Era la noticia que faltaba para cuadrar el puzle en el que muchos en
el PP ven como una ruptura sin precedentes con el ala derecha del
partido.
Al goteo de rupturas y tensiones que el Partido Popular ha vivido en las últimas semanas se ha sumdado este martes el gesto del expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, al anunciar que no asistirá a la Convención Nacional que arranca este viernes en Valladolid.
El presidente de honor de la formación se excusa por estar fuera de España y esgrime su agenda internacional, en una gira internacional que lo llevará a Londres, Filipinas y Estados Unidos.
Ahora mismo, según ha podido confirmar EL PAÍS, se encuentra en Israel.
Tardará, como mínimo, una semana en volver de un viaje que ya estaba programado.
La ausencia de Aznar agrava la crisis
. El expresidente se ha distanciado en los últimos meses del proyecto político de Mariano Rajoy; Esperanza Aguirre ha asegurado hoy que siente "mucha pena" por la decisión de Mayor Oreja; la expresidenta del PP vasco, María San Gil, muy próxima a ambos, ha acusado hoy a la dirección de los populares de "consentir" la "pesadilla" que vive Euskadi "en relación con el entramado" de ETA, informa EP; y José Antonio Ortega Lara, símbolo de las víctimas del terrorismo, se ha sumado a Vox, el proyecto de Santiago Abascal, a la derecha del PP, junto con el europarlamentario catalán Alejo Vidal-Quadras.
En dos días se ha producido este anuncio la renuncia de Mayor Oreja y el abandono de Vidal-Quadras
. Y con vistas a la convención, la dirección del PP se emplea en rebajar la tensión ante el nuevo varapalo a la unidad de la formación.
Nadie niega que hay un sector del partido que se muestra incomodo con las decisiones del Gobierno, sobre todo en materia antiterrorista. Pero los máximos dirigentes populares, con la secretaria general, María Dolores de Cospedal, a la cabeza, tratan de minimizar la polémica.
"La decisión de Mayor Oreja puede parecer un revés, pero esto no es un revés sino una forma distinta de continuar", ha asegurado la número dos de los populares en una entrevista en la Cope.
El partido no le dio mayor importancia a la aparición de Vox, que supone una primera pequeña escisión dentro de sus filas
. De hecho, en términos electorales nadie llega a temer de verdad su efecto con vistas a las elecciones europeas del 25 de mayo.
No obstante, la creación de esa formación tiene para muchos dentro del partido un valor simbólico. Y ahora, tras la renuncia de Mayor Oreja, "alejado de la línea de la dirección y absolutamente enfrentado al PP vasco", las divisiones internas adquieren otra dimensión. "Personalmente, siento mucha pena. Jaime es un referente en el PP y en la lucha contra el terrorismo", ha manifestado Esperanza Aguirre.
En cualquier caso, hay un sector del PP que incluso se alegra de que la derecha se desgaje del núcleo duro. Mientras tanto, hoy se ha despejado la última incógnita: el expresidente José María Aznar no participará finalmente en la convención nacional que se celebra este fin de semana en Valladolid.
Al goteo de rupturas y tensiones que el Partido Popular ha vivido en las últimas semanas se ha sumdado este martes el gesto del expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, al anunciar que no asistirá a la Convención Nacional que arranca este viernes en Valladolid.
El presidente de honor de la formación se excusa por estar fuera de España y esgrime su agenda internacional, en una gira internacional que lo llevará a Londres, Filipinas y Estados Unidos.
Ahora mismo, según ha podido confirmar EL PAÍS, se encuentra en Israel.
Tardará, como mínimo, una semana en volver de un viaje que ya estaba programado.
La ausencia de Aznar agrava la crisis
. El expresidente se ha distanciado en los últimos meses del proyecto político de Mariano Rajoy; Esperanza Aguirre ha asegurado hoy que siente "mucha pena" por la decisión de Mayor Oreja; la expresidenta del PP vasco, María San Gil, muy próxima a ambos, ha acusado hoy a la dirección de los populares de "consentir" la "pesadilla" que vive Euskadi "en relación con el entramado" de ETA, informa EP; y José Antonio Ortega Lara, símbolo de las víctimas del terrorismo, se ha sumado a Vox, el proyecto de Santiago Abascal, a la derecha del PP, junto con el europarlamentario catalán Alejo Vidal-Quadras.
En dos días se ha producido este anuncio la renuncia de Mayor Oreja y el abandono de Vidal-Quadras
. Y con vistas a la convención, la dirección del PP se emplea en rebajar la tensión ante el nuevo varapalo a la unidad de la formación.
Nadie niega que hay un sector del partido que se muestra incomodo con las decisiones del Gobierno, sobre todo en materia antiterrorista. Pero los máximos dirigentes populares, con la secretaria general, María Dolores de Cospedal, a la cabeza, tratan de minimizar la polémica.
"La decisión de Mayor Oreja puede parecer un revés, pero esto no es un revés sino una forma distinta de continuar", ha asegurado la número dos de los populares en una entrevista en la Cope.
El partido no le dio mayor importancia a la aparición de Vox, que supone una primera pequeña escisión dentro de sus filas
. De hecho, en términos electorales nadie llega a temer de verdad su efecto con vistas a las elecciones europeas del 25 de mayo.
No obstante, la creación de esa formación tiene para muchos dentro del partido un valor simbólico. Y ahora, tras la renuncia de Mayor Oreja, "alejado de la línea de la dirección y absolutamente enfrentado al PP vasco", las divisiones internas adquieren otra dimensión. "Personalmente, siento mucha pena. Jaime es un referente en el PP y en la lucha contra el terrorismo", ha manifestado Esperanza Aguirre.
En cualquier caso, hay un sector del PP que incluso se alegra de que la derecha se desgaje del núcleo duro. Mientras tanto, hoy se ha despejado la última incógnita: el expresidente José María Aznar no participará finalmente en la convención nacional que se celebra este fin de semana en Valladolid.
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