A la hermana pequeña de Lorde, la sensación pop del momento, le ha
bastado con un publicar una canción en su blog para recibir la atención
del mundo.
¿Es un debut de primera generación o de segunda?
En agosto de 2013, una chica neozelandesa de 14 años llamada India Yelich-O’Connor
abrió un blog.
En los siguientes meses lo llenaría de fotos de paisajes y citas
profundas; de crónicas abstractas sobre los atribulados vaivenes de su
vida interior, y de reflexiones sobre moda o los sentimientos entre
otros tópicos de la blogosfera adolescente. Ese mismo agosto, la hermana
mayor de India actuó por primera vez en Estados Unidos. Había sido
descubierta gracias a un vídeo de YouTube en el que se la veía cantando y
al poco Universal le ofrecía un contrato. Meses después, Ella
Yelich-O’Connor, de 16 años y también conocida como
Lorde, se convertiría en
el fenómeno pop del momento. Su
single Royals coronó las listas de lo más escuchado durante meses. Lorde fue una de las
grandes ganadoras de los Grammy. Este mes es
portada de la revista Rolling Stone
y una de las figuras más prestigiosas del pop actual. Hace pocos días,
India subió a su blog un audio cantando una canción de Christina
Aguilera. En otras palabras, y teniendo en cuenta la experiencia
familiar, se diría que ha hecho su debut.
Pero ¿debut musical o de qué?
Es probable que lo único que haya hecho India al subir esa canción
sea llamar la atención sobre sí misma. Su blog, al menos, no delata la
madurez de un proyecto artístico o de una imagen pública.
La canción, Say something,
parece una forma más de expresión de su creatividad, como la
fotografía, o el verso libre, o el resto que usa en su bitácora. Y lo de
expresarse es algo muy suyo: cuando escribe, India detalla, a lo largo
de dos semanas, los sentimientos que le va provocando el consumar ese
peliagudo tránsito que es cumplir años entre los 14 y los 15; o también
contesta a
preguntas apremiantes
de sus lectoras como: “¿Cómo haces, personalmente, para equilibrar el
colegio, los amigos y las emociones?”. Es exactamente la mezcla entre
cotidianeidad y creatividad que uno esperaría de alguien que, como ella,
es una hija quinceañera de un ingeniero y de una poeta.
Entonces, ¿es famosa?
Quizá el mayor atractivo de Lorde como artista pop es que no es una
supermujer que hace piruetas en un escenario mientras canta sobre
rupturas como Beyoncé o Miley Cyrus.
Ella se queda plantada
como la adolescente que es mientras canta sobre lucha de clases y
consumismo desde el punto de vista del pobre. En otras palabras, no
intenta ser una diva. Dentro de esa falta de ínfulas, su hermana no
tiene que ser famosa para debutar. Solo tiene que cantar en su blog.
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