© Gloria Rodríguez
Lo bueno de salir a buscar el amor en Internet no es que uno lo pueda encontrar.
Ya se sabe que estas cosas están en manos de San Judas Tadeo.
Lo bueno de practicar el dating online (los
anglosajones empezaron primero y por eso respetamos su término) es que
se puede aplicar a algo tan azaroso, elástico y subjetivo como el amor
reglas que corresponden al universo de las ciencias exactas.
Y eso,
queridos lectores, tranquiliza.
Así se ha conseguido sacar algo
en claro de lo que se cuece en portales como OKCupid o Meetic, quiénes
triunfan y quiénes siguen buscando.
Los ingenieros de datos no
se resignan a responsabilizar del asunto a la suerte o a la alineación
astral, y han aplicado sus mentes cartesianas a bucear en los datos y
hábitos de cada usuario, han separado el trigo de la paja, y al menos
ahora sabemos qué palabras usan los triunfadores y cuáles aquellos que
aún siguen deshojando la margarita.
El más reciente de estos análisis se hizo en el portal PlentyOfFish
(¿Hay más peces en el mar, diríamos nosotros?).
Se examinaron 1.2
millones de perfiles y los ingenieros observaron "claras tendencias" que
diferenciaban el comportamiento de unos y de otros
. Como era de esperar
los que iban al grano y mencionaban claramente la palabra "love"
(amor) en su perfil encontraban pareja antes.
Esto funcionaba tanto
para los hombres como para las mujeres. También causaban buena impresión
a la pareja potencial el uso de términos como "time" (tiempo), "life" (vida), "friend" (amigo), "music" (música).
En el caso de los hombres, las
palabras que se asociaron a los perfiles más populares denotaban el
interés por establecer una relación estable y de largo recorrido.
Las palabras que se asociaron con el éxito amoroso en los perfiles masculinos fueron:
heart (corazón)
children (niños)
romantic (romántico
relationship (relación)
Entre las mujeres se repetía un
patrón parecido.
Aquellas que encontraban pareja habían mencionado la
posibilidad de una relación, y explícitamente la palabra, un 16% más que
aquellas que aún seguían solteras.
Los que aún seguían en su
travesía del desierto solían emplear con mayor frecuencia términos que
se referían a momentos o a actividades a corto plazo, contactos sin
mucho recorrido.
Por ejemplo, ellas hablaban de una cena, un
viaje o un día de compras
. Ellos, a pasar un rato juntos o hacían
chistes vagos y demasiado seguidos.
Una investigación parecida se hizo por encargo de la revista Wired en los portales de búsqueda de pareja OKCupid y Match.com.
En este caso, los que habían encontrado pareja habían empleado con frecuencia palabras referidas a la práctica de deportes, sobre todo al aire libre como el esquí o el surf.
Otras palabras que puntuaban
bien eran London, NYC y pasaporte.
De lo que deducen los ingenieros que
hay un espíritu internacional y cosmopolita a la hora de buscar pareja, o
al menos que se prefiere a alguien a quien le guste viajar.
Las palabras que se asociaron a los
perfiles masculinos de éxito (Es decir, que habían encontrado pareja
estable en un periodo relativamente razonable) fueron:
Surfing, surf, Yoga, esquí, mar, conciertos (live music), desayuno, ojos azules, árboles, mañanas, atletas, jubilación.
En cambio, las mujeres más populares en
esos portales se asociaron a estas palabras: London, NYC, yoga, surfing,
atletas, fitness, moda, Pulp Fiction, meditación. modelos, pereza, entrenamiento, Radiohead, Homeland, vacaciones, afortunada, creatividad, sushi, pasión, Europa, filosofía, mar, The Office, foodies, hiking, Embrujadas (Charmed) y Archer (una serie de televisión).
Se pueden deducir de estos datos dos
hechos: 1. las mujeres hablan que los hombres (véase la diferencia en la
cantidad de palabras empleadas con el mismo propósito). 2. Las mujeres
comentan mucho más sobre las series y películas que han visto o que
quieren ver. (Estas deducciones son mías no de los ingenieros de datos)
Esta fue la infografía que publicó la revista Wired con los datos recopilados.
Los investigadores también miraron las
fotos de los 400 perfiles más exitosos de esos portales para buscar las
razones por las que funcionaban mejor que los otros
. Según sus
observaciones, en el 88% de estas fotos los usuarios establecían un
contacto visual directo con la cámara, y en el 54%, los afortunados
sonreían ampliamente, sin reservas. Literalmente, con todos los dientes
fuera.
Si no sabe qué hacer con esta información, me permite remitirle a un post
publicado en este blog donde se cuenta la historia de Amy Web, una
experta en datos que se fabricó un superperfil de sí misma imitando lo
mejor de todo lo que encontró en Internet.
Al año se estaba casando con
el primer chico que decidió interactuar con su superperfil.
Esto no es suerte ni azar, es ingeniería de datos. Si no cree en el amor, al menos crea en la ciencia.
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