Victoria Mesa, una mujer de 52 años ha fallecido esta mañana en
Málaga al arrojarse desde el balcón de su apartamento, situado en una
cuarta planta, supuestamente después de recibir una orden de embargo de
algunos de sus bienes, según sus vecinos.
Los hechos han sucedido sobre las 9.30 en la calle Río Guadiana, en la barriada de Los Corazones, en un bloque junto a la comisaría provincial de Málaga.
El cadáver de la mujer, que no tenía más familia en Málkaga, ha sido levantado alrededor de las 11 de la mañana.
La fallecida cuidaba de su madre, de 96 años y enferma de Alzheimer. Esta anciana ha sido recogida por los servicios sociales del Ayuntamiento de Málaga.
Algunos vecinos han relatado que la fallecida, que llevaba tres décadas viviendo en el bloque, había regentado un estanco en el polígono industrial de El Viso, pero que lo traspasó hace siete años para cuidar a tiempo completo de la anciana.
Según diversas fuentes, Victoria tenía problemas económicos -al menos dos procesos civiles por deudas ya resueltos- y psicológicos -una depresión derivada del estado de su madre-.
Sin embargo, ni la comisaría provincial de Málaga ni la Subdelegación del Gobierno tienen constancia de que el suicidio esté vinculado con un posible desahucio de la vivienda, como han relatado los vecinos de la fallecida consultados por este periódico.
En el servicio de comunicación de lanzamientos de la Ciudad de la Justicia de Málaga tampoco consta ningún proceso de desahucio de la fallecida.
El drama de los desahucios se ha cobrado varias vidas en los últimos meses.
Al menos tres personas se han quitado la vida cuando estaban a punto de ser desalojados de sus viviendas por falta de pago. El primer caso del que se tuvo noticia se produjo en Granada en el mes de octubre , cuando un hombre de 53 años fue hallado ahorcado el mismo día que se iba a ejecutar su desahucio.
El día siguiente, otro hombre de la misma edad y en circunstancias parecidas lo intentó en Valencia arrojándose al vacío. Resultó herido.
El caso más paradigmático, que forzó finalmente una moratoria de los desahucios para las familias más vulnerables, fue el de Amaya Egaña, la mujer de 53 años que se quitó la vida en Barakaldo (Bizkaia) el 9 de noviembre al tirarse por el balcón mientras subían por la escalera los funcionarios que iban a ejecutar el desalojo
. Finalmente, el pasado 28 de noviembre, un hombre de 59 años se quitó la vida antes de que se llevara a cabo el desahucio judicial de la vivienda en la que residía en Santesteban, al norte de Navarra. Debía 4.200 euros de alquiler.
Los hechos han sucedido sobre las 9.30 en la calle Río Guadiana, en la barriada de Los Corazones, en un bloque junto a la comisaría provincial de Málaga.
El cadáver de la mujer, que no tenía más familia en Málkaga, ha sido levantado alrededor de las 11 de la mañana.
La fallecida cuidaba de su madre, de 96 años y enferma de Alzheimer. Esta anciana ha sido recogida por los servicios sociales del Ayuntamiento de Málaga.
Algunos vecinos han relatado que la fallecida, que llevaba tres décadas viviendo en el bloque, había regentado un estanco en el polígono industrial de El Viso, pero que lo traspasó hace siete años para cuidar a tiempo completo de la anciana.
Según diversas fuentes, Victoria tenía problemas económicos -al menos dos procesos civiles por deudas ya resueltos- y psicológicos -una depresión derivada del estado de su madre-.
Sin embargo, ni la comisaría provincial de Málaga ni la Subdelegación del Gobierno tienen constancia de que el suicidio esté vinculado con un posible desahucio de la vivienda, como han relatado los vecinos de la fallecida consultados por este periódico.
En el servicio de comunicación de lanzamientos de la Ciudad de la Justicia de Málaga tampoco consta ningún proceso de desahucio de la fallecida.
El drama de los desahucios se ha cobrado varias vidas en los últimos meses.
Al menos tres personas se han quitado la vida cuando estaban a punto de ser desalojados de sus viviendas por falta de pago. El primer caso del que se tuvo noticia se produjo en Granada en el mes de octubre , cuando un hombre de 53 años fue hallado ahorcado el mismo día que se iba a ejecutar su desahucio.
El día siguiente, otro hombre de la misma edad y en circunstancias parecidas lo intentó en Valencia arrojándose al vacío. Resultó herido.
El caso más paradigmático, que forzó finalmente una moratoria de los desahucios para las familias más vulnerables, fue el de Amaya Egaña, la mujer de 53 años que se quitó la vida en Barakaldo (Bizkaia) el 9 de noviembre al tirarse por el balcón mientras subían por la escalera los funcionarios que iban a ejecutar el desalojo
. Finalmente, el pasado 28 de noviembre, un hombre de 59 años se quitó la vida antes de que se llevara a cabo el desahucio judicial de la vivienda en la que residía en Santesteban, al norte de Navarra. Debía 4.200 euros de alquiler.
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