El magnate inmobiliario Cecil Chao ocupó páginas de periódicos de todo el mundo el pasado septiembre con una llamativa oferta:
500 millones de dólares de Hong Kong (48 millones de euros) para el
hombre que conquistara el corazón de su hija lesbiana y lograra casarse
con ella. Nada ha cambiado: esa cantidad sigue sobre la mesa, por más
que su hija, Gigi, mantenga que su corazón “ya está ocupado” por una
mujer, su pareja desde hace casi ocho años, Sean Eav.
En una entrevista con The Financial Times, el empresario hongkonés de 76 años expresaba no estar tan preocupado por la orientación sexual de su hija como por su propio afán de ser abuelo y tener a quien legar su imperio algún día. “No la forzaré a que se case con un hombre. Pero obviamente, desde mi punto de vista, yo preferiría que se case y tener nietos”, afirmaba al reportero del diario británico, a quien había abierto las puertas de su lujosa mansión en la excolonia británica.
La exhibición de su opulento hogar -16.000 metros cuadrados plagados de antigüedades europeas y chinas, un comedor con 36 asientos, un jardín zen con cascada y estanque de carpas, una piscina con rocas y corales frente al océano- le servía como reclamo para reiterar su llamamiento a candidatos a marido para su hija. “Ella puede elegir lo que quiera. Pero a quien llegue para buscar a Gigi, le daremos una vida razonablemente lujosa”, aseguraba.
El millonario realizó la sorprendente oferta económica en busca de un pretendiente para Gigi, que tiene 33 años, cuando algunos medios difundieron que esta se había casado la primavera pasada en Francia con su novia. “Me quedé estupefacto.
Gigi es todavía joven y guapa. Tiene todavía por delante el 70% de su vida”, reflexionaba.
El matrimonio entre personas del mismo sexo no es legal en Francia. Tampoco, en Hong Kong.
El propio Cecil Chao no es un gran aficionado al matrimonio. En una ocasión aseguró en una entrevista que había tenido relaciones íntimas con 10.000 mujeres. Ahora ha vuelto a recordar al Financial Times que, aunque “nunca las he contado, es posible”. Y añadía: “Cada día puedes quedar con una, dos, tres o cuatro mujeres. Tengo muchas buenas amistades. Compartimos nuestras vidas, no nos limitamos a una única persona.
Me gusta vivir una vida libre y feliz”. El magnate tiene tres hijos –dos de ellos, varones– de tres mujeres distintas. “El matrimonio es difícil, en particular con las leyes de Hong Kong. Ella [tu esposa] se puede llevar buena parte de tu dinero. Es más seguro no estar casado”.
Tras hacer pública la recompensa para quien lograra convertirse en esposo de su hija, llovieron los candidatos de todo el mundo, hasta el punto que Gigi tuvo que rogar a su padre que cancelara la oferta por “el bien de la salud mental” de la familia. El impacto de la historia ha llevado al actor británico Sacha Baron Cohen a tomar la decisión de producir una película basada en la familia, en la que la estrella de Borat y El dictator también actuará.
En una entrevista con The Financial Times, el empresario hongkonés de 76 años expresaba no estar tan preocupado por la orientación sexual de su hija como por su propio afán de ser abuelo y tener a quien legar su imperio algún día. “No la forzaré a que se case con un hombre. Pero obviamente, desde mi punto de vista, yo preferiría que se case y tener nietos”, afirmaba al reportero del diario británico, a quien había abierto las puertas de su lujosa mansión en la excolonia británica.
La exhibición de su opulento hogar -16.000 metros cuadrados plagados de antigüedades europeas y chinas, un comedor con 36 asientos, un jardín zen con cascada y estanque de carpas, una piscina con rocas y corales frente al océano- le servía como reclamo para reiterar su llamamiento a candidatos a marido para su hija. “Ella puede elegir lo que quiera. Pero a quien llegue para buscar a Gigi, le daremos una vida razonablemente lujosa”, aseguraba.
El millonario realizó la sorprendente oferta económica en busca de un pretendiente para Gigi, que tiene 33 años, cuando algunos medios difundieron que esta se había casado la primavera pasada en Francia con su novia. “Me quedé estupefacto.
Gigi es todavía joven y guapa. Tiene todavía por delante el 70% de su vida”, reflexionaba.
El matrimonio entre personas del mismo sexo no es legal en Francia. Tampoco, en Hong Kong.
El propio Cecil Chao no es un gran aficionado al matrimonio. En una ocasión aseguró en una entrevista que había tenido relaciones íntimas con 10.000 mujeres. Ahora ha vuelto a recordar al Financial Times que, aunque “nunca las he contado, es posible”. Y añadía: “Cada día puedes quedar con una, dos, tres o cuatro mujeres. Tengo muchas buenas amistades. Compartimos nuestras vidas, no nos limitamos a una única persona.
Me gusta vivir una vida libre y feliz”. El magnate tiene tres hijos –dos de ellos, varones– de tres mujeres distintas. “El matrimonio es difícil, en particular con las leyes de Hong Kong. Ella [tu esposa] se puede llevar buena parte de tu dinero. Es más seguro no estar casado”.
Tras hacer pública la recompensa para quien lograra convertirse en esposo de su hija, llovieron los candidatos de todo el mundo, hasta el punto que Gigi tuvo que rogar a su padre que cancelara la oferta por “el bien de la salud mental” de la familia. El impacto de la historia ha llevado al actor británico Sacha Baron Cohen a tomar la decisión de producir una película basada en la familia, en la que la estrella de Borat y El dictator también actuará.
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