No hay razón para pensar que sean falsos los polémicos correos electrónicos de Urdangarin con la Infanta, el Rey y decenas de personas. Así lo cree el juez del caso Nóos,
José Castro, en un auto razonado, firmado hoy, en el que se niega a
aceptar la pretensión del yerno del Rey de vetar de la causa el dossier de correos electrónicos que aluden a sus relaciones y negocios bajo sospecha que ha entregado su exsocio Diego Torres a lo largo de un año.
Urdangarin no quiere reconocer la autenticidad de los mismos, cree que pueden haber sido manipulados y aduce que fue invadida su intimidad, que fue espiado. Además, el esposo de la infanta Cristina reclamó que, en todo caso, se rechazara “el valor probatorio” de los mismos.
El instructor sostiene que los correos son, en principio, reales, auténticos, que no se ha vulnerado el secreto de la comunicación y el derecho a la intimidad del yerno del Rey y que además, quienes han respondido a preguntas sobre los correos han avalado su autenticidad.
Castro ya aseguró en un primer pronunciamiento que “su autenticidad mayoritariamente no ha sido puesta en duda por los en algunos casos aludidos y otros intervinientes”.
El propio Urdangarin, señala el juez, contestó a preguntas sobre el contenido de las comunicaciones electrónicas. Aunque ante una de las preguntas del fiscal Pedro Horrach, su letrado Mario Pascual le interrumpió “¡No contestes, Iñaki!”.
Urdangarin no quiere reconocer la autenticidad de los mismos, cree que pueden haber sido manipulados y aduce que fue invadida su intimidad, que fue espiado. Además, el esposo de la infanta Cristina reclamó que, en todo caso, se rechazara “el valor probatorio” de los mismos.
El instructor sostiene que los correos son, en principio, reales, auténticos, que no se ha vulnerado el secreto de la comunicación y el derecho a la intimidad del yerno del Rey y que además, quienes han respondido a preguntas sobre los correos han avalado su autenticidad.
Castro ya aseguró en un primer pronunciamiento que “su autenticidad mayoritariamente no ha sido puesta en duda por los en algunos casos aludidos y otros intervinientes”.
El propio Urdangarin, señala el juez, contestó a preguntas sobre el contenido de las comunicaciones electrónicas. Aunque ante una de las preguntas del fiscal Pedro Horrach, su letrado Mario Pascual le interrumpió “¡No contestes, Iñaki!”.
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