Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

22 feb 2013

No a la violencia contra la mujer

Debemos llevar a los culpables ante la justicia y poner fin a la cultura de la impunidad.

La violencia contra la mujer en Nicaragua
Aquí en Nicaragua hay mucho por hacer.
En 2011 hubo 37.000 casos registrados de violencia doméstica o sexual. En un año, cerca de 80 mujeres al año fueron asesinadas por sus esposos.
 En un país con 6 millones de habitantes, es un número impresionante. La Organización Mundial de la Salud lo considera un indicador de que existe una epidemia de violencia.
El primer estudio sobre la prevalencia de la violencia conyugal contra las mujeres en Nicaragua, titulado Confites en el infierno, se hizo en 1995. (Ellsberg et. Al., 1996).
 Según el estudio, una de cada dos mujeres en Nicaragua ha sido maltratada físicamente en algún momento por su esposo o compañero, y una de cada cuatro mujeres ha sufrido violencia física en los últimos 12 meses.
La violación y el abuso sexual son todavía comunes en Nicaragua. Amnistía Internacional informa que entre 1998 y 2008, la policía registró 14.377 casos de violaciones en este país. Más de dos tercios de ellos (9.695 casos) eran niñas menores de 17 años.
Una de cada dos mujeres en Nicaragua ha sido maltratada físicamente  por su esposo o compañero
Una vez más tenemos que afrontar el hecho de que estos números no cuentan toda la verdad: son innumerables los casos de violaciones que no se denuncian.
Con demasiada frecuencia, las mujeres que son víctimas de la violencia se ven intimidadas o ignoradas por el sistema legal patriarcal.
En un caso, se informó a Amnistía Internacional en 2010: una mujer fue condenada a 12 años de prisión por ser "cómplice en el delito de violencia sexual." La madre fue a denunciar a la policía que su hija había sido violada repetidamente por su pareja, el padrastro de la niña. La policía arrestó a la madre por no denunciar la violación antes y fue sentenciada a 12 años. Entre tanto no se hicieron esfuerzos para detener al autor y este quedó en libertad mientras la madre estaba en la cárcel.
Hay muchos ejemplos de este tipo en los que, sin ningún escrúpulo, las mujeres son agredidas y asesinadas con impunidad en Nicaragua.
Sandra Ramos, fundadora y directora del Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas "María Elena Cuadra", dice: Nicaragua es "muy machista y patriarcal ... la revolución no reconoció sus derechos como mujeres, como feministas". "Los sandinistas aliviaron la pobreza, pero fueron muy lentos para defender los derechos de las mujeres."
En Nicaragua, la "Ley sobre la Violencia contra la Mujer", que entró en vigor el 22 de junio de 2012, es un paso en la buena dirección. Pero tenemos que hacer más, mucho más.
Esperanza
No todas las noticias son malas. He visto algunas iniciativas durante mi visita a Centroamérica que me ofrecen esperanzas.
En El Salvador, a principios de la semana pasada, participé en la Consulta Regional para la Prevención y Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La conferencia fue organizada por ONU Mujeres y por el ISDEMU, una organización dirigida por la Primera Dama de El Salvador, la doctora Vanda Pignato.
Mientras estaba en El Salvador visité un proyecto, la Ciudad de la Mujer, en Santa Ana. Ciudad de la mujer es un proyecto inspirador, con la capacidad dar autonomía a la mujer e introducir cambios en sus vidas. Brinda los servicios de medicina, ayuda legal y apoyo económico en un ambiente seguro.
ONU Mujeres quisiera que Nicaragua llevara a cabo un proyecto similar. Estoy convencida que la Ciudad de la Mujer es un modelo pionero que necesita ser emulado no solo en Nicaragua y Centroamérica, sino en el mundo entero.
El 14 de febrero de 2013, Eve Ensler, la autora de los Monólogos de la vagina, organizó un movimiento de alcance mundial, One Billion Rising, un llamamiento a “romper el muro patriarcal de opresión y negación, transformar la mentalidad que ha convertido la violencia en algo normal, poner a las mujeres supervivientes en contacto con sus cuerpos, su fuerza, su determinación, su energía y su fuerza y bailar para mostrar la voluntad del mundo de hacer que la violencia contra las mujeres sea por fin inaceptable”. One Billion Rising convocaba a las mujeres de todo el mundo y a los hombres que las quieren a salir de sus escuelas, oficinas, casas, y bailar en la calle.
Desde flash mobs en Florida hasta multitudes bailando al son de la música dangdut en Yakarta, pasando por un zumbatrón aquí, en Nicaragua, al que yo asistí, millones de hombres y mujeres en 203 países se pusieron en pie y bailaron en una demostración mundial de unidad.
Fue una declaración de las mujeres de todo el mundo de que se niegan a seguir soportando la violencia, los abusos y las violaciones. De que esto debe acabar.
Escritores y Artistas
Creo firmemente en que los artistas, escritores, poetas y cineastas tienen un papel importantísimo para defender los principios democráticos en pro de los derechos humanos, las libertades civiles y la libre expresión. A través de la historia, se han registrado y denunciado los abusos y horrores de cada época. Los artistas y escritores de hoy en día siguen defendiendo estos valores a nivel mundial.
Las mujeres deben emprender una revolución no violenta que apoyen los hombres
La Fundación Bianca Jagger en Pro de los Derechos Humanos trabaja mano a mano con los artistas. Nuestro primer evento para recaudar fondos, “Las Artes en pro de los Derechos Humanos”, estuvo dedicado al gran artista chino Ai Weiwei, quien aún continúa bajo arresto domiciliario en Pekín, ilegalmente detenido por sus creencias políticas.
Los escritores y los poetas pueden hacernos entender el sufrimiento humano de una forma que ninguna estadística podría.
 Basta con leer la cruda descripción del suplicio femenino en el poema Las Mujeres Campesinas de El Cuá, de Ernesto Cardenal, para darse cuenta que tal afirmación es verdadera. Empieza así:
"Voy a hablarles ahora de los gritos de El Cuá / Gritos de mujeres como de parto…"
Les invito a que lean el poema, si aún no lo conocen.
Llamada a la Acción. Una revolución no violenta
Hago un llamado a los líderes mundiales para que hagan lo necesario a fin de acabar con la violencia contra las mujeres y conseguir la equidad de género. Debemos exigir, por tanto, que todos los países se adhieran a la “Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres” y consigan los Objetivos de Desarrollo del Milenio de erradicar la pobreza extrema, conseguir una educación primaria universal, mejorar la salud materna, reducir la mortalidad infantil y combatir el sida.
Debemos negarnos a aceptar que continúen los abusos y la violencia contra las mujeres y las niñas. No podemos permitirnos ser pasivos, teniendo en cuenta a todas las mujeres que sufren violencia, persecución y toda clase de injusticias. Por el bien de nuestras hijas y nietas, no podemos quedarnos sentados y no hacer nada. Al hacerlo, ponemos en riesgo su futuro. La equidad de género no es solamente posible, sino también necesaria. La discriminación y violencia contra las mujeres nos impiden convertirnos en una sociedad libre y equitativa. La violencia contra las mujeres y las niñas representa un crimen contra todos y cada uno de nosotros.
Pongamos fin a la violencia contra las mujeres. Debemos llevar a los culpables ante la justicia y terminar con la cultura de la impunidad.
Bianca Jagger es directiva de Amnistía Internacional (EE UU) y embajadora extraordinaria del Consejo de Europa.
LLevamos más de 40 años luchando contra la violencia machista y el papel de secundarias de la Mujer y siguen asesinando, pegando esos hombres que no las quieren, porque no les darian esa muerte ni esos malos tratos.....Queda mucho camino y cada dia una mujer muere a manos de su ex...y con orden de alejamiento, luego según sean se matan ellos o no.

 

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