Dos proyectos intentan retratar la intensa vida personal y profesional del modista.
Hasta el espectador más escéptico tuvo que rendirse a la evidencia, cuando se estrenó la película la película Un hombre soltero (2009) de Tom Ford,
de que la estética puede transformar la recepción de un personaje más
allá de su imagen exterior y ofrecer nuevas aristas de su personalidad
. Si eso lo consiguió Ford con un personaje de ficción, puede intuirse el efecto que un retrato cinematográfico de Yves Saint Laurent puede provocar a la hora de plasmar a un personaje para el que la moda fue pasión, entrega y vocación transformadora.
La originalidad es el principal reto al que se enfrentan dos realizadores galos, Bertrand Bonello y Jalil Lespert, que preparan dos películas sobre la vida del modista.
La biografía de YSL, nacido en Orán (Argelia ocupada) en 1936 y fallecido en París en 2008, ya fue abordada en los documentales Celebration, de Olivier Meyrou, y las dos entregas que dirigió David Teboul. Sin embargo, la película que hizo trascender su figura en el cine más allá de los círculos de la moda fue Un amour fou, que firmó en 2010 Pierre Thoretton.
El documental se centraba en la relación afectiva y la complicidad vital que entretejió las vidas de YSL y su amante durante 50 años, Pierre Bergé, desde que se conocieron en el funeral de Christian Dior.
Poco se sabe de los proyectos de Bonnello y Lespert, aunque este último contaría con el apoyo, según Paris Match, del grupo propietario de PPR de Bernard Arnault que explota las marcas Yves Saint Laurent, Gucci, Alexander McQueen, Balenciaga, Stella McCartney.
Por lo que respecta a la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent, un portavoz contactado por este diario confirmó que Bergé ha dado su beneplácito en forma de “apoyo moral, a título personal” a la película de Lespert.
Aunque la prensa francesa habla de que los rodajes podrían comenzar en primavera, un portavoz de la productora WY Productions, responsable del filme de Jalil Lespert, matizó, en declaraciones a EL PAÍS, que aún queda mucho por hacer
: “Ahora mismo no podemos dar detalles a la prensa, solo podemos decir que es un proyecto en curso y que aún estamos en la fase de preproducción, intentando cerrar la financiación.
No podemos precisar, por ahora, la fecha en la que comenzará el rodaje”.
Este portavoz dio a entender, asimismo, que el hecho de que la prensa haya incidido en la coincidencia en el tiempo de los dos proyectos cinematográficos y haya destacado la supuesta competencia entre ambos no está siendo beneficioso para la producción.
“El director debe concentrarse en su faceta creativa, no en la repercusión mediática de un proyecto que está en fase de definición”, aseguró el representante.
Cuando fue inaugurada la fundación en la avenida Marceau de París, Bergé —heredero y promotor del legado de YSL— declaró : “Siempre he tenido recelo de la nostalgia y de habitar en el pasado.
Uno debe transformar los recuerdos en proyectos”. Para obrar esa transformación en la ficción y encarnar al creador se ha propuesto a los actores Pierre Niney, para la cinta de Lespert, y Gaspard Ulliel, para la de Bonnello.
A juzgar por las imágenes difundidas, el esfuerzo de caracterización de ambos actores y su extraordinario parecido físico con el modista es notable: la misma cara angulosa, las mismas facciones marcadas y el mismo halo de bon vivant tierno y frágil.
La mayor dificultad será reflejar a la persona que se convirtió en el delfín de Dior con 21 años y, pese a su “timidez enfermiza”, superó su despido tras la guerra de Argel y creó su propia casa de alta costura y en París
. Todo ello, sin abandonar su sempiterna sonrisa, cuya memoria reposa ahora en los jardines Majorelle de Marrakech.
. Si eso lo consiguió Ford con un personaje de ficción, puede intuirse el efecto que un retrato cinematográfico de Yves Saint Laurent puede provocar a la hora de plasmar a un personaje para el que la moda fue pasión, entrega y vocación transformadora.
La originalidad es el principal reto al que se enfrentan dos realizadores galos, Bertrand Bonello y Jalil Lespert, que preparan dos películas sobre la vida del modista.
La biografía de YSL, nacido en Orán (Argelia ocupada) en 1936 y fallecido en París en 2008, ya fue abordada en los documentales Celebration, de Olivier Meyrou, y las dos entregas que dirigió David Teboul. Sin embargo, la película que hizo trascender su figura en el cine más allá de los círculos de la moda fue Un amour fou, que firmó en 2010 Pierre Thoretton.
El documental se centraba en la relación afectiva y la complicidad vital que entretejió las vidas de YSL y su amante durante 50 años, Pierre Bergé, desde que se conocieron en el funeral de Christian Dior.
Poco se sabe de los proyectos de Bonnello y Lespert, aunque este último contaría con el apoyo, según Paris Match, del grupo propietario de PPR de Bernard Arnault que explota las marcas Yves Saint Laurent, Gucci, Alexander McQueen, Balenciaga, Stella McCartney.
Por lo que respecta a la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent, un portavoz contactado por este diario confirmó que Bergé ha dado su beneplácito en forma de “apoyo moral, a título personal” a la película de Lespert.
Aunque la prensa francesa habla de que los rodajes podrían comenzar en primavera, un portavoz de la productora WY Productions, responsable del filme de Jalil Lespert, matizó, en declaraciones a EL PAÍS, que aún queda mucho por hacer
: “Ahora mismo no podemos dar detalles a la prensa, solo podemos decir que es un proyecto en curso y que aún estamos en la fase de preproducción, intentando cerrar la financiación.
No podemos precisar, por ahora, la fecha en la que comenzará el rodaje”.
Este portavoz dio a entender, asimismo, que el hecho de que la prensa haya incidido en la coincidencia en el tiempo de los dos proyectos cinematográficos y haya destacado la supuesta competencia entre ambos no está siendo beneficioso para la producción.
“El director debe concentrarse en su faceta creativa, no en la repercusión mediática de un proyecto que está en fase de definición”, aseguró el representante.
Cuando fue inaugurada la fundación en la avenida Marceau de París, Bergé —heredero y promotor del legado de YSL— declaró : “Siempre he tenido recelo de la nostalgia y de habitar en el pasado.
Uno debe transformar los recuerdos en proyectos”. Para obrar esa transformación en la ficción y encarnar al creador se ha propuesto a los actores Pierre Niney, para la cinta de Lespert, y Gaspard Ulliel, para la de Bonnello.
A juzgar por las imágenes difundidas, el esfuerzo de caracterización de ambos actores y su extraordinario parecido físico con el modista es notable: la misma cara angulosa, las mismas facciones marcadas y el mismo halo de bon vivant tierno y frágil.
La mayor dificultad será reflejar a la persona que se convirtió en el delfín de Dior con 21 años y, pese a su “timidez enfermiza”, superó su despido tras la guerra de Argel y creó su propia casa de alta costura y en París
. Todo ello, sin abandonar su sempiterna sonrisa, cuya memoria reposa ahora en los jardines Majorelle de Marrakech.
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