La ausencia de la princesa de Mónaco en la entronización de Guillermo como rey de Holanda obliga a los Grimaldi a dar explicaciones
La ausencia de Charlene de Mónaco esta semana en la entronización de
Guillermo como rey de Holanda ha levantado tantas especulaciones sobre
la situación de la princesa, que un portavoz de los Grimaldi se ha visto
obligado a dar una explicación: se encontraba en Sudáfrica en la boda
de un amigo, cuya fecha se fijó hace mucho tiempo.
Si la versión es tal cual, Charlene dio prioridad a su compromiso personal que a una de las grandes citas de las casas reales. Además, el cambio en el trono de Holanda se anunció hace más de tres meses.
Previamente al inicio de los actos de Holanda, no se informó de la ausencia de Charlene, ni durante la estancia del príncipe Alberto se dio ninguna explicación.
Solo a partir de los comentarios en los medios de comunicación, el palacio de Mónaco se ha visto obligado a dar su versión.
Y es que la peculiar relación de los príncipes de Mónaco es cada vez más motivo de comentarios.
La última vez que se fotografiaron juntos fue en el torneo de tenis de Montecarlo donde ella lucía un gesto muy serio.
Alberto y Charlene cumplen en julio dos años de casados, un enlace que estuvo precedido de una gran polémica. Varios medios franceses recogieron noticias de que la princesa había intentado huir al conocer nuevas infidelidades del que iba a ser su marido.
La boda se celebró, pero la pareja pasó separada la luna de miel: ambos en Sudáfrica pero en hoteles diferentes. "No dormimos juntos por razones práctica", se justificaron. Tampoco han logrado ser padres, uno de los grandes motivos de su unión, ya que Alberto necesita asegurar con un hijo dentro del matrimonio el futuro del Principado.
Si la versión es tal cual, Charlene dio prioridad a su compromiso personal que a una de las grandes citas de las casas reales. Además, el cambio en el trono de Holanda se anunció hace más de tres meses.
Previamente al inicio de los actos de Holanda, no se informó de la ausencia de Charlene, ni durante la estancia del príncipe Alberto se dio ninguna explicación.
Solo a partir de los comentarios en los medios de comunicación, el palacio de Mónaco se ha visto obligado a dar su versión.
Y es que la peculiar relación de los príncipes de Mónaco es cada vez más motivo de comentarios.
La última vez que se fotografiaron juntos fue en el torneo de tenis de Montecarlo donde ella lucía un gesto muy serio.
Alberto y Charlene cumplen en julio dos años de casados, un enlace que estuvo precedido de una gran polémica. Varios medios franceses recogieron noticias de que la princesa había intentado huir al conocer nuevas infidelidades del que iba a ser su marido.
La boda se celebró, pero la pareja pasó separada la luna de miel: ambos en Sudáfrica pero en hoteles diferentes. "No dormimos juntos por razones práctica", se justificaron. Tampoco han logrado ser padres, uno de los grandes motivos de su unión, ya que Alberto necesita asegurar con un hijo dentro del matrimonio el futuro del Principado.
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