Los datos de las fragancias más vendidas el pasado San Valentín recién publicados por Nielsen resultan sorprendentemente reveladores
. No por el hecho de que las ventas de perfumes sigan a la baja (si en 2011 se comercializaban 17 millones y medio de fragancias, con un ingreso de 840 millones, el pasado año fueron unos 15 millones de referencias, por un montante de 721 millones de euros), o porque esas sean las fechas más positivas para la industria, con un aumento de unidades despachadas del 0,3%.
Sino por los perfumes que eligen los españoles.
Poco importa que se lancen alrededor de 400 nuevas referencias al año: las cinco más regaladas, Cupido mediante, el pasado ejercicio son clásicos populares.
Encabeza el listado una propuesta de 1970, Eau de Rochas. Cuando la firma (que ha lanzado versiones con algunas variaciones aromáticas tratando de seguir la estela de su gran éxito) asegura que es un icono que pasa de generación en generación, no lo dice por echar pecho.
Tienen fundadas razones.
La segunda que mejor caja hace, y la única masculina del listado,
es el lingote dorado de Paco Rabanne.
Parece que apelar a la riqueza y al poder dio suerte a 1 million que lleva desde su lanzamiento en 2008 copando los podios de ventas (al menos hasta la llegada de Invictus a la casa, el pasado otoño, era la más vendida de Rabanne).
El tercer puesto lo ocupa otra agua fresca, Light Blue, de Dolce&Gabbana, que celebrará en 2014 su décimotercer aniversario en las perfumerías.
Y es que España es un país de aromas frescos: en cuarta y quinta posición se encuentran CK One (que en los años 90 sentó las bases de las fragancias unisex) y Agua fresca de rosas, de Adolfo Domínguez, lanzada en 1995.
Por cierto, que tres de las cinco fragancias repitieron como best sellers en el podio navideño. Según el mismo estudio de Nielsen, Eau de Rochas, One Million y Agua fresca de Rosas se colocaron en navidades en segundo, cuarto y quinto puesto respectivamente.
Completaban el plantel Invictus, de Paco Rabanne (único lanzamiento del año en alcanzar la gloria) y Boss Bottled (un jugo de más de 15 años). Primer y tercer puesto respectivamente.
Del estudio se pueden sacar algunas conclusiones.
La primera es que, pese a todo, se sigue celebrando San Valentín (o, casualmente, se compran más fragancias a principios de febrero)
. La segunda es que olfativamente se nos puede catalogar como un pueblo clásico y de gustos eminentemente frescos, aunque en la categoría masculina se encuentran propuestas más intensas.
Y la tercera es que, por mucho que las marcas tengan la necesidad de reinventarse continuamente, la fidelidad a un buen producto sigue existiendo
. Y, quizá, como dicen en Rochas, pase de generación en generación.
Parece que apelar a la riqueza y al poder dio suerte a 1 million que lleva desde su lanzamiento en 2008 copando los podios de ventas (al menos hasta la llegada de Invictus a la casa, el pasado otoño, era la más vendida de Rabanne).
El tercer puesto lo ocupa otra agua fresca, Light Blue, de Dolce&Gabbana, que celebrará en 2014 su décimotercer aniversario en las perfumerías.
Y es que España es un país de aromas frescos: en cuarta y quinta posición se encuentran CK One (que en los años 90 sentó las bases de las fragancias unisex) y Agua fresca de rosas, de Adolfo Domínguez, lanzada en 1995.
Por cierto, que tres de las cinco fragancias repitieron como best sellers en el podio navideño. Según el mismo estudio de Nielsen, Eau de Rochas, One Million y Agua fresca de Rosas se colocaron en navidades en segundo, cuarto y quinto puesto respectivamente.
Completaban el plantel Invictus, de Paco Rabanne (único lanzamiento del año en alcanzar la gloria) y Boss Bottled (un jugo de más de 15 años). Primer y tercer puesto respectivamente.
Del estudio se pueden sacar algunas conclusiones.
La primera es que, pese a todo, se sigue celebrando San Valentín (o, casualmente, se compran más fragancias a principios de febrero)
. La segunda es que olfativamente se nos puede catalogar como un pueblo clásico y de gustos eminentemente frescos, aunque en la categoría masculina se encuentran propuestas más intensas.
Y la tercera es que, por mucho que las marcas tengan la necesidad de reinventarse continuamente, la fidelidad a un buen producto sigue existiendo
. Y, quizá, como dicen en Rochas, pase de generación en generación.
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