Todo debe cambiar para que siga igual) Conde de LampedusaDesplegando sus magníficas dotes de observador, cada detalle histórico del fiilm, cada mueble y cada objeto, fueron dibujados de antemano por él mismo.
El envejecido rostro de Lancaster logra recrear el desencanto de un personaje que se sabe huérfano en este nuevo mundo. Bajo la contundente dirección de Visconti, pudimos apreciar la valía de este actor al que Hollywood había condenado a papeles estándares en películas de simple aventuras. La fotografía que empleó es de un maestro de la luz como Giuseppe Rotuno y la partitura musical de Nino Rota, convierten a EL GATOPARDO en una obra maestra total y como no podía ser menos, ganadora de la Palma de Oro de Cannes
. Hoy en día está entre las 20 mejores películas en la historia. Como nota curiosa debo apuntar que para el papel de Giuseppe Tomasi, Príncipe de Lampedusa y Duque de Palma di Montechiaro, Visconti tenía prácticamente ultimado y confirmado al actor Laurence Olivier....Admiraba profundamente a Olivier, siempre pensó que era el único actor que podría dar vida, de la forma que el lo tenía en mente al Príncipe italiano, pero al final no se llegó a un acuerdo con el Productor Goffredo Lombardo y le impusieron a regañadientes a Burt Lancaster, posteriormente se sintió conforme con el cambio, y el resultado está ahí, para satisfacción de todos lo que consideramos a EL GATOPARDO pieza imprescindible y un film de culto absoluto.
EL GATOPARDO
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Durante aquellos años de filmación de EL GATOPARDO, Helmut Berger
le seguía a todas partes, aprendía de su astucia y de la maestría de Luchino, y
auque aún no vivian juntos, porque estaba la figura de Delon siempre
presente, Berger no se separó del director ni un solo día y rechazó una
propuesta para hacer una pequeña intervención en dicho film. Helmut era un actor
muy inteligente, sabía que Visconti tenía el proyecto, ya muy avanzado, de llevar al cine EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO,
con todo el despliegue de detalles digno del director, contando con Greta Garbo,
Romy Schneider y el mismo Helmut.
No concibo imaginar el resultado, creo que
hubiera sido un acontecimiento tan grande que oscurecería fácilmente sus otras
películas. EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO se integraría entre lo mejor del
director, y solo adivinar el resultado final, mi cuerpo se estremece y dejo
surcar mi imaginación por lugares donde la perfección, el buen cine, la
literatura y la música ejercerían como notas insertadas en un film, que sin ser
realizado finalmente, flota en partículas, donde veo claramente un
rostro, quizá el único que ha existido en el cine, con la suficiente magia y
misterio, que llevó el nombre de GRETA GARBO.
El maestro sufrió uno de los mayores disgusto de su
vida
cuando empezó a tener problemas con la productora para dirigir la obra
EN BUSCA
DEL TIEMPO PERDIDO, no le quedó mas remedio que aplazarla, y comenzar
otro
trabajo difícil, pero atrayente, como fué rodar LA CAÍDA DE LOS DIOSES,
en donde
ahí si pudo incorporar al que ya era su amante oficial a la vista de
todos. El
film apoyado en la música de Maurice Jarré, la fotografía de Pasqualino
De Santis
y el vestuario de Piero Tosi, retrata vívidamente
el pathos trágico y operativo de Visconti.
En vísperas de la campaña
política de
Hitler, la ideología nazi es desenmascarada a través del declive de una
aristócrata familia, vinculada a empresas del acero. Dirk Bogarde,
Ingrid Thulin, Helmut Griem y Charlotte Rampling, encarnan las bajezas
morales y
mezquinos intereses políticos de su mundo.
Con claras similitudes al
Macbeth
de Shakespeare, el profundo sentido político de la película se resume en
un
plano esclarecedor y por supuesto retratado de manera única: el de
Thulin y Bogarde envenenados sobre el sofá, mientras la mano
levantada de un bestial Helmut Berger los cubre despacio con la sombra
del nazismo.
Berger es el eje del film, su interpretación es caótica, insuperable,
sus
lecciones aprendidas bajo la batuta de su maestro hicieron época en cada
plano
de la película, en la secuencia del incesto, en el envenenamiento, en su
persecución a las niñas, en su amor diabólico hacia el régimen de
Hitler. Esta
fué para mi sin la menor duda la primera vez que sentí una admiración
total
hacia el
actor. Amé su interpretación por la que conseguiría un Globo de Oro,
pero lo
que me impactó y no me avergüenza decirlo, es ver en sus ojos, en su
pálida piel y en su figura, los paisajes de mi busca de la belleza.
Viconti los
encontró y los hizo suyos...Yo me conformaba con
sentir humedad en mis manos y construir mis sueños en base a un nombre:
Helmut Berger.
Eran mis años de descubrimientos y reconozco que entre los que viví,
éste figura
entre los mas importantes.
Helmut bailaba en mi mente y quizá el 99 por
ciento del viaje que realice a Italia, tenia como aliciente contemplar
la
tierra y el cielo que cubrían al actor....Después, los años me
calmaron, pero sigo sintiendo los compases de esa música en mi cerebro.
Helmut sabía que Visconti tenía pensado adaptar la
novela corta
de Thomas Mann "La muerte en Venecia", de la cual tenía el guión
prácticamente
finalizado, y solo le faltaba concretar el papel de Tadzio.
Sobre esto
quiero
hacer un paréntesis y puntualizar que es totalmente incierto que
Visconti
pidiera el
consentimiento del torero Luís Miguel Dominguín, para que su hijo
interpretase a Tadzio.
Es una anécdota que siempre comenta el
primogénito del
matador y que no pasa de ser una mas de sus fantasías....Después de un
largo proceso de audiciones,
el elegido fué
un desconocido Björn Andresen.
Helmut estaba muy interesado en
interpretar al
profesor Gustav von Aschenbach y sin que Luchino Visconti lo supiera,
Berger se
documentó, leyó varias veces la obra de Mann y tuvo que recurrir al
director
Franco Zeffirelli, gran amigo de Visconti para interceder por él, la
actriz
Silvana Mangano también estuvo involucrada y según consta en las
memorias de
Zeffirelli, el maestro al enterarse montó en cólera, puntualizando que
los
productores Robert Gordon Edwards y Mario Gallo le habían obligado a que
fuese
Dirk Bogarde el que diera vida al profesor....
.Este dato que detalla
minuciosamente Zeffirelli no es del todo creíble, al menos para mí.
Nadie podía
obligar a un director de su categoría a elegir a un actor o una actriz
sin que
él estuviese de acuerdo, el mal genio de Visconti fué de sobra conocido
en el
ámbito cinematográfico italiano, y me resulta un tanto extraño que esto
ocurriera, salvo que no viera en Helmut los registros necesarios para
interpretar dicho papel, a pesar de haber demostrado en LA CAÍDA DE LOS
DIOSES
un enorme talento o posiblemente.....y esto me parece mas aceptable, que
la
relación entre ambos estuviera pasando por algún momento poco agradable.
No
obstante y ante la enorme decepción que se llevó Berger, quiero decir
que no
creo que pudiera existir otro actor que no fuese Dirk Bogarde para
encarnar al
complicado Gustav von Aschenbach. MUERTE EN VENECIA es una película
difícil de olvidar, es sin
mas una de mis favoritas, un verdadero
film de culto, donde sus gélidos personajes de ostentosas vestiduras y
artificiosos
modales, revolotean ante una puesta en escena única, al mas puro estilo
Visconti, regalándonos visualmente a una élite europea que en el verano
de
1911 es azotada por una epidemia de cólera, bajo los acordes sombríos de
Mahler y la
fotografía estudiada al máximo por De Santis, todo agrupado en la
romántica ciudad de los
canales que aparece convertida en un desolado panteón, donde un
fracasado compositor busca ahogar su
inminente final físico y moral en una obsesión filosófica- erótica por
la
belleza, representada en un jóven.
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