Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

25 ene 2013

Algo sobre Visconti que tanto hizo.

En EL GATOPARDO tenemos una de sus muchas pruebas de lo que digo es cierto: La escena más simbólica es el baile en el palacio, donde el Príncipe danza un vals de Verdi con Angélica, es un plano largo, subyugante y tremendamente significativo, que representa la inevitable fusión de la vieja nobleza y la nueva burguesía. 
Todo debe cambiar para que siga igual) Conde de LampedusaDesplegando sus magníficas dotes de observador, cada detalle histórico del fiilm, cada mueble y cada objeto, fueron dibujados de antemano por él mismo. 
El envejecido rostro de Lancaster logra recrear el desencanto de un personaje que se sabe huérfano en este nuevo mundo. Bajo la contundente dirección de Visconti, pudimos apreciar la valía de este actor al que Hollywood había condenado a papeles estándares en películas de simple aventuras. La fotografía que empleó es de un maestro de la luz como Giuseppe Rotuno y la partitura musical de Nino Rota, convierten a EL GATOPARDO en una obra maestra total y como no podía ser menos, ganadora de la Palma de Oro de Cannes
. Hoy en día está entre las 20 mejores películas en la historia. Como nota curiosa debo apuntar que para el papel de Giuseppe Tomasi, Príncipe de Lampedusa y Duque de Palma di Montechiaro, Visconti tenía prácticamente ultimado y confirmado al actor Laurence Olivier....Admiraba profundamente a Olivier, siempre pensó que era el único actor que podría dar vida, de la forma que el lo tenía en mente al Príncipe italiano,  pero al final no se llegó a un acuerdo con el Productor Goffredo Lombardo y le impusieron a regañadientes a Burt Lancaster, posteriormente se sintió conforme con el cambio, y el resultado está ahí, para satisfacción de todos lo que consideramos a EL GATOPARDO pieza imprescindible y un film de culto absoluto.
 
EL GATOPARDO

Durante aquellos años de filmación de EL GATOPARDO, Helmut Berger le seguía a todas partes, aprendía de su astucia y de la maestría de Luchino, y auque aún no vivian juntos, porque estaba la figura de Delon siempre presente, Berger no se separó del director ni un solo día y rechazó una propuesta para hacer una pequeña intervención en dicho film. Helmut era un actor muy inteligente, sabía que Visconti tenía el proyecto, ya muy avanzado, de llevar al cine EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO, con todo el despliegue de detalles digno del director, contando con Greta Garbo, Romy Schneider y el mismo Helmut. 
No concibo imaginar el resultado, creo que hubiera sido un acontecimiento tan grande que oscurecería fácilmente sus otras películas. EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO se integraría entre lo mejor del director, y solo adivinar el resultado final, mi cuerpo se estremece y dejo surcar mi imaginación por lugares donde la perfección, el buen cine, la literatura y la música ejercerían como notas insertadas en un film, que sin ser realizado finalmente, flota en partículas, donde veo claramente un rostro, quizá el único que ha existido en el cine, con la suficiente magia y misterio, que llevó el nombre de GRETA GARBO.
El maestro sufrió uno de los mayores disgusto de su vida cuando empezó a tener problemas con la productora para dirigir la obra EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO, no le quedó mas remedio que aplazarla, y comenzar otro trabajo difícil, pero atrayente, como fué rodar LA CAÍDA DE LOS DIOSES, en donde ahí si pudo incorporar al que ya era su amante oficial a la vista de todos. El film apoyado en la música de Maurice Jarré, la fotografía de Pasqualino De Santis y el vestuario de Piero Tosi, retrata vívidamente el pathos trágico y operativo de Visconti.
 En vísperas de la campaña política de Hitler, la ideología nazi es desenmascarada a través del declive de una aristócrata familia, vinculada a empresas del acero. Dirk Bogarde, Ingrid Thulin, Helmut Griem y Charlotte Rampling, encarnan las bajezas morales y mezquinos intereses políticos de su mundo.
 Con claras similitudes al Macbeth de Shakespeare, el profundo sentido político de la película se resume en un plano esclarecedor y por supuesto retratado de manera única: el de Thulin y Bogarde envenenados sobre el sofá, mientras la mano levantada de un bestial Helmut Berger los cubre despacio con la sombra del nazismo. 
 Berger es el eje del film, su interpretación es caótica, insuperable, sus lecciones aprendidas bajo la batuta de su maestro hicieron época en cada plano de la película, en la secuencia del incesto, en el envenenamiento, en su persecución a las niñas, en su amor diabólico hacia el régimen de Hitler. Esta fué para mi sin la menor duda la primera vez que sentí una admiración total hacia el actor. Amé su interpretación por la que conseguiría un Globo de Oro, pero lo que me impactó y no me avergüenza decirlo, es ver en sus ojos, en su pálida piel y en su figura, los paisajes de mi busca de la belleza.
 Viconti los encontró y los hizo suyos...Yo me conformaba con sentir humedad en mis manos  y construir mis sueños en base a un nombre: Helmut Berger. Eran mis años de descubrimientos y reconozco que entre los que viví, éste figura entre los mas importantes.
 Helmut bailaba en mi mente y quizá el 99 por ciento del viaje que realice a Italia, tenia como aliciente contemplar la tierra y el cielo que cubrían al actor....Después, los años me calmaron, pero sigo sintiendo los compases de esa música en mi cerebro.
Helmut sabía que Visconti tenía pensado adaptar la novela corta de Thomas Mann "La muerte en Venecia", de la cual tenía el guión prácticamente finalizado, y solo le faltaba concretar el papel de Tadzio.
 Sobre esto quiero hacer un paréntesis y puntualizar que es totalmente incierto que Visconti pidiera el consentimiento del torero Luís Miguel Dominguín, para que su hijo interpretase a Tadzio. 
Es una anécdota que siempre comenta el primogénito del matador y que no pasa de ser una mas de sus fantasías....Después de un largo proceso de audiciones, el elegido fué un desconocido Björn Andresen. 
Helmut estaba muy interesado en interpretar al profesor Gustav von Aschenbach y sin que Luchino Visconti lo supiera, Berger se documentó, leyó varias veces la obra de Mann y tuvo que recurrir al director Franco Zeffirelli, gran amigo de Visconti para interceder por él, la actriz Silvana Mangano también estuvo involucrada y según consta en las memorias de Zeffirelli, el maestro al enterarse montó en cólera, puntualizando que los productores Robert Gordon Edwards y Mario Gallo le habían obligado a que fuese Dirk Bogarde el que diera vida al profesor....
.Este dato que detalla minuciosamente Zeffirelli no es del todo creíble, al menos para mí. Nadie podía obligar a un director de su categoría a elegir a un actor o una actriz sin que él estuviese de acuerdo, el mal genio de Visconti fué de sobra conocido en el ámbito cinematográfico italiano, y me resulta un tanto extraño que esto ocurriera, salvo que no viera en Helmut los registros necesarios para interpretar dicho papel, a pesar de haber demostrado en LA CAÍDA DE LOS DIOSES un enorme talento o posiblemente.....y esto me parece mas aceptable, que la relación entre ambos estuviera pasando por algún momento poco agradable.
 No obstante y ante la enorme decepción que se llevó Berger, quiero decir que no creo que pudiera existir otro actor que no fuese Dirk Bogarde para encarnar al complicado Gustav von Aschenbach. MUERTE EN VENECIA es una película difícil de olvidar, es sin mas una de mis favoritas, un verdadero film de culto, donde sus gélidos personajes de ostentosas vestiduras y artificiosos modales, revolotean ante una puesta en escena única, al mas puro estilo Visconti, regalándonos visualmente a una élite europea que en el verano de 1911 es azotada por una epidemia de cólera, bajo los acordes sombríos de Mahler y la fotografía estudiada al máximo por De Santis, todo agrupado en la romántica ciudad de los canales que aparece convertida en un desolado panteón, donde un fracasado compositor busca ahogar su inminente final físico y moral en una obsesión filosófica- erótica por la belleza, representada en un jóven.

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