El supervisor calcula un alza del 1,2% y del 1,7% en 2014 y 2015 en sus nuevas proyecciones
El modesto crecimiento del empleo alimenta el repunte de la demanda interna
También augura que los costes laborales unitarios retrocederán un 0,9% el próximo año.
El Banco de España es más optimista que el Gobierno sobre el ritmo de
la recuperación, ya que espera que la economía crezca un 1,2% y un 1,7%
en 2014 y 2015.
Estas proyecciones superan en dos décimas a las que maneja el gabinete de Mariano Rajoy, que en el reciente debate sobre el estado de la nación vaticinó un repunte del PIB del 1% y del 1,5% para el mismo periodo.
Pero las nuevas previsiones del supervisor, publicadas este miércoles, incorporan un matiz relevante, que cuestionan su propio vaticinio para el próximo ejercicio. Porque, advierte, el Ejecutivo debe especificar aún como hará el ajuste fiscal en 2015, lo que "podría dar lugar a un avance más moderado de la actividad ese año".
Para el supervisor, que coincide en su análisis con la Comisión Europea, las claves de este crecimiento seguirán siendo un sector exterior al alza y, en el plano de las novedades, un mínimo repunte de la demanda y el saldo positivo en el empleo, donde augura que la tasa de paro se reduzca hasta el 23,8% en 2015 tras acabar 2014 en el 25%.
Esta caída se corresponde con un avance del 0,4% y del 0,9% en puestos de trabajo equivalentes y un nuevo descenso de la población activa, aunque más limitado que en 2013.
El supervisor relaciona esta modesta mejora en el empleo con la devaluación salarial y los efectos de la reforma laboral y medidas posteriores, que abaratan el despido y fomentan la contratación a tiempo parcial
. "La moderación salarial registrada en el periodo más reciente y, en general, la flexibilización del mercado de trabajo inducida por la reforma laboral aprobada en 2012 han permitido, entre otros factores, adelantar el proceso de creación neta de puestos de trabajo, a pesar de la naturaleza todavía endeble de la recuperación de la actividad", apuntan los técnicos del Banco de España, para indicar que esperan que la moderación salarial, con subidas en convenio cercanas al 0,6%, se mantenga hasta 2015.
La mínima mejora en el empleo limitará el crecimiento de la productividad aparente del trabajo, que aún así será suficiente, según el Banco de España, para inducir rebajas adicionales en los costes laborales unitarios (en el entorno del -1% anual) en los próximos años.
Este indicador es uno de los más empleados por los organismos oficiales para calibrar la competitividad en comparación con otras economías.
"Para el bienio 2014-2015 se espera que se consolide la incipiente recuperación de la actividad, con tasas de crecimiento positivas superiores al 1%", afirma el Banco de España en el boletín económico de marzo. La demanda interna, añade en relación al gasto de las familias y la inversión de las empresas, "tomará progresivamente el relevo del sector exterior como la principal fuente de contribución al crecimiento"
. El consumo privado crecerá por encima del 1%, mientras la inversión en bienes de equipo acelerará su ritmo de recuperación, con tasas cercanas al 6%
. Por el contrario, las caídas de la inversión residencial no alcanzarán "un punto de inflexión" hasta 2015.
Eso supone que la recuperación seguirá apoyándose en una aportación positiva de la demanda externa.
Aquí, los técnicos del Banco de España anticipan que las exportaciones de bienes y servicios seguirán creciendo a buen ritmo (entre el 5% y el 6% anual), una proyección condicionada porque la recuperación en la zona euro se consolide y porque la ralentización de las economías emergentes no se convierta en un brusco frenazo.
Las importaciones también aumentan (entre el 3% y el 4%), en paralelo al repunte de la demanda interna. El supervisor opta por no incorporar el supuesto efecto de la sustitución de importaciones por bienes de producción nacional, por las "dificultades para identificar el alcance y la persistencia de estos procesos".
Otra de las previsiones en las que el supervisor advierte de riesgos en su vaticinio es la que realiza sobre la evolución de los precios.
Como otros analistas y organismos oficiales anticipa una inflación muy baja (por debajo del 1%, según el deflactor del consumo del PIB) en estos dos años.
Pero agrega que la infrautilización de la capacidad productiva y laboral, así como la apreciación del euro o los precios energéticos pueden traducirse "en una presión desinflacionista más acusada que la aquí proyectada", una perspectiva que ha intensificado el debate en el BCE sobre la necesidad de nuevas medidas de estímulo.
Sobre el modo en que están realizadas estas proyecciones, el Banco de España explica que, "en el caso del gasto, las proyecciones incorporan, además de las medidas de política fiscal ya aprobadas, una estimación del impacto de los planes oficiales de medio plazo y la continuación de la tendencia al ajuste de determinadas partidas".
En el caso de los ingresos, continúa, "se ha incluido únicamente el impacto de las medidas que han sido ya aprobadas".
En este apartado, matiza el informe, "se supone que el gravamen complementario del IRPF, que habría aumentado la recaudación en 2012, 2013 y 2014, expira en 2015, en línea con la legislación actualmente en vigor, con un impacto negativo sobre la recaudación, que se puede estimar en este último año en torno a 0,5 puntos de PIB".
Con estos supuestos, "se espera que el déficit público se sitúe en 2014 en línea con el objetivo" del 5,8% desde el entorno del 6,7% de 2013. Para 2015 se asume, sin embargo, una reducción inferior de 0,3 puntos porcentuales del PIB, hasta el 5,5%".
"Este supuesto refleja la falta de especificación de las medidas para 2015 y dicha cifra debería reducirse una vez se conozca la totalidad de los planes de ajuste presupuestario para ese año, que se realizará en la Actualización del Programa de Estabilidad que se publicará el 30 de abril y/o en los Presupuestos de las distintas AAPP, que se conocerán en otoño".
Estas proyecciones superan en dos décimas a las que maneja el gabinete de Mariano Rajoy, que en el reciente debate sobre el estado de la nación vaticinó un repunte del PIB del 1% y del 1,5% para el mismo periodo.
Pero las nuevas previsiones del supervisor, publicadas este miércoles, incorporan un matiz relevante, que cuestionan su propio vaticinio para el próximo ejercicio. Porque, advierte, el Ejecutivo debe especificar aún como hará el ajuste fiscal en 2015, lo que "podría dar lugar a un avance más moderado de la actividad ese año".
Para el supervisor, que coincide en su análisis con la Comisión Europea, las claves de este crecimiento seguirán siendo un sector exterior al alza y, en el plano de las novedades, un mínimo repunte de la demanda y el saldo positivo en el empleo, donde augura que la tasa de paro se reduzca hasta el 23,8% en 2015 tras acabar 2014 en el 25%.
Esta caída se corresponde con un avance del 0,4% y del 0,9% en puestos de trabajo equivalentes y un nuevo descenso de la población activa, aunque más limitado que en 2013.
El supervisor relaciona esta modesta mejora en el empleo con la devaluación salarial y los efectos de la reforma laboral y medidas posteriores, que abaratan el despido y fomentan la contratación a tiempo parcial
. "La moderación salarial registrada en el periodo más reciente y, en general, la flexibilización del mercado de trabajo inducida por la reforma laboral aprobada en 2012 han permitido, entre otros factores, adelantar el proceso de creación neta de puestos de trabajo, a pesar de la naturaleza todavía endeble de la recuperación de la actividad", apuntan los técnicos del Banco de España, para indicar que esperan que la moderación salarial, con subidas en convenio cercanas al 0,6%, se mantenga hasta 2015.
La mínima mejora en el empleo limitará el crecimiento de la productividad aparente del trabajo, que aún así será suficiente, según el Banco de España, para inducir rebajas adicionales en los costes laborales unitarios (en el entorno del -1% anual) en los próximos años.
Este indicador es uno de los más empleados por los organismos oficiales para calibrar la competitividad en comparación con otras economías.
"Para el bienio 2014-2015 se espera que se consolide la incipiente recuperación de la actividad, con tasas de crecimiento positivas superiores al 1%", afirma el Banco de España en el boletín económico de marzo. La demanda interna, añade en relación al gasto de las familias y la inversión de las empresas, "tomará progresivamente el relevo del sector exterior como la principal fuente de contribución al crecimiento"
. El consumo privado crecerá por encima del 1%, mientras la inversión en bienes de equipo acelerará su ritmo de recuperación, con tasas cercanas al 6%
. Por el contrario, las caídas de la inversión residencial no alcanzarán "un punto de inflexión" hasta 2015.
Consumo todavía débil
El supervisor añade que la recuperación del consumo privado "tendrá lugar a un ritmo más moderado" que en otras épocas "dada la profundidad de algunos de los efectos de la crisis sobre la situación real y financiera" de los hogares y el sector empresarial, pese a que esas condiciones financieras han mejorado en los últimos meses.Eso supone que la recuperación seguirá apoyándose en una aportación positiva de la demanda externa.
Aquí, los técnicos del Banco de España anticipan que las exportaciones de bienes y servicios seguirán creciendo a buen ritmo (entre el 5% y el 6% anual), una proyección condicionada porque la recuperación en la zona euro se consolide y porque la ralentización de las economías emergentes no se convierta en un brusco frenazo.
Las importaciones también aumentan (entre el 3% y el 4%), en paralelo al repunte de la demanda interna. El supervisor opta por no incorporar el supuesto efecto de la sustitución de importaciones por bienes de producción nacional, por las "dificultades para identificar el alcance y la persistencia de estos procesos".
Otra de las previsiones en las que el supervisor advierte de riesgos en su vaticinio es la que realiza sobre la evolución de los precios.
Como otros analistas y organismos oficiales anticipa una inflación muy baja (por debajo del 1%, según el deflactor del consumo del PIB) en estos dos años.
Pero agrega que la infrautilización de la capacidad productiva y laboral, así como la apreciación del euro o los precios energéticos pueden traducirse "en una presión desinflacionista más acusada que la aquí proyectada", una perspectiva que ha intensificado el debate en el BCE sobre la necesidad de nuevas medidas de estímulo.
Sobre el modo en que están realizadas estas proyecciones, el Banco de España explica que, "en el caso del gasto, las proyecciones incorporan, además de las medidas de política fiscal ya aprobadas, una estimación del impacto de los planes oficiales de medio plazo y la continuación de la tendencia al ajuste de determinadas partidas".
En el caso de los ingresos, continúa, "se ha incluido únicamente el impacto de las medidas que han sido ya aprobadas".
En este apartado, matiza el informe, "se supone que el gravamen complementario del IRPF, que habría aumentado la recaudación en 2012, 2013 y 2014, expira en 2015, en línea con la legislación actualmente en vigor, con un impacto negativo sobre la recaudación, que se puede estimar en este último año en torno a 0,5 puntos de PIB".
Con estos supuestos, "se espera que el déficit público se sitúe en 2014 en línea con el objetivo" del 5,8% desde el entorno del 6,7% de 2013. Para 2015 se asume, sin embargo, una reducción inferior de 0,3 puntos porcentuales del PIB, hasta el 5,5%".
"Este supuesto refleja la falta de especificación de las medidas para 2015 y dicha cifra debería reducirse una vez se conozca la totalidad de los planes de ajuste presupuestario para ese año, que se realizará en la Actualización del Programa de Estabilidad que se publicará el 30 de abril y/o en los Presupuestos de las distintas AAPP, que se conocerán en otoño".
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