El escritor Javier Ríos ha pedido a sus seguidores en Twitter que describan qué es para ellos la #SpanishCaspa. Aquí los resultados.
“Quiero invitar a los ciudadanos a tirar la primera piedra sobre la
España que hay que destruir”. Así explica el periodista Javier Ríos el
germen de su libro Destruir España (Antes de que Ella nos destruya a nosotros) (Libros del Lince), una obra con un puntito de mala leche que apela al español crítico y cabreado que todos llevamos dentro.
Este gaditano afincado en Madrid que un día se fue a Cataluña, aprendió catalán por “provocar” y después pasó lustro recorriendo cada semana todos los rincones del p
aís. En sus viajes, en pleno boom económico y del ladrillo, se propuso escudriñar lo mejor y lo peor de lo que somos.
De ahí nació el espíritu de lo que en las redes sociales se llama #spanishcaspa, un hashtag con el que nos invita a aumentar esa fuente tan inagotable de caspa made in Spain como ejemplos tenemos alreded
or. Desde Manolo el del Bombo hasta Rita Barberá “sea o no sea época de Fallas”, hablar todo en presente como si uno estuviese en un programa de Telecinco, el dequeísmo o las malas indicaciones de la carretera, son algunos de los ejemplos que recopila en su libr
o. “España está plagada de caspa. Como si se tratase de un cuero cabelludo infestado, hay que acabar con ella para poder disfrutar de un país fresco y renovado”, comenta el autor.
Y claro está, la moda no es algo ajeno a este fenómeno: “La caspa cubre aspectos cotidianos de la vida de un hombre español, desde las pintas de Bárcenas sacando el dedo corazón a la prensa a los trajes azules con camisa azul y corbata azul de Florentino Pérez, sin olvidar esos tipejos lampiños de los anuncios de espuma de afeitar que insisten en afeitarse para que la novia luego les acaricie el mofle
te. Ahora que el hipsterismo ha arrasado en Malasaña o el Raval, ¿quién necesita espuma de afeitar?”, se pregunta Javier Ríos. "No somos milaneses, de acuerdo, pero tampoco hay que dejarse llevar por el campechanismo y castigarnos los unos a los otros con looks dignos de Kiko Rivera o Kiko Matamoros. Podemos mejorar el país de muchas maneras... ¡y una de ellas será no echarse más caspa encima!”, agrega.
Así pues, elegimos los siete pilares de la caspa española.
Caspalook #1: A TOPE DE MORAO
A saber: Hombre con melena a lo Jesucristo Superstar de lavado semanal; collar étnico con cuentas esotéricas; camiseta de rayas de colores –“siendo uno de ellos morado”, puntualiza Javier–, pantalón ancho “con mucha caída en tejidos naturales tibetanos y muchas rayas en armonía de morados”; calzado tipo trekking del chino del pueblo y, para redondear, es “muy recomendable un porro para completar el morao”. Es, señala, “el look ideal para dejarlo todo y vivir en la Alpujarra granadina”.
Caspalook#2: ESPANTAJO IBICENCO
Ese hombre responde, describe Ríos, a aquel que va “rapado totalmente o con media melena a lo David Guetta; con pectorales del tamaño de la sala grande de Pachá Ibiza; depilado hasta... ahí; con los bíceps tan grandes como los islotes de Es Vedrà, y con un bronceado fijado por pigmentación cutánea pero parece natura
l“. De traje, pareo con camiseta de tirantes infrasized y gafas de sol por la mañana y total look de lino blanco para la noche. “Es un look perfecto para pasar desapercibido si te caes del yate y te hundes para siempre en el Mediterráneo... Pobre”, redondea.
Caspalook#3: AMOR ROJIGUALDA
Otro típico Spanish men ataviado con “polo de punto piqué rojo con bandera de España en el cuello; bermuda clásica color azul marino; cinturón de piel trenzado; mocasín castellano con borlones y ¡sin calcetín!; surtido de pulseritas con la bandera de España y gomina para parar un AVE”. ¿Para qué sirve este aspect
o? “Para ahuyentar vascas borroka en la Semana Grande de Bilbao o ligar con mujeres antiabortistas”, responde Javier Ríos.
Caspalook #4: LOOK NO EXISTES
Un outfit hecho a medida “para que tu novia te anule como ser humano”, asegura nuestro destructor de cas
pa. Para ello, hay que enfundarse una camiseta más ancha de la cuenta de color gris y con un dibujo insulso, metida por dentro de unos jeans anchos y azules ya descoloridos
. De calzado: “Calcetín ejecutivo azul marino y zapatos de imitación del modelo pelotas de Camper pero del Carrefour”.
Caspalook#5: REJILYCRA
Si lo que busca nuestro hombre es integrarse “en el ambiente de Benidorm” su must have está compuesto por una “camiseta de rejilla negra ajustada, mucho; un pantalón pirata tejano con bolsillos cargo laterales; sandalias de piel negra; gafas de sol de esquí y riñonera de propaganda del súper del barrio”.
Caspalook #7: CATALANOFILIA
Cierra esta serie de conjuntos un estilismo “impecable para seducir a alguna heredera de empresa familiar del Maresme”
. Para ello, apuesta por gafas de pasta gruesa tipo antifaz con hasta tres colores combinados e incluso, para extremar el look, con cuadros arlequín –“lo juro, las he visto en Mataró”, nos explica Javier-; camisa negra cuello mao y solapa cubre botones –“si estás gordito, la puedes llevar por fuera” pero siempre quedando el bajo de la camisa recto porque, dice, “la tripita da ternura”-; pantalón tejano recto y negro de G-star Rough –“el pitillo, prohibido”, remarca-, y zapatos de Bikkembergs platead
os. “Los tornasolados ya no se llevan pero son de marca y estaban bien de precio, escolta nen!”.
Este gaditano afincado en Madrid que un día se fue a Cataluña, aprendió catalán por “provocar” y después pasó lustro recorriendo cada semana todos los rincones del p
aís. En sus viajes, en pleno boom económico y del ladrillo, se propuso escudriñar lo mejor y lo peor de lo que somos.
De ahí nació el espíritu de lo que en las redes sociales se llama #spanishcaspa, un hashtag con el que nos invita a aumentar esa fuente tan inagotable de caspa made in Spain como ejemplos tenemos alreded
or. Desde Manolo el del Bombo hasta Rita Barberá “sea o no sea época de Fallas”, hablar todo en presente como si uno estuviese en un programa de Telecinco, el dequeísmo o las malas indicaciones de la carretera, son algunos de los ejemplos que recopila en su libr
o. “España está plagada de caspa. Como si se tratase de un cuero cabelludo infestado, hay que acabar con ella para poder disfrutar de un país fresco y renovado”, comenta el autor.
Y claro está, la moda no es algo ajeno a este fenómeno: “La caspa cubre aspectos cotidianos de la vida de un hombre español, desde las pintas de Bárcenas sacando el dedo corazón a la prensa a los trajes azules con camisa azul y corbata azul de Florentino Pérez, sin olvidar esos tipejos lampiños de los anuncios de espuma de afeitar que insisten en afeitarse para que la novia luego les acaricie el mofle
te. Ahora que el hipsterismo ha arrasado en Malasaña o el Raval, ¿quién necesita espuma de afeitar?”, se pregunta Javier Ríos. "No somos milaneses, de acuerdo, pero tampoco hay que dejarse llevar por el campechanismo y castigarnos los unos a los otros con looks dignos de Kiko Rivera o Kiko Matamoros. Podemos mejorar el país de muchas maneras... ¡y una de ellas será no echarse más caspa encima!”, agrega.
Así pues, elegimos los siete pilares de la caspa española.
Caspalook #1: A TOPE DE MORAO
A saber: Hombre con melena a lo Jesucristo Superstar de lavado semanal; collar étnico con cuentas esotéricas; camiseta de rayas de colores –“siendo uno de ellos morado”, puntualiza Javier–, pantalón ancho “con mucha caída en tejidos naturales tibetanos y muchas rayas en armonía de morados”; calzado tipo trekking del chino del pueblo y, para redondear, es “muy recomendable un porro para completar el morao”. Es, señala, “el look ideal para dejarlo todo y vivir en la Alpujarra granadina”.
Caspalook#2: ESPANTAJO IBICENCO
Ese hombre responde, describe Ríos, a aquel que va “rapado totalmente o con media melena a lo David Guetta; con pectorales del tamaño de la sala grande de Pachá Ibiza; depilado hasta... ahí; con los bíceps tan grandes como los islotes de Es Vedrà, y con un bronceado fijado por pigmentación cutánea pero parece natura
l“. De traje, pareo con camiseta de tirantes infrasized y gafas de sol por la mañana y total look de lino blanco para la noche. “Es un look perfecto para pasar desapercibido si te caes del yate y te hundes para siempre en el Mediterráneo... Pobre”, redondea.
Caspalook#3: AMOR ROJIGUALDA
Otro típico Spanish men ataviado con “polo de punto piqué rojo con bandera de España en el cuello; bermuda clásica color azul marino; cinturón de piel trenzado; mocasín castellano con borlones y ¡sin calcetín!; surtido de pulseritas con la bandera de España y gomina para parar un AVE”. ¿Para qué sirve este aspect
o? “Para ahuyentar vascas borroka en la Semana Grande de Bilbao o ligar con mujeres antiabortistas”, responde Javier Ríos.
Caspalook #4: LOOK NO EXISTES
Un outfit hecho a medida “para que tu novia te anule como ser humano”, asegura nuestro destructor de cas
pa. Para ello, hay que enfundarse una camiseta más ancha de la cuenta de color gris y con un dibujo insulso, metida por dentro de unos jeans anchos y azules ya descoloridos
. De calzado: “Calcetín ejecutivo azul marino y zapatos de imitación del modelo pelotas de Camper pero del Carrefour”.
Caspalook#5: REJILYCRA
Si lo que busca nuestro hombre es integrarse “en el ambiente de Benidorm” su must have está compuesto por una “camiseta de rejilla negra ajustada, mucho; un pantalón pirata tejano con bolsillos cargo laterales; sandalias de piel negra; gafas de sol de esquí y riñonera de propaganda del súper del barrio”.
Caspalook #7: CATALANOFILIA
Cierra esta serie de conjuntos un estilismo “impecable para seducir a alguna heredera de empresa familiar del Maresme”
. Para ello, apuesta por gafas de pasta gruesa tipo antifaz con hasta tres colores combinados e incluso, para extremar el look, con cuadros arlequín –“lo juro, las he visto en Mataró”, nos explica Javier-; camisa negra cuello mao y solapa cubre botones –“si estás gordito, la puedes llevar por fuera” pero siempre quedando el bajo de la camisa recto porque, dice, “la tripita da ternura”-; pantalón tejano recto y negro de G-star Rough –“el pitillo, prohibido”, remarca-, y zapatos de Bikkembergs platead
os. “Los tornasolados ya no se llevan pero son de marca y estaban bien de precio, escolta nen!”.
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