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5 mar 2013

Bruselas afirma que hay margen para subir el IVA en España y lo paga su padre


El comisario europeo de Economía, Olli Rehn. / STEFAN WERMUTH (Reuters)

España cumple con las condiciones del rescate financiero.
 Pero Bruselas pide más en algunos ámbitos
. La segunda revisión del programa de asistencia financiera a España (el eufemismo bruselense para el rescate a la banca) permite a la Comisión Europea insistir en las recetas para la economía española, que pese a la profunda recesión y a un paro que se acerca al 30% tiene todavía margen para eventuales subidas de impuestos: mientras el Gobierno promete rebajas para 2014 para no estrangular la más que dudosa recuperación, la Comisión aboga por subir algunos tipos reducidos del IVA y los impuestos sobre la energía.
Además, Bruselas quiere que Madrid dé un acelerón en la puesta en marcha de las reformas, algo que repite machaconamente cada vez que tiene la menor oportunidad
. Eso en lo relativo a las recomendaciones. Porque también hay alguna exigencia: Bruselas insiste en reclamar al Ejecutivo más control sobre las comunidades. Ya lo venía haciendo desde hace meses, pero en el informe presentado hoy pide la puesta en marcha de la Ley de Estabilidad Presupuestaria con el objetivo de reforzar los mecanismos de alerta temprana y corrección de los planes presupuestarios de las autonomías.
 La Comisión Europea ata en corto desde hace meses los planes fiscales del Gobierno, con una suerte de tutela reforzada desde la petición del rescate. Y quiere que Madrid haga exactamente lo mismo con las comunidades.
A cambio de todas esas exigencias han llegado más de 40.000 millones que han conseguido —en principio— sanear la banca, pero que no han conseguido que el crédito mejore. Al contrario, se desploma: Bruselas reconoce una caída anual de los préstamos del 8% en 2012, que para las empresas es del 15,8% y para las familias del 4%. Los economistas anglosajones llaman a eso credit crunch. Y los analistas, anglosajones o no, saben que mientras continúen esas cifras de caída la recuperación de la economía es una quimera.
La Comisión ha dado un mensaje muy positivo a España sobre el cumplimiento de las condiciones del rescate. Hace meses que viene diciendo que el esfuerzo fiscal de Madrid es sobresaliente, y el informe insiste en que no serán necesarios nuevos recortes en 2013.
 Otra cosa es 2014: Bruselas ve muy difícil cumplir con los objetivos de recorte y asegura que “no puede excluirse” una revisión de las metas de déficit, algo que se da por seguro: la única duda es si la Comisión dará dos años (como quiere el Fondo Monetario Internacional) o solo uno (por lo que se decanta el BCE y una parte de la Comisión)
. Aun con la revisión, en 2014 sí hará falta tirar, una vez más, de la tijera: la Comisión identifica incluso dónde. “España sigue teniendo uno de los tipos de IVA y uno de los impuestos medioambientales más bajos de la UE”. Bruselas ve “margen para limitar la aplicación de tipos reducidos del IVA y para elevar los impuestos sobre el medio ambiente, muy notablemente sobre la energía”.
Además, en el marco de una evaluación muy complaciente, detecta cierta desidia en la aplicación de algunas reformas:
 “Los progresos en las reformas de sectores clave en productos y servicios han sido lentos”, dice la Comisión, que pone como ejemplo los servicios profesionales.
 También resalta el déficit de tarifa, que añade “riesgos considerables” al agujero presupuestario.
Ni siquiera está del todo satisfecha con la reforma laboral: “Se observa cierta moderación salarial últimamente, lo que sugiere que la reforma podría estar empezando a tener cierto impacto”. Los salarios, según el INE, caen a tasas superiores al 8%, pero la Comisión espera una primera evaluación por parte del Gobierno de la reforma laboral a lo largo del primer trimestre. “La gravedad de la situación en el mercado laboral requiere una continua revisión del impacto de la reforma”. En ningún caso para suavizarla, lógicamente.
A España le espera más de lo mismo en los próximos meses. Tampoco este examen difiere demasiado de los anteriores publicados por Bruselas. La receta está clara. “La situación economía sigue siendo desafiante, con un muy elevado y creciente desempleo, una contracción del PIB y niveles de deuda interna y externa que deben reducirse”. Para quienes crean que el exceso de austeridad, que se da en toda Europa a la vez y con intensidad, pueda estar causando una recesión autoinfligida, la Comisión insiste: “Pese a los significativos progresos, son imprescindibles avances sucesivos en la consolidación de las finanzas públicas —incluido un fortalecimiento de la estructura institucional— y una puesta en marcha rápida de las reformas estructurales”.

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