Desde la esencialidad de las Ínsulas extrañas de san Juan de la Cruz a
la imposibilidad de síntesis cifrada por Herberto Helder, el poeta
trasterrado de Madeira
. Son los dos umbrales del sentido que da José
Carlos Cataño (Santa Cruz de Tenerife, 1954), poeta insular residente en
Barcelona, a su último libro, A las islas vacías (Ave del Paraíso), que
anteayer fue presentado, en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid,
junto a la reedición de sus dos primeros poemarios, Disparos en el paraíso y Muerte sin ahí,
en un único volumen (Huerga & Fierro).
"En el título hay una
alusión soslayada a mis islas de origen; pero me interesa, sobre todo,
dar a las islas un sentido metafórico, concebidas como fragmentos, por
oposición a cualquier discurso propiamente continental o continuista",
explicó Cataño
.El poeta Antonio Martínez Sarrión, que presentó este
nuevo libro, Insistió en la "extraterritorialidad" de la poesía de
Cataño, cuya "exigencia y pureza le mantienen felizmente alejado de las
corrientes poéticas hegemónicas; es un autor que poética, estética y
políticamente arriesga"
. El crítico Carlos Álvarez-Ude, que presentó los
poemarios reeditados, dio cuenta del itinerario de Cataño, desde "la
mirada extrospectiva y el verso largo en Disparos en el paraíso, hasta
el esencialIsmo introspectivo de Muerte sin ahí".
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