Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

15 mar 2013

Guerra de fajas en Manhattan

La millonaria Sara Blakely, dueña de la marca Spanx, acusada de plagio.

Sara Blakely. / CORDON PRESS

Las guerras de patentes no se libran solo en Silicon Valley. Las espadas también están en alto en un negocio íntimo, el de las fajas. Sara Blakely, la fundadora de Spanx, tiene un problema con Heather Thompson, la creadora de la marca Yummie Tummy, que le acusa de copiarle algunos de sus productos para moldear la figura.
Thompson dice que está lista para la batalla y por eso quiere llevar a Blakely a los tribunales por imitar sin permiso su camiseta de tirantes
. Cuenta que recibió en su oficina en Manhattan un paquete anónimo que contenía una prensa idéntica con la etiqueta Spanx, que iba a ser vendida en la teletienda QVC. De inmediato escribió a su rival para advertirle que estaba violando los derechos de copia y que su diseño está protegido.
Blakely, que hace un año entro en el club de las multimillonarias de Forbes, le tomó la delantera y contraatacó declarando ante un tribunal que su producto era legítimo. “Llevamos haciendo este tipo de camisetas desde mucho antes que Yummie Tummie”, ha advertido.
Spanx empezó a vender las prendas reductoras en 2005.
 Como pasa con cualquier innovación, todo hacia presagiar el ataque de los clones.
 Pero conociendo la historia de su dueña, Sara Blakely, está claro que es una empresaria de las que no acepta portazos y cuenta con los recursos necesarios para defenderse.
 Con una fortuna ahora valorada en 1.000 millones de dólares, aparece por segundo año consecutivo en la lista de Forbes.
Sara Blakely para promocionar sus productos participó en el concurso The Rebel Billionaire, de Richard Branson, e hizo también de juez en el programa American Inventor.
 Spanx, salvo orden judicial, sigue adelante con su producción.

 

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