R eina se va una semana a Londres a comprar regalos, claro que si va es para eso y para que ningún comercio español se vaya de La Lengua en lo que gastó, 150 regalos creo, pero tiene amplia familia de la realeza y sus amigas son Reinas. No va a ir a Carrefur a comprar cualquier cosa.
Dicen que comia alli,. Menudo Restaurante tiene Al-Fayed como para salir fuera, si hasta yo he tomado el té, y
unas Ostras con Champan, caro es, pero estaban buenisimas.
No se si a los suegros de su hijo le comprarian algo, en todo caso para el amigo invisible, y a Letizia le regala un bono idem de estética y es más Feliz que unas Pascuas, creo que poco le queda por retocar, algún peeling quizás y esa melena que no es de Princesa.A urdangarin que le regale una Goma de Borrar en Harrods hay virguerías en material escolar y de Informática, supongo que La Reina saldría agotada de ver tantas cosas y comprar.
Así me entero que la Reina es la Mano que mece la Cuna de toda esa familia, cosa que hacen muy bien los que aparecen en segundo lugar
Y el caso de Urdangarin debe estar esperando a que pase el período de Rebajas para tener una multa de Nueva Temporada..
¿A qué juega Iñaki Urdangarín? La frase no es una broma relacionada con el pasado olímpico del yerno de los Reyes
. Es lo que se preguntan en Zarzuela a tenor de los últimos acontecimientos.
La decisión del duque de Palma de colocar a la infanta Cristina como presidenta de Aizoon, una de las sociedades con mayor implicación en la presunta captación de fondos públicos, evasión de capitales y fraude fiscal en torno a la red Nóos, no se entiende desde ninguna perspectiva.
Tira por tierra la estrategia diseñada por Casa Real, condenar a Urdangarín para luego indultarlo, y siempre dejando al margen a la infanta Cristina.
El propio juez Castro señaló que “conocer” no es lo mismo que “participar”. ¿Pero cómo se entiende que conociendo, alguien asuma la presidencia de una sociedad que está siendo investigada por la Justicia? Según publicó El Economista, la infanta, en una junta celebrada en Maryland, aceptó la presidencia de Aizoon, de la que hasta aquel momento había sido secretaria general. Su marido, el duque de Palma, pasó a ocupar el puesto de su esposa.
La firma estaba participada a partes iguales por ambos, y según obra en las hojas de contabilidad de la empresa, doña Cristina habría efectuado a su cargo gastos personales, como las obras en el palacete de Pedralbes y Washington, amén de haber abonado con cargo a Aizoon las cuentas del personal doméstico. Si Castro decidió no imputar a la hija de los Reyes de España para no estigmatizarla, Urdangarín la ha puesto en el escaparate, al mando de una sociedad, que, pese a haber presentado pérdidas en dos ejercicios consecutivos, tiene unos activos de un millón de euros.
La Mala Suerte que los persigue.
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