emojis de su móvil, lo primero que ve es un tablero con los que ha usado más recientemente, en riguroso orden cronológico– y él interpreta lo que ve. Por ejemplo, quien suscribe envió esto:
Y mereció el siguiente diagnóstico:
“Esta última línea parece una triste historia sobre aplicarle la eutanasia una mascota.
Si ese es el caso, lo siento. Si no, éste es un serio grito de ayuda.
Por ponerlo simplemente: Demasiados gatos.
Ya lo sé, son como los dioses griegos de Internet.
Pero esto no es “I can haz emotionz”, Begoña. La vida no es un vídeo de Paula Abdul y en la vida real…OH DIOS MÍO, ME ACABO DE ACORDAR DE QUE UN GATO BAILA CLAQUÉ EN ESE VÍDEO. Olvídalo, sigue así".
Siguiendo las directrices del psicoanálisis, que exige que todo terapeuta se someta antes al proceso que después seguirán sus pacientes, Brillman empezó por emojianalizarse a sí mismo.
“Mis emoticonos recientes eran una preocupante colección de caras compungidas y alcohol. Me tuve que preguntar a mí mismo: ¿estoy bien?
Y me di cuenta de que se puede saber mucho de nosotros basándonos en qué emoticonos hemos estado usando. Y decidí compartir con el mundo mi análisis totalmente ilegítimo”.
La clave está en la combinación entre pictogramas
. Si se usa la bailarina de flamenco junto a la copa de vino, sólo puede implicar un campo semántico de jarana y diversión. “Pero flamenca + cuchillo = peligro”, avisa.
En cualquier caso, Brillman siempre se congratula cuando es un hombre el que se identifica con la bailarina y por lo general aboga por un uso creativo del emoji: “Las caras están sobreutilizadas. Cualquiera puede expresar si está feliz o triste utilizando un smiley o una carita triste.
Tiene más mérito hacerlo con un pescado y una bombilla. Utilizar los gráficos más inesperados puede convertirse en un interesante ejercicio de storytelling”.
Sin embargo, el terapeuta confiesa debilidad por uno de los emoticonos más frecuentes: “La caca está sobreutilizada, pero es que es tan buena.
Quiero decir: es una caca que sonríe. Es un enigma. Me encanta”
. Y, ¿qué opina de esas personas que tienden a llenar una línea entera con las manos que aplauden? “Si aplauden al vacío, definitivamente necesitan ir al hospital emoji”.
Su trabajo como emojianalista está a punto de complicarse mucho más, cuando entren en vigor los 250 nuevos pictogramas que llegarán a nuestros teclados en julio, según ha confirmado Unicode. “Todavía me costaba manejarme con los actuales
. Pero cualquier cosa que rompa la monotonía de las caras amarillas será buena para este deporte”, reflexiona.
“El pimiento jalapeño puede cambiar todo el juego del flirteo con emojis, nos dará algo con lo que sustituir la carita que guiña.
Pero lo que realmente me gustaría saber es quién es este Senado del Emoji que decide estas cosas. ¿Es una pandilla de Hombres y Mujeres Sabios que se sientan en la cumbre del emoji Monte Fuji con una bola de cristal?”, se pregunta.
Además del jalapeño, llegarán a nuestros teclados el dedo del medio haciendo la peineta (el más celebrado), el saludo vulcano de Star trek, la ardilla, la paloma de la paz (¿ideal para sellar peleas?) y, siguiendo la tradición de honrar la tecnología vintage, un diskette. No está claro todavía si estos nuevos pictogramas añadirán diversidad racial, como se clama desde hace años, porque esto depende de cómo apliquen el sistema Google y Apple.
Sin embargo, todos los que llevaban años esperando un emoji de “hoja de parra que apunta al Noroeste” están de suerte.
Le pedimos de paso a Brill que practique la emojificción. ¿Qué emoticonos diría que intercambian Jay Z y Beyoncé? (a falta de un emoji “ascensor” para avisarse cuando llega Solange de visita).
“Me gustaría pensar que se pasan el día enviándose el uno al otro el emoji tabla de surf”, por la canción Surfboard, de Beyoncé.
“O que el teclado de Beyoncé contiene sólo la corona y la abeja.
Pero no nos engañemos, seguramente ellos tienen su propio set de emojis que nosotros, el pueblo llano, jamás llegaremos a ver”.
¿Y Barack y Michelle Obama?
“Él mantiene su optimismo inveterado a pesar de los momentos duros que ha ido atravesando, así que lo veo empezando cada día con un pulgar hacia arriba y una bandera de barras y estrellas.
En cuanto a ella, está clarísimo, el bíceps”.
. Así, ha abierto consulta en Tumblr y ya ha tratado a decenas de pacientes.
A él le dicen qué emojis usan en sus chats y él les dirá quiénes son.
En el mismo blog, a vista de todos. Dicho de otra forma: le envían una captura de pantalla que muestra los emojis que más han usado recientemente –en cuanto uno accede a los emojis de su móvil, lo primero que ve es un tablero con los que ha usado más recientemente, en riguroso orden cronológico– y él interpreta lo que ve. Por ejemplo, quien suscribe envió esto:
Y mereció el siguiente diagnóstico:
“Esta última línea parece una triste historia sobre aplicarle la eutanasia una mascota.
Si ese es el caso, lo siento. Si no, éste es un serio grito de ayuda.
Por ponerlo simplemente: Demasiados gatos.
Ya lo sé, son como los dioses griegos de Internet.
Pero esto no es “I can haz emotionz”, Begoña. La vida no es un vídeo de Paula Abdul y en la vida real…OH DIOS MÍO, ME ACABO DE ACORDAR DE QUE UN GATO BAILA CLAQUÉ EN ESE VÍDEO. Olvídalo, sigue así".
Siguiendo las directrices del psicoanálisis, que exige que todo terapeuta se someta antes al proceso que después seguirán sus pacientes, Brillman empezó por emojianalizarse a sí mismo.
“Mis emoticonos recientes eran una preocupante colección de caras compungidas y alcohol. Me tuve que preguntar a mí mismo: ¿estoy bien?
Y me di cuenta de que se puede saber mucho de nosotros basándonos en qué emoticonos hemos estado usando. Y decidí compartir con el mundo mi análisis totalmente ilegítimo”.
La clave está en la combinación entre pictogramas
. Si se usa la bailarina de flamenco junto a la copa de vino, sólo puede implicar un campo semántico de jarana y diversión. “Pero flamenca + cuchillo = peligro”, avisa.
En cualquier caso, Brillman siempre se congratula cuando es un hombre el que se identifica con la bailarina y por lo general aboga por un uso creativo del emoji: “Las caras están sobreutilizadas. Cualquiera puede expresar si está feliz o triste utilizando un smiley o una carita triste.
Tiene más mérito hacerlo con un pescado y una bombilla. Utilizar los gráficos más inesperados puede convertirse en un interesante ejercicio de storytelling”.
Sin embargo, el terapeuta confiesa debilidad por uno de los emoticonos más frecuentes: “La caca está sobreutilizada, pero es que es tan buena.
Quiero decir: es una caca que sonríe. Es un enigma. Me encanta”
. Y, ¿qué opina de esas personas que tienden a llenar una línea entera con las manos que aplauden? “Si aplauden al vacío, definitivamente necesitan ir al hospital emoji”.
Su trabajo como emojianalista está a punto de complicarse mucho más, cuando entren en vigor los 250 nuevos pictogramas que llegarán a nuestros teclados en julio, según ha confirmado Unicode. “Todavía me costaba manejarme con los actuales
. Pero cualquier cosa que rompa la monotonía de las caras amarillas será buena para este deporte”, reflexiona.
“El pimiento jalapeño puede cambiar todo el juego del flirteo con emojis, nos dará algo con lo que sustituir la carita que guiña.
Pero lo que realmente me gustaría saber es quién es este Senado del Emoji que decide estas cosas. ¿Es una pandilla de Hombres y Mujeres Sabios que se sientan en la cumbre del emoji Monte Fuji con una bola de cristal?”, se pregunta.
Además del jalapeño, llegarán a nuestros teclados el dedo del medio haciendo la peineta (el más celebrado), el saludo vulcano de Star trek, la ardilla, la paloma de la paz (¿ideal para sellar peleas?) y, siguiendo la tradición de honrar la tecnología vintage, un diskette. No está claro todavía si estos nuevos pictogramas añadirán diversidad racial, como se clama desde hace años, porque esto depende de cómo apliquen el sistema Google y Apple.
Sin embargo, todos los que llevaban años esperando un emoji de “hoja de parra que apunta al Noroeste” están de suerte.
Le pedimos de paso a Brill que practique la emojificción. ¿Qué emoticonos diría que intercambian Jay Z y Beyoncé? (a falta de un emoji “ascensor” para avisarse cuando llega Solange de visita).
“Me gustaría pensar que se pasan el día enviándose el uno al otro el emoji tabla de surf”, por la canción Surfboard, de Beyoncé.
“O que el teclado de Beyoncé contiene sólo la corona y la abeja.
Pero no nos engañemos, seguramente ellos tienen su propio set de emojis que nosotros, el pueblo llano, jamás llegaremos a ver”.
¿Y Barack y Michelle Obama?
“Él mantiene su optimismo inveterado a pesar de los momentos duros que ha ido atravesando, así que lo veo empezando cada día con un pulgar hacia arriba y una bandera de barras y estrellas.
En cuanto a ella, está clarísimo, el bíceps”.
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