El secuestro es uno de los crímenes modernos más despreciables, pero también uno de los más fascinantes debido a los efectos psicológicos que puede causar tanto en la victima, como en el victimario o la familia del secuestrado.
Como ejemplo tenemos a los captores que se preocupan por sus victimas, algunas veces llegan a ser muy protectores durante el tiempo que dura el cautiverio.
Por el contrario, estar secuestrado puede desarrollar un profundo sentimiento de empatía hacia los captores, incluso a niveles tales que el cautivo puede adoptar los valores del secuestrador como validos
. Este ultimo es el famoso “Síndrome de Estocolmo“, un termino que se aplico originalmente a los rehenes de un atraco en un banco en Estocolmo.
Cuando los rehenes fueron liberados después de 6 días de secuestro, estos defendieron las acciones de sus captores.
La siguiente lista muestra algunos de los secuestros que gozaron de fama en el pasado, algunos por tratarse de familias importantes y adineradas y otras por el hecho del secuestro en sí, hoy el secuestro se ha vuelto algo tan común en varios lugares del mundo (México es el mejor ejemplo) que parece algo tan cotidiano como el amanecer.
Secuestro de John Paul Getty III.
El nieto del industrial estadounidense J. Paul Getty, JPG III, creció en Roma, donde su padre estaba a cargo de parte de las operaciones europeas de Getty Oil. JPG III creció en la década de 1960 como un joven rebelde, hizo todo lo necesario para lograr ser expulsado de la exclusiva escuela privada a la que había asistido.El 10 de julio de 1973, JPG III fue secuestrado.
Sus captores enviaron una nota a sus padres exigiendo un rescate de US $ 17 millones. La familia inicialmente no respondió, y algunos de sus parientes se burlaron de la demanda, creyendo que JPG III había organizado su propio secuestro por motivos económicos, algo con lo que él había bromeado de vez en cuando
. Sus secuestradores enviaron otra demanda, pero los trabajadores postales en Italia se fueron a la huelga, retrasando su llegada.
Después de varias semanas, la familia pidió al patriarca, J. Paul, que hiciera efectivo el rescate.
Él se negó, diciendo que podría alentar el secuestro de sus otros nietos.
Finalmente, en noviembre, los secuestradores enviaron un mechón de pelo JPG III y su oreja, una demanda de rescate mucho más pequeña (en la actualidad poco más de $ 3 millones), y una nota amenazando con enviar el resto de JPG III de vuelta a la familia pieza por pieza. J. Paul finalmente accedió a financiar el rescate, pero sólo la cantidad deducibles de impuestos (algo más de $ 2 millones), y prestaría el resto a su hijo J. Paul Jr., que a su vez tenia que pagar el resto a tasas de intereses.
JPG III fue liberado por sus captores, justo una semana antes de Navidad.
De la docena de personas que estuvieron involucrados en el secuestro, sólo dos fueron condenados. Varios años más tarde, JPG III fue sometido a una cirugía para reconstruir la oreja cortada.
En la década de 1980 una sobredosis de drogas mermó su salud, y se mantuvo en mal estado hasta su muerte a principios de 2011.
Secuestro de Mary McElroy.
Henry McElroy fue el encargado de la ciudad de Kansas City, Missouri, a principios de 1930.Una tarde de primavera de 1933, a sus veinticinco años de edad, su hija Mary se estaba bañando en la casa de su padre, cuando una banda de cuatro hombres enmascarados utilizado una escopeta la forzaron a entrar en la casa
. Mary y sus secuestradores tuvieron una conversación de lo más jovial: cuando los secuestradores le exigieron que los acompañara, pidió tiempo para terminar su baño y vestirse.
Cuando le dijeron que iban a demandar 60 mil dólares, ella respondió: “Yo valgo mucho más que eso.”
Los captores de Mary la ocultaban en el sótano de una granja en Kansas City, en la zona rural de Kansas.
Su padre pagó un rescate negociado de $ 30 mil, y fue liberada después de un día y una noche de cautiverio.
Tres de sus cuatro secuestradores fueron detenidos durante el mes siguiente.
Mary sufrió vergüenzas después del secuestro. En el juicio de sus captores, se negó a cooperar con los fiscales.
Ella expresó públicamente su simpatía por sus secuestradores, pidió por escrito (con éxito) un indulto cuando el líder de la banda fue condenado a muerte
. Su vida después del secuestro fue muy difícil, sufrió un ataque de nervios antes del juicio, y después varios más.
Se suicido en 1940, dejando una nota en la que afirmó que sus captores eran las únicas personas en la tierra que no la consideraban una tonta.
Secuestro de Bobby Greenlease.
Veinte años después del cautiverio de Mary McElroy, Kansas City fue el escenario de otro secuestro infame.Bobby Greenlease era el hijo de seis años de edad, de Robert Greenlease, un acaudalado empresario dueño de concesiones de General Motors en varios estados.
Bobby fue secuestrado en su escuela por Bonnie Heady, una delincuente y adicta a las drogas. Heady pretendía ser tía de Bobby, y afirmó que la madre de Bobby había sufrido un ataque al corazón. Bobby le acompañó por voluntad propia.
Después de tomar cautivo a Bobby, Heady se reunió con su novio, Carl Hall.
Los dos llevaron a Bobby a una frontera del Kansas, donde Hall disparó y mató al chico.
A continuación, envió una demanda al padre de Bobby, un rescate de 600,000 dólares.
El Sr. Greenlease, desesperado por recuperar a su hijo, siguió las instrucciones de los secuestradores de no llamar a la policía, y accedió a pagar el rescate. (En ese momento, 600,000 dólares fue el mayor rescate pagado en un secuestro en los Estados Unidos.)
Hall y Heady recogieron el rescate, luego se separaron y esperaron hasta que las cosas se “calmaran”. Hall dejó Kansas City por St Louis, donde una prostituta con la que hacía negocios descubrió el dinero
. Esta informó a la policía acerca de las grandes sumas de dinero en efectivo que llevaba Hall, la policía lo interrogó, eventualmente habló e implico a Heady
. Cuando la policía llegó a su residencia en Kansas City, encontraron el cuerpo de Bobby, enterrado en su patio trasero.
Hall y Heady fueron declarados culpables y fueron ejecutados en 1953
. Sólo la mitad del dinero del rescate fue recuperado, se rumorea que un policía sin escrúpulos recuperó el dinero para si mismo.
Secuestro de Graeme Thorne.
En la década de 1960, el gobierno de Nueva Gales del Sur tenía dificultades para financiar la construcción de la famosa Ópera de Sydney.
Para aumentar los ingresos patrocinó una serie de sorteos de lotería, con 100,000 libras en premios. (Esta cantidad sería el equivalente a cerca de $ 4.5 millones de dólares en la actualidad.) Los ganadores de uno de los concursos fueron Bazil y Freda Thorne.
Como era la costumbre, sus identidades fueron publicadas, junto con su domicilio, cuando el anuncio del premio se hizo.
Un mes más tarde, a sus ocho años de edad el hijo Graeme Thorne, estaba esperando en la acera a un amigo de la familia para darle una vuelta a la escuela
. Fue secuestrado por Stephen Bradley (un emigrante húngaro), que previamente se las había arreglado para localizar la residencia de los Thorne.
El amigo de la familia llegó al lugar de encuentro, y determinó rápidamente que Graeme no estaba en la escuela.
Menos de una hora después del secuestro la policía fue a la residencia de los Thorne para obtener información.
Mientras la policía estaba en la residencia, una llamada telefónica (contestada por uno de los oficiales) exigía un rescate de 25,000 libras.
El secuestrador llamó a la policía en varias ocasiones y el rescate nunca fue entregado
. La policía hizo pública la historia casi de inmediato, pidiendo ayuda para encontrar al niño. Lamentablemente, su cuerpo fue descubierto alrededor de cinco semanas después del secuestro. Había muerto de una herida en la cabeza menos de 24 horas después de ser secuestrado, lo que indica que pudo haber recibido accidentalmente la lesión durante el mismo secuestro.
Tres meses después del secuestro, Stephen Bradley fue detenido
. Fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua, la fiscalía construyó un libro de texto del caso sobre las pruebas forenses (fibras de la alfombra, pelo, polen, etc) Bradley murió en prisión en 1968.
Secuestro de Lesley Whittle.
Lesley Whittle era la hija de diecisiete años de edad, de George Whittle, un rico hombre de negocios. Donald “Black Panther” Neilson era un ladrón graduado con honores en el crimen cuando asesinó a una de sus victimas. Sucedió cuando irrumpió en una casa matando al dueño que lo enfrentó, el crimen fue rápido y violento, la esposa de la victima dijo a los periodistas que el asesino de su marido vestía de negro y se movía “como una pantera” de ahí nació el apodo.
En la década de 1970, George Whittle estaba siendo demandado por su esposa debido a maniobras financieras que había emprendido para impedir que recibiera su dinero en caso de su muerte o un divorcio
. Los reportajes sobre la controversia los hizo el Daily Express y otros periódicos, donde Neilson leyó acerca de ellos. Neilson pensó que podía secuestrar al hijo de Whittle, o a su concubina, y exigir un rescate de 50,000 libras. Whittle era lo suficientemente rico, pensó Neilson, para pagar esa cantidad de manera rápida y sin protestar.
Neilson irrumpió en la casa de los Whittle y encontró a Lesley
. La capturó y dejó su demanda. Mediante una serie de contratiempos, el pago del rescate nunca se hizo.
Neilson había dejado a Lesley, con las manos atadas y un alambre alrededor de su cuello, en las alcantarillas cerca de Bathpool Park, Staffordshire
. Luego de que el rescate no fue entregado Neilson huyó y Lesley cayó (o quizás su propio secuestrador la empujó) a una de las alcantarillas.
Neilson fue capturado once meses después, con una escopeta de cañones recortados se las arregló para tener a dos policías en cautiverio, la situación se invirtió hasta que finalmente lo capturaron. Fue declarado culpable del asesinato de Lesley Whittle y varios delitos más
. Ha estado encarcelado desde 1975.
Secuestro de Nina von Gallwitz.
En diciembre de 1981, Nina von Gallwitz, la hija de ocho años de edad de un funcionario del banco de Colonia, Alemania, fue secuestrada mientras caminaba a la escuela.Sus padres estuvieron de acuerdo con las demandas de los secuestradores y trataron de pagar el rescate.
Los secuestradores eran excepcionalmente cuidadosos y asustadizos, tanto que los primeros intentos de recate por la niña Gallwitz no tuvieron éxito porque las circunstancias no eran de su agrado. Afortunadamente, después de cada intento fallido, los secuestradores se ponían en contacto de nuevo, dando a los padres de Nina nuevas instrucciones, a veces con grabaciones de voz de Nina. (Los secuestradores también incrementaron el rescate con el tiempo a la suma de 1,5 millones de marcos.)
Finalmente, en mayo de 1982, los Gallwitz superaron las demandas y acordaron tirar el dinero desde un tren a toda velocidad
. Tres días más tarde Nina apareció en una área de descanso de la autopista. Dijo que la mantenían encerrada en una caja pequeña por largos periodos de tiempo, pero por lo demás se encontraba en perfecto estado.
Habia pasado más de cinco meses en cautiverio.
Debido al “profesionalismo” de los secuestradores, muy pocas pistas fueron descubiertas, una única excepción notable fue el descubrimiento de varios miles de marcos del rescate en un bosque a unos cuarenta kilómetros de Colonia.
Los captores nunca fueron aprehendidos.
Secuestro de Anthonette Cayedito.
Anthonette Cayedito, una niña Navajo de nueve años de edad, fue secuestrada en la casa de su familia en Gallup, Nuevo México, en abril de 1986. De acuerdo con la hermana de Anthonette, un hombre que dijo ser su tío agarró a Anthonette, la subió en su coche y se marchó.Varias personas afirmaron ver a Anthonette en los días siguientes al secuestro.
También pudo haber llamado al 911 en 1987, en un intento de escape de sus captores.
La oportunidad perdida más frustrante tuvo lugar en Las Vegas, Nevada.
Una camarera que dijo haber visto a una chica joven que viajaba con un hombre desaliñado y una mujer. La niña tiraba el tenedor en el suelo y agarraba la mano de la camarera cuando ella le traía cubiertos nuevos
. Después que el grupo se fue del restaurante, la camarera descubrió una nota escrita en una servilleta, colocada debajo del plato de la niña: “Ayúdame. Llama a la policía”
Cuando le mostraron una foto de Anthonette, la camarera dijo que se parecía a la chica.
Anthonette nunca ha sido encontrada.
Nadie conoce la identidad de la niña, que podría haber sido Anthonette, ni de la pareja que viajaba con ella.
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