Las nuevas ‘top’ llegan a cobrar unos 4.000 euros al día.
Son modelos que no pisan una pasarela, no
firman contratos con firmas de lujo y no se despiertan cada mañana en
una ciudad diferente
. Estas maniquíes son sin embargo tan influyentes como lo fueron Cindy Crawford o Claudia Schiffer en su día. Son las tops de tiendas digitales como Asos, Mywardrobe.com o Littlewoods y los rostros de una industria en meteórica ascensión que influyen en millones de consumidores.
Su rutina laboral no es especialmente glamurosa. Suelen trabajar en horario de oficina, dentro de complejos industriales, encadenando poses antisépticas durante ocho horas. Pocos lo adivinarían, pero pueden llegar a ganar unos 4.000 euros al día. En la industria de la moda se suele menospreciar el catálogo y estas tops del click se toman la revancha a los desaires haciendo más caja que muchas de las modelos del circuito de pasarelas internacionales. Estos sueldos precisan unos requisitos concretos
. Al contrario que en las editoriales de moda o en las pasarelas, donde se busca un físico inusual o intimidante las chicas e-commerce deben proyectar una imagen deseable pero asequible.
Que atraiga a quinceañeras y a madres de familia. La elección correcta de la maniquí es crucial, ya que según asegura el diario británico The Sunday Times, su mera presencia puede aumentar las ventas de una prenda en un 800 por ciento.
La mejor pagada del grupo es la australiana Gemma Sanderson.
Tras coronarse como la primera ganadora del concurso de modelos televisivo Australia Next Top Model se trasladó a la capital británica, donde fue fichada por la agencia Storm, la misma que representa a Kate Moss.
Desde entonces, esta veinteañera con sonrisa de no haber roto un plato y atractivo de vecina de enfrente ha sido contratada por los supermercados Auchan, los grandes almacenes estadounidenses Macy’s y Asos, la tienda de moda online con central en Londres que recibe 23 millones de visitas al mes.
Sus intenciones son “ahorrar lo más posible para tener la vida solucionada”.
Okotcha, que cuenta con 4.700 seguidores en Twitter, es la única que compagina su trabajo en el comercio digital con presencia en las pasarelas y revistas de moda. Gunns es la más solicitada para vender biquinis o lencería y Bennett ha recibido el apodo de Barbie por su belleza clásica y su versatilidad ya que es tan convincente como Barbie festivalera que vendiendo vestidos formales.
Además de ser una profesión lucrativa, el posado online también puede ser un buen trampolín. Cara Delevingne, la modelo británica del momento, empezó como una de las habituales de Asos.
Hoy es imagen de Burberry, protagoniza la campaña de Zara para esta temporada y ha sido la estrella de las recién clausuradas semanas de la moda de París, Milán Nueva York y Londres, donde ha provocado estampidas de fotógrafos y público
. Otra prueba de que los catálogos llevan más lejos de lo que parece.
. Estas maniquíes son sin embargo tan influyentes como lo fueron Cindy Crawford o Claudia Schiffer en su día. Son las tops de tiendas digitales como Asos, Mywardrobe.com o Littlewoods y los rostros de una industria en meteórica ascensión que influyen en millones de consumidores.
Su rutina laboral no es especialmente glamurosa. Suelen trabajar en horario de oficina, dentro de complejos industriales, encadenando poses antisépticas durante ocho horas. Pocos lo adivinarían, pero pueden llegar a ganar unos 4.000 euros al día. En la industria de la moda se suele menospreciar el catálogo y estas tops del click se toman la revancha a los desaires haciendo más caja que muchas de las modelos del circuito de pasarelas internacionales. Estos sueldos precisan unos requisitos concretos
. Al contrario que en las editoriales de moda o en las pasarelas, donde se busca un físico inusual o intimidante las chicas e-commerce deben proyectar una imagen deseable pero asequible.
Que atraiga a quinceañeras y a madres de familia. La elección correcta de la maniquí es crucial, ya que según asegura el diario británico The Sunday Times, su mera presencia puede aumentar las ventas de una prenda en un 800 por ciento.
La mejor pagada del grupo es la australiana Gemma Sanderson.
Tras coronarse como la primera ganadora del concurso de modelos televisivo Australia Next Top Model se trasladó a la capital británica, donde fue fichada por la agencia Storm, la misma que representa a Kate Moss.
Desde entonces, esta veinteañera con sonrisa de no haber roto un plato y atractivo de vecina de enfrente ha sido contratada por los supermercados Auchan, los grandes almacenes estadounidenses Macy’s y Asos, la tienda de moda online con central en Londres que recibe 23 millones de visitas al mes.
Sus intenciones son “ahorrar lo más posible para tener la vida solucionada”.
Okotcha, que cuenta con 4.700 seguidores en Twitter, es la única que compagina su trabajo en el comercio digital con presencia en las pasarelas y revistas de moda. Gunns es la más solicitada para vender biquinis o lencería y Bennett ha recibido el apodo de Barbie por su belleza clásica y su versatilidad ya que es tan convincente como Barbie festivalera que vendiendo vestidos formales.
Además de ser una profesión lucrativa, el posado online también puede ser un buen trampolín. Cara Delevingne, la modelo británica del momento, empezó como una de las habituales de Asos.
Hoy es imagen de Burberry, protagoniza la campaña de Zara para esta temporada y ha sido la estrella de las recién clausuradas semanas de la moda de París, Milán Nueva York y Londres, donde ha provocado estampidas de fotógrafos y público
. Otra prueba de que los catálogos llevan más lejos de lo que parece.
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