Todos en el PP saben que
José María Aznar
va por libre.
Y nadie espera del exjefe del Ejecutivo que se someta a
la disciplina del partido como los demás dirigentes.
No obstante, la
iniciativa del también presidente de honor de la formación, que el
martes avanzó a través de un comunicado de FAES que
demandará a EL PAÍS por el caso Bárcenas,
ha causado cierto malestar en las filas populares.
El anuncio llegaba,
además, justo después de que parte del entorno de Aznar lamentara una
defensa demasiado tibia del expresidente y las referencias al pasado del
PP de
María Dolores de Cospedal y otros miembros de la cúpula, como
Esteban González Pons.
Ese malestar, aseguran fuentes populares, no tiene que ver con Aznar
en sí, sino con un temor generalizado desde que el pasado miércoles se
conociera que el extesorero del partido tuvo hasta 22 millones en
cuentas en Suiza y ante
las acusaciones de sobresueldos opacos.
Para evitar que proliferaran las acciones legales a título personal, como la del exjefe del Gobierno, el propio
Mariano Rajoy
fijó criterio durante el Comité Ejecutivo Nacional del lunes.
Esto es,
hay que ir todos a una.
Y en el PP ahora hay quien teme que otros sigan
el camino marcado por el anuncio de Aznar. Aun así, reconocen que hay
una diferencia, puesto que la dirección del partido estudia de momento
demandas genéricas y no proceder contra un solo medio.
El expresidente, cuentan fuentes próximas a él, estuvo de viaje
durante el fin de semana y a su regreso decidió actuar, y restan
importancia a la tensión que pueda provocar ese gesto
. Más bien le ven
“preocupado” por la situación de España y “disgustado” por las
consecuencias del escándalo.
A una parte de su entorno, sin embargo, no
le gustó que se trasladara, aun de manera indirecta, la idea de que en
el pasado la gestión del PP pudo ser opaca.
“Actualmente no hay corrupción; la corrupción que estamos conociendo
es de otra época y está aflorando porque las instituciones funcionan con
independencia de cuál sea el partido que gobierne”, señaló el lunes
González Pons, vicesecretario de Estudios y Programas y miembro de la
cúpula. Cospedal también hizo hincapié en el pasado al anunciar una
auditoría interna de la contabilidad. “Vamos a volver a revisar toda la
gestión que hemos hecho, la de ahora y la de hace más tiempo”, enfatizó
la secretaria general de los populares.
Hasta que ayer González Pons calibró el mensaje y salió en defensa de
Aznar.
“El pensar que el presidente Aznar ha podido tener algo que ver
con alguna práctica ilegal o poco presentable es no conocerle de nada.
No solo es de los políticos más honestos que conozco, sino que además es
implacable con todo tipo de irregularidad”, aseveró en una entrevista
en la cadena Cope.
En otra entrevista, en
Los Desayunos de TVE, el secretario
nacional de Sanidad y Asuntos Sociales del PP y consejero del ramo en
Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, pidió a Luis Bárcenas que deje
de “amenazar” a su partido. Echániz considera que las acusaciones de
sobresueldos en negro “comprometen” su “nombre, actividad”, la de sus
“compañeros” y la de “mucha gente que se está dejando la piel” por
“defender unas ideas y un proyecto para la sociedad española”.
Esta tesis, que señala al extesorero como una de las fuentes
informantes, pese a estar extendida no es la oficial dentro del partido
.
El dirigente popular consideró, en cualquier caso, que “es de una
urgencia vital que esta persona deje de amenazar al resto de los
miembros del PP y pongan negro sobre blanco todas las cuestiones que
tengan encima de la mesa” con el objetivo de que este asunto sea
“absolutamente transparente” y “se puedan tomar todas las medidas
judiciales que correspondan”
. Preguntado sobre si el extesorero está
amenazando a miembros concretos del PP, Echániz se remitió a lo
publicado en los medios y contestó que se ha denunciado unas “conductas”
que él no llegó a conocer “en ningún caso”.
“Pero me parece que, cuando
menos, merecen una respuesta contundente”, agregó.
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