Un Blues

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30 ene 2013

Jim Thompson se abre las venas en 'Aquí y ahora' Por: Juan Carlos Galindo | 30 de enero de 2013


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Aquí y ahora no es una novela al uso.
 Tampoco es una novela negra a pesar de que la escribiese Jim Thompson (1906-1977) y de que en español la haya publicado este mes RBA en su sello Serie Negra (Hay una edición de Bruguera en 1981). Aquí y ahora por momentos no parece ni siquiera una novela.
 Es una brutal expresión autobiográfica, desesperante a veces, desesperada siempre.
 Un libro esencial para entender las claves de la obra del autor de The Killer inside me.


La obra cuenta la vida y miserias, sobre todo las miserias, de James Dillon, 35 años, trabajador casi por casualidad de la industria aeronáutica en la California de los años 40, escritor bloqueado que ya pasó por su mejor momento y que piensa que no podrá vivir de lo que escribe, padre y marido inseguro, hombre sin fe ni esperanza, alcohólico con los pulmones destrozados. 
Un hombre con rasgos autobiográficos que remiten a la vida de Jim Thompson, que pasó por miserias similares y que plasma en este libro la dureza de una vida sin horizonte.

Con una prosa poderosa a veces (traducción de Antonio Padilla), otras simplemente descriptiva y en ocasiones desesperante por su aparente inanidad, Aquí y ahora conmueve e inquieta. Dillon intenta progresar en un trabajo mísero, al que le cuesta llegar cada día; intenta no discutir con su madre, que se empeña en compararle con Jack London, y con su hermana Frankie, que viven con él, su mujer y sus hijos hacinados en un cuchitril; intenta no maltratar a su esposa Roberta; intenta que esa ciclotímica familia no descarrile para siempre; intenta pagar las deudas; intenta criar a su prole entre discusiones, hambre, cansancio y alcohol.
 Lo intenta y el choque continuo con la frustrante realidad deja un poso muy amargo.
 Se frustra pero no se rinde.


“Fascinado, enfermo de vergüenza, contemplé la conclusión del espectáculo, pensando las dotes de observación y estudio que estaban en su trasfondo; en lo terrible que resulta criar a los hijos entre la pobreza y el odio; en cómo algo que que tendría que ser dulce y hermoso, para Jo (una de las hijas) no era sino una farsa indecente”

Respiren.  El creador de 1.280 almas, obra que, por cierto, escribió en lo que algunos se sientan a pensar en las primeras líneas, tiene reservados en esta obra muchos momentos así. Thompson, llevado por una fuerza creadora sin igual, alcanzó una fama que al protagonista de la novela niega, quizás porque describe una parte de su vida anterior al éxito de The Killer inside me (1952), obra que le dio dinero, fama y la posibilidad de ir a Hollywood a hacer caja.
De esta etapa gloriosa surge una colaboración con Stanley Kubrick quien, gran admirador de Thompson, le encarga la adaptación de los guiones de The Killing (En España traducida como Atraco Perfecto, 1956) y Senderos de Gloria (1957).
Su cumbre en el cine la alcanza junto a otro genio despreciado, Sam Peckinpah, que adaptó en 1972 La huída . Protagonizada por Steve McQueen, la película sabe transmitir la fuerza y la desesperaza de las obras de Thompson y es una de las mejores películas del director de La balada de Cable Hogue.
 El proyecto fue, además, un éxito en taquilla.
No me resisto a dejar un vídeo.

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