Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

5 nov 2013

Mar Flores: "Si no aparece Javier Merino no hubiese vuelto a estar con ningún hombre. Yo me he curado con amor”

En los años noventa era la mujer más polémica de España, hasta que decidió desaparecer tras una portada con el donde Lecquio que convirtió su vida privada en un asunto de debate público. 

Ahora que por fin ha encontrado la estabilidad, la modelo, actriz y madre de cinco hijos, está a punto de emprender una aventura empresarial.

 Mar Flores nos cuenta cómo sobrevivió al infierno del acoso y derribo mediático y por qué renunció a su carrera cuando el hombre de su vida se lo pidió.

"Imagen del artículo
Mar Flores fotografiada en Ibiza. © Rubén Vega
Fue un personaje imprescindible de la vida social madrileña y sus sonadas relaciones con el todopoderoso naviero Fernando Fernández Tapias, con el playboy del momento, Alessandro Lecquio, y con el aristócrata Cayetano Martínez de Irujo la conviertieron en una de las mujeres más observadas del panorama mediático español en los años noventa.
 La mañana en que todos los quioscos de España amanecieron con la portada de Interviú marcó un antes y un después en su vida. La historia fue un auténtico terremoto.
“De aquella época no me quedan amigos”, reconoce.
—Ese momento, ¿fue tan duro como su divorcio? ¿Lo considera un punto de inflexión similar en su vida?
Creo que si volviese a caer probablemente me levantaría"
 
—No. Esto fue mucho más fácil
. Yo con mis parejas había hablado y decidido lo que tenía que hacer. Todos sabíamos cómo habíamos acabado y cómo habíamos quedado unos con otros en su momento.
 Otra cosa era la versión que los medios manejaban.
 Fue duro que la gente se creyera lo que otros dijeron y ver a mis padres sufrir, aunque ellos sabían la verdad. Yo tenía un hijo que iba al cole y le decían cosas.
—¿Por qué cree que despertó esas reacciones?
—Me atacaron porque España es muy visceral y reacciona a la información que le dan. Si la información es errónea, ¿qué haces? Somos un país muy machista y las mujeres, malas entre nosotras.
Además, está la envidia.
 Yo he sentido mucho más rechazo de las mujeres que de los hombres.
 Profesionalmente y también personalmente
. Ahora muchas veces me paran y me piden una foto con muchísima educación.
 Pero antes escuchaba eso de: ‘No te hagas una foto con esa’. Y yo pensaba: ‘¿Qué sabrá esta señora de lo que hago yo en mi cama?.
Flores está convencida de que en España “si un tío sale con tres mujeres es un machote. Si eres una mujer y haces lo mismo, una prostituta”.
Tras el episodio, del que aún le resulta muy difícil hablar, comenzó lo que ella misma denomina la segunda parte de su vida. “Creo que si volviese a caer probablemente me levantaría”.
 Mar Flores habla con franqueza sobre su relación con su marido, el empresario Javier Merino:
“Lo más grande que me ha pasado a mí fue recuperarlo. Si no llego a transformar mi amistad con él en lo que es ahora no hubiese vuelto a estar con ningún hombre.
Por supuesto que he ido al psicólogo y al psiquiatra porque yo creo que todos, cuando atravesamos en momentos difíciles, tenemos que acudir a profesionales. Pero yo me he curado con amor”.
Flores, que cuenta cómo recuperó a su marido después de haberle descartado como pareja, cierra filas en torno a Merino, trece años mayor que ella y ahora imputado en un caso de corrupción en el Ayuntamiento de Estepona y condenado por uso de información privilegiada en un negocio inmobiliario:
 “Cuando envejezca le cuidaré porque él me ha cuidado a mí como una reina”.
Flores, que vivió su primer divorcio, del Conde Carlo Constanza Castiglione, como una experiencia traumática, se define como una superviviente y habla de aquella etapa de su vida como la más activa profesionalmente para ella:
 “Cuando tocas fondo te agarras a cualquier cosa que te dé libertad, que te haga sentir humana: trabajar, viajar, tomar tus propias decisiones”.

 

1 comentario:

CARLA BRUNI dijo...

Mujeres que en su afán de ser "Alguien" a través de un Hombre que les de poder y fama se venden al mejor postor y flaco favor nos hacen a las mujeres que tanto luchamos por ser nosotras mismas.....Dos eran dos las hijas de Elena dos pero ninguna era buena, (Se que eran tres)