La solicitud sobre el conocido "test de la verdad" se traslada al fiscal y la familia de la menor
El condenado acepta la nueva técnica para averiguar el paradero del cuerpo de Marta.
La policía ha formalizado finalmente su petición al Juzgado de
Instrucción Nº 4 de Sevilla, que mantiene abierta una pieza separada
para la búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo,
para que se practique “una prueba clínica del potencial evocado
cognitivo”, conocido como P300 o "test de la verdad", a Miguel Carcaño,
quien actualmente cumple condena por el asesinato de la menor y que ha
consentido previamente someterse a la misma.
El titular del Juzgado de Instrucción dará traslado de la mencionada solicitud al ministerio fiscal, a la representación legal de la familia de la menor así como a la representación de Miguel Carcaño para que se pronuncien oficialmente sobre la solicitud, según fuentes judiciales.
Los agentes pretenden hallar con esta prueba el cuerpo de Marta del Castillo, que sigue sin ser localizado.
Si todas las partes la admiten, podría solicitarse el traslado de Carcaño al hospital Miguel Servet de Zaragoza, un centro en España donde se realiza.
Este test pretende averiguar si Carcaño conserva en el cerebro los datos del paradero del cuerpo de la joven asesinada el 24 de enero de 2009.
La prueba, que se aplicó por primera vez en diciembre al presunto asesino de una mujer desaparecida en Ricla (Zaragoza), según explicó José Ramón Valdizán, ex jefe del servicio de neurofisiología del hospital Miguel Servet, consistiría en obtener de Carcaño un electroencefalograma que registraría su respuesta cerebral a imágenes de los posibles lugares donde pudo enterrar el cadáver de Marta.
En caso de que recordara alguno de esos emplazamientos, el cerebro emitiría un impulso eléctrico en 300 milisegundos (onda P 300) y en el aparato se proyectaría una onda más alta que si la imagen fuera desconocida para el individuo.
"Con la P300 extraemos información de memoria del sistema nervioso central
. Los polígrafos o máquinas de la verdad, por otro lado, registran variaciones de frecuencia cardica y respiratoria que están controladas por el sistema nervioso autónomo, gobernado a su vez por el sistema nervioso central.
Esta jerarquización hace que sea más fácil adulterar las respuestas controladas por la zona inferior", explicó Valdizán.
Esta prueba neurofisiológica, conocida como Potencial de Evocación Cognitiva, se lleva utilizando en investigaciones criminales desde hace 13 años
. El primero en ultilizarla fue el científico americano Lawrence Farwell, quien, en una entrevista con EL PAÍS en diciembre pasado, aseguraba que el método tiene una fiabilidad del 99%
. El investigador aseveraba que había sometido a un centenar de sospechosos a esta técnica, pero que una sola ocasión sirvió como prueba ante un tribunal.
En ese caso, la técnica sirvió para sacar de la cárcel a Terry Harrington, acusado por un crimen que no cometió y por el que permaneció encerrado 23 años.
El titular del Juzgado de Instrucción dará traslado de la mencionada solicitud al ministerio fiscal, a la representación legal de la familia de la menor así como a la representación de Miguel Carcaño para que se pronuncien oficialmente sobre la solicitud, según fuentes judiciales.
Los agentes pretenden hallar con esta prueba el cuerpo de Marta del Castillo, que sigue sin ser localizado.
Si todas las partes la admiten, podría solicitarse el traslado de Carcaño al hospital Miguel Servet de Zaragoza, un centro en España donde se realiza.
Este test pretende averiguar si Carcaño conserva en el cerebro los datos del paradero del cuerpo de la joven asesinada el 24 de enero de 2009.
La prueba, que se aplicó por primera vez en diciembre al presunto asesino de una mujer desaparecida en Ricla (Zaragoza), según explicó José Ramón Valdizán, ex jefe del servicio de neurofisiología del hospital Miguel Servet, consistiría en obtener de Carcaño un electroencefalograma que registraría su respuesta cerebral a imágenes de los posibles lugares donde pudo enterrar el cadáver de Marta.
En caso de que recordara alguno de esos emplazamientos, el cerebro emitiría un impulso eléctrico en 300 milisegundos (onda P 300) y en el aparato se proyectaría una onda más alta que si la imagen fuera desconocida para el individuo.
"Con la P300 extraemos información de memoria del sistema nervioso central
. Los polígrafos o máquinas de la verdad, por otro lado, registran variaciones de frecuencia cardica y respiratoria que están controladas por el sistema nervioso autónomo, gobernado a su vez por el sistema nervioso central.
Esta jerarquización hace que sea más fácil adulterar las respuestas controladas por la zona inferior", explicó Valdizán.
Esta prueba neurofisiológica, conocida como Potencial de Evocación Cognitiva, se lleva utilizando en investigaciones criminales desde hace 13 años
. El primero en ultilizarla fue el científico americano Lawrence Farwell, quien, en una entrevista con EL PAÍS en diciembre pasado, aseguraba que el método tiene una fiabilidad del 99%
. El investigador aseveraba que había sometido a un centenar de sospechosos a esta técnica, pero que una sola ocasión sirvió como prueba ante un tribunal.
En ese caso, la técnica sirvió para sacar de la cárcel a Terry Harrington, acusado por un crimen que no cometió y por el que permaneció encerrado 23 años.
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