Basta ya
. Hemos llegado, una vez más, a este día emblemático de la
brutalidad y la miseria moral.
A este martes de septiembre que simboliza
todo lo que odio de la sociedad española: su parte oscura, retrógrada,
violenta, inculta, primitiva, tribal.
Hoy, una vez más, un pobre toro
será lenta y sádicamente torturado hasta la muerte en Tordesillas. Quizá
en este mismo momento, mientras lees esto, uno de esos cobardes que se
autodenominan pomposamente “lanceros” le esté tajando las tripas con una
cuchilla.
Basta ya. Año tras año intento apelar a la solidaridad de la gente de
bien, que, lo sé, son multitud y ganan por goleada a ese puñado de
energúmenos. Incluso en Tordesillas, esa bella ciudad manchada de
sangre, hay muchos a quienes asquea esta masacre.
Pero se callan.
El
sábado, en Madrid, hubo la mayor manifestación animalista que se ha
celebrado jamás en España (medía más de un kilómetro de largo: qué
lamentable el poco reflejo que tuvo en la prensa) y fue contra el Toro
de la Vega.
Sé que hay otro país y que estos torturadores forman parte
de nuestro pasado.
Pero ¿hasta cuándo vamos a permitirles celebrar esta
orgía de sufrimiento? ¿Hasta cuándo seguirán manchando la reputación de
toda España con su ferocidad medieval y obscena?
Basta ya. Esto va dirigido a los políticos.
A esa Junta del PP que
ampara tal barbaridad. A ese alcalde de Tordesillas del PSOE que comparó
el Toro de la Vega con una obra de teatro. Son ellos, los partidos, los
verdaderos culpables. Ellos deberían defendernos de estos salvajes.
Ellos deberían impedir esta glorificación del sadismo y la violencia
(diversos estudios han demostrado la relación entre los maltratadores de
animales y los de personas)
. Reniego de esos políticos cobardes e
ineptos que permiten que esta monstruosidad, incomprensible en toda
Europa, siga existiendo. Vergüenza y estupor. No nos representan.
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