Un Blues

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9 ago 2013

Amor fou vs. amor fóbico.................Del Blog EROS

Amor fou vs. amor fóbico

Por: | 09 de agosto de 2013
¿Será el amor fóbico lo contrario al idealizado amor fou? Hay etapas de la vida o gentes que en su vida sustituyen aquel amor loco de locura desatapasiones por un gesto contenido de acercamiento al otro que tan pronto puede representar el objeto de deseo como volverse una imagen que asusta.
R Mcvay_Getty Images
El amor fóbico suele estar hecho de dos partes fóbicas (valga la redundancia).
 A un lado,el que tiene todas las alarmas encendidas para el rechazo y, al otro, el que lucha cuerpo a cuerpo con la fobia al amor de la contraparte para eludir los miedos propios o por fin vencerlos, durante un ratito.
Algo de eso sucede en la lúcida película de Giuseppe TornatoreLa mejor oferta.
La última cinta de Giusseppe Tornatore, La mejor oferta, habla de varias cosas pero la que me conmovió fue esta manera de encantarnos con una historia de amor fóbico (una expresión que se me ocurrió al salir del cine). Tornatore cerca a Virgil (Geoffrey Rush), un neurótico subastador de arte, en una villa plena de codiciadas antigüedades y lo hace desvestirse frente a su síntoma.
 Su síntoma es la chica agorafóbica que, poco a poco, puede con el desamor, los miedos y las escrupulosas precauciones antipatógenas del viejo restaurador.

La trama del filme del director de Cinema Paradiso recientemente estrenado nos va despojando a nosotros también de certezas.
 Entretanto, nos quedamos boquiabiertos frente a un Petrus Christus que el experto atribuye a una ilustre falsificadora del siglo XV y empezamos a confiar en cada ardid de un conocedor del medio como Virgil. Tanta especialización en unas cosas parece conllevar una indispensable virginidad en lo afectivo, una incapacidad que adivinamos fruto del dolor, de algún dolor.
L_amour fou
Amor fou sí, pero de locura de una galaxia diferente a la del desenfreno del puro presente. Una huida hacia adelante pero para ponerse a resguardo de los propios fantasmas que atenazan.
 Desvestirse sí, pero no desgarrándose las vestiduras, como Sebastien, el protagonista de la emblemática Amour fou de Jacques Rivette
. Parece que solo los 60 podían consagrarse al amor loco de la no-especulación, a esa clase de pasión que el escritor Hakim Bey evoca ("la folie de Baudelaire, el corazón al desnudo"), según Alejandro de Portales en un artículo sobre el amor antes de la era de las inversiones (o invasiones) políticas neocon.

'L'amour fou' (1969), célebre filme de Jacques Rivette.
¿Qué hay del amor en tiempos que vuelven a ponerse tan precavidos?
Amour fou chien por Vranckx
'
El coleccionista de la película consagra una habitación a las mujeres, a las más bellas de todos los tiempos, pero imaginarias y en dos dimensiones
. Las venera pero no las toca y pregunta: "¿cómo es vivir con una mujer?", a lo que el casado desde siempre responde: "Es como una subasta: nunca sabes si la tuya es la mejor oferta".
"Cuando crees que tienes a la mujer en tu terreno es cuando descuidas la estrategia", advierte el ingeniero mujeriego (Jim Sturgess).
Para el coleccionista, otro par de guantes: hay que evitar el contacto con los gérmenes, aunque lo tóxico se cuele por otros respiraderos.
 Y la película avanza, y poco nos importa la enigmática fóbica de la villa deshabitada; solo nos importa él: ¿cuándo va a quitarse los guantes? ¿a quién va a atreverse a tocar con la piel desnuda? (eso sí, el sexo después de tanto deseo en espera suele ser sublime).
El otro como síntoma.
Equivocarse de número de teléfono y dejar el mensaje de amor en el contestador de otra persona parece una señal clara de amor fóbico, un acto fallido que nos delata.
 Apenas una de las infinitas variaciones en los deslices que alertan cuando algo se sale del cauce... como el lapsus linguae de llamar por el nombre de nuestro amante al oficial, en medio de los preliminares del sexo, ¿qué más podríamos decirle para ahuyentarlo?

 
En un interesante artículo de Gisele Sousa Díaz en el diario argentino Clarín, que se abre con una escena de la película argentina Medianeras (2011), leemos este testimonio del psicólogo Gustavo Bustamante: "el temor a entregarse y a correr el riesgo de volver a sufrir pone (a la gente fóbica al amor) en un estado de hipervigilancia.
 Entonces interpretan cada muestra de interés como una amenaza.
Así es que muchos evitan las citas y eligen su soledad: en ese encierro no hay riesgos (...). Los fóbicos suelen funcionar bien con personas casadas o que tienen otros problemas, como adicciones o disfunciones sexuales. Es que este tipo de relaciones les da una garantía: no les van a exigir un compromiso".
Acercarse a quien rehúye el afecto y dar batalla a su fobia para esquivar la nuestra nos mantiene siempre a salvo... del riesgo a sufrir y también del amor. ¿Nos reconocemos o no en esta especialidad del doble salto mortal?

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