GRANDES COMPLICES
alguien que nos ayude a usar el corazón.
Que nos espere ufano en los viejos desvanes,
que desnude el pasado y desarme el dolor .
Prodigioso / sencillo / dueño de su silencio.
Alguien que esté en el barrio donde nacimos o
que por lo menos cargue nuestros remordimientos
hasta que la conciencia nos cuelgue su perdón.
Cómplice del trasmundo nos defiende del mundo,
del sablazo del rayo y las llamas del sol.
Todos necesitamos alguna vez un cómplice,
alguien que nos ayude a usar el corazón.
Mario Benedetti
Somos humanos. Tarde o temprano nos hartamos de construir castillos en el aire y comenzamos a edificar en tierra firme.
Aprendemos. Cansados de las embestidas de la gente, valoramos quien se acerca a nosotros sin armadura.
Y entre tanto dolor y tantas cosas , como un diamante refulge quien te dice … “Ey, estoy aquí… yo naci para quererte”.
Y te regala poemas y canciones (como estos), te ofrece su mano y hasta el hombro para que lo moquees.
Son esas personas decididas a “Cuidarte el alma”, las que te devuelven las “Grandes Esperanzas” que dejamos por el camino de la vida.
Ya lo decía F. García Lorca: "El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta"
Recuerda que todos tenemos un ángel de la guarda, y que normalmente está tan cerca que ni lo vemos.Es bonito pensar que puede ser así.
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