Foto: Ali
Jarejki, Reuters
Últimamente
cada vez que enciendo la televisión, escucho la radio o consulto un periódico
me pongo de mal humor porque el mensaje siempre es el mismo: todo va mal, todo
está en crisis, las cosas van a peor…Incluso cuando me encuentro con muchos conocidos y amigos, la conversación también gira en torno a estos temas y se convierte en un mantra.
Lamentablemente, y por la profesión que tenemos, en este y otros espacios tendemos a contar emergencias, realidades muy duras, historias personales desgarradoras… y muy pocas veces optamos por contar lo positivo, los logros alcanzados, las vidas que han cambiado, etc.
Así que hoy mi objetivo es otro y es hablar de lo que en España va bien.
Sí, señores, lo están leyendo correctamente, al menos (aunque yo creo que hay muchas más cosas), ¡HAY ALGO QUE VA BIEN! Y es la solidaridad, perdón, la SOLIDARIDAD, en mayúsculas.
Desde
el Comité español de ACNUR pusimos en marcha en
noviembre la campaña Agua para el Sahel (de la cual hablamos
aquí) que tenía un objetivo muy ambicioso: conseguir 1 millón de litros de
agua para los refugiados y desplazados internos de Malí.
Un conflicto por aquel entonces olvidado por los medios (ahora tras la intervención francesa acapara los titulares) y que afecta a más de 380.000 personas.
Pensamos en un objetivo ambicioso porque sabíamos que la sociedad española se iba a volcar, y no nos equivocamos
. A pesar de la grave crisis económica que vivimos en España, de los cerca de 6 millones de parados y de las grandes dificultades que esto conlleva, miles de personas han puesto su pequeña gota de agua y hemos conseguido recaudar más de un millón de euros con los que ACNUR ya ha llevado tres camiones cisterna, ha perforado seis nuevos pozos de agua, ha habilitado la red de suministro desde los pozos hasta los grifos de abastecimiento y ha facilitado artículos domésticos necesarios para su transporte, en Níger.
¿Y cómo lo hicimos? Con una campaña impactante que no dejó indiferente a nadie (seguro que los que leísteis la entrada aún recordáis la imagen del niño bebiendo agua de un charco sucio), pero al mismo combinándola con mucha información del terreno e historias concretas.
La foto mostraba la desesperación de un niño por beber agua (aunque no fuera potable) y los testimonios hablaban por sí mismos
. La clave está en que tanto el contenido de una campaña como la forma de expresarla impacten y mueven a la gente.
Y todo ello a través de acciones online y offline en las que contamos con la inestimable ayuda de Elena Anaya, Anne Igartiburu, Maxim Huerta y Marta Etura.
50.000 refugiados malienses en Níger ya tienen agua potable y es gracias a la solidaridad de miles de españoles. En nombre de ellos, gracias, gracias y gracias.
Un conflicto por aquel entonces olvidado por los medios (ahora tras la intervención francesa acapara los titulares) y que afecta a más de 380.000 personas.
Pensamos en un objetivo ambicioso porque sabíamos que la sociedad española se iba a volcar, y no nos equivocamos
. A pesar de la grave crisis económica que vivimos en España, de los cerca de 6 millones de parados y de las grandes dificultades que esto conlleva, miles de personas han puesto su pequeña gota de agua y hemos conseguido recaudar más de un millón de euros con los que ACNUR ya ha llevado tres camiones cisterna, ha perforado seis nuevos pozos de agua, ha habilitado la red de suministro desde los pozos hasta los grifos de abastecimiento y ha facilitado artículos domésticos necesarios para su transporte, en Níger.
¿Y cómo lo hicimos? Con una campaña impactante que no dejó indiferente a nadie (seguro que los que leísteis la entrada aún recordáis la imagen del niño bebiendo agua de un charco sucio), pero al mismo combinándola con mucha información del terreno e historias concretas.
La foto mostraba la desesperación de un niño por beber agua (aunque no fuera potable) y los testimonios hablaban por sí mismos
. La clave está en que tanto el contenido de una campaña como la forma de expresarla impacten y mueven a la gente.
Y todo ello a través de acciones online y offline en las que contamos con la inestimable ayuda de Elena Anaya, Anne Igartiburu, Maxim Huerta y Marta Etura.
50.000 refugiados malienses en Níger ya tienen agua potable y es gracias a la solidaridad de miles de españoles. En nombre de ellos, gracias, gracias y gracias.
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