Los principales solistas y orquestas de jazz grabaron discos para los soldados estadounidenses.
Aunque, ya metidos en la Segunda Guerra Mundial, tuvieron que hacer concesiones y permitir que siguieran actuando orquestas y combos de jazz: lo exigían sus propios soldados.
Pero no podían competir con el Ejercito de los Estados Unidos. Como parte del proyecto V-Discs, los principales solistas y orquestas de jazz grabaron discos exclusivos para los soldados.
Los famosos Discos de la Victoria tenían una duración mayor al de las grabaciones convencionales y transmitían los buenos deseos de los intérpretes a los hombres uniformados.
Tal como se había pactado, los V-Discs no podían tener un uso comercial; cuando dejaron de fabricarse, se destruyeron los masters y las placas que habían sobrevivido.
Afortunadamente, algunos coleccionistas se negaron a esa barbaridad y conservaron copias.
Esos discos clandestinos, posteriormente “legalizados”, son la base del presente programa: jazzmen tocando y cantando gratis para mantener la moral de los soldados que luchaban contra el Eje de Alemania, Italia y Japón.
Una historia, una música extraordinarias.
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