La pareja decidió no anunciar que iban a ser padres hasta que concluyera la Copa Confederaciones para minimizar la atención mediática.
Para Iker Casillas el año 2013 ha dejado de ser uno de los peores años de su vida para convertirse en el más feliz
. El portero del Real Madrid espera su primer hijo junto a la periodista Sara Carbonero para el próximo mes de diciembre. Con la noticia de que hay un bebé en camino, queda en segundo plano una temporada futbolística marcada por una tensa relación con el que ha sido su entrenador, José Mourihno, una lesión en la mano que le mantuvo tres meses de baja, muchas jornadas en el banquillo.
Casillas se confiesa feliz porque desde hace tiempo deseaba ser padre. Cuando el año pasado por estas fechas algunos medios de comunicación aseguraban que la pareja estaba planeado casarse, él no negaba.
Su círculo más íntimo sabe que se siente unido a Sara Carbonero, su novia desde 2010, sin que haya un papel por medio, que en realidad el plan que tenían era ser padres.
La pareja supo a primeros de mayo que iban a tener un hijo pero decidieron guardar el secreto durante un tiempo.
Querían estar seguros de que el embarazo iba bien e intentar que la noticia no afectara mucho su vida cotidiana
. Así que Iker siguió con sus compromisos deportivos: concluyó la temporada con el Madrid y se fue con la selección a Brasil para la Copa Confederaciones
. Mientras, Sara Carbonero continuó con su trabajo como periodista en Telecinco y por sus obligaciones profesionales también estuvo en Brasil para informar de La Roja.
Pero esta vez Carbonero no ocupó una posición a pie de campo durante los partidos, se sitió en el puesto de comentaristas junto a Kiko Narváez y Manu Carreño. Periodistas que acompañaron a Carbonero durante su estancia en Brasil aseguran que en ningún momento sospecharon que estuviera embarazada.
Su figura no denota significativos cambios y, además, su manera de vestir ha permitido ocultarlos, ya que ella suele llevar ropa bastante suelta.
Con este estilo singular, Carbonero se ha convertido en todo un icono de moda para las adolescentes y en un reclamo para las firmas de ropa.
La pareja decidió comunicar la noticia a su íntimos pocas horas después de regresar de Brasil y antes de comenzar sus vacaciones.
Ellos confían en que cuando regresen la atención mediática haya disminuido.
Este año Iker Casillas y Sara Carbonero se han mudado a la casa que se han hecho en la lujosa, elitista y discreta urbanización de La Finca, a la afueras de Madrid. Las Casas Torres. Allí esperan la llegada de su primer hijo.
Sus amigos no descartan que en algún momento haya boda.
. El portero del Real Madrid espera su primer hijo junto a la periodista Sara Carbonero para el próximo mes de diciembre. Con la noticia de que hay un bebé en camino, queda en segundo plano una temporada futbolística marcada por una tensa relación con el que ha sido su entrenador, José Mourihno, una lesión en la mano que le mantuvo tres meses de baja, muchas jornadas en el banquillo.
Casillas se confiesa feliz porque desde hace tiempo deseaba ser padre. Cuando el año pasado por estas fechas algunos medios de comunicación aseguraban que la pareja estaba planeado casarse, él no negaba.
Su círculo más íntimo sabe que se siente unido a Sara Carbonero, su novia desde 2010, sin que haya un papel por medio, que en realidad el plan que tenían era ser padres.
La pareja supo a primeros de mayo que iban a tener un hijo pero decidieron guardar el secreto durante un tiempo.
Querían estar seguros de que el embarazo iba bien e intentar que la noticia no afectara mucho su vida cotidiana
. Así que Iker siguió con sus compromisos deportivos: concluyó la temporada con el Madrid y se fue con la selección a Brasil para la Copa Confederaciones
. Mientras, Sara Carbonero continuó con su trabajo como periodista en Telecinco y por sus obligaciones profesionales también estuvo en Brasil para informar de La Roja.
Pero esta vez Carbonero no ocupó una posición a pie de campo durante los partidos, se sitió en el puesto de comentaristas junto a Kiko Narváez y Manu Carreño. Periodistas que acompañaron a Carbonero durante su estancia en Brasil aseguran que en ningún momento sospecharon que estuviera embarazada.
Su figura no denota significativos cambios y, además, su manera de vestir ha permitido ocultarlos, ya que ella suele llevar ropa bastante suelta.
Con este estilo singular, Carbonero se ha convertido en todo un icono de moda para las adolescentes y en un reclamo para las firmas de ropa.
La pareja decidió comunicar la noticia a su íntimos pocas horas después de regresar de Brasil y antes de comenzar sus vacaciones.
Ellos confían en que cuando regresen la atención mediática haya disminuido.
Este año Iker Casillas y Sara Carbonero se han mudado a la casa que se han hecho en la lujosa, elitista y discreta urbanización de La Finca, a la afueras de Madrid. Las Casas Torres. Allí esperan la llegada de su primer hijo.
Sus amigos no descartan que en algún momento haya boda.
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