En un Palacio de Congresos de Madrid abarrotado por militantes, simpatizantes, decenas de miembros de las sucesivas ejecutivas del partido y 40 exministros de los gobiernos de González y de José Luis Rodríguez Zapatero (también presente en primera fila del auditorio pero no en el escenario, aunque al final ha dicho unas palabras), Felipe González se ha dado un baño de multitudes en el que la autocrítica ha brillado por su ausencia.
En un momento en el que el PSOE está cosechando sus peores resultados electorales, todos han querido recordar los "éxitos" que en 1982 facilitó la mayoría absoluta. Los socialistas, han coincidido el expresidente y Rubalcaba en el estrado, pusieron las bases del Estado de bienestar que hoy se está "desmantelando".
. Durante el acto, ambos dirigentes se han lanzado algunos dardos poco enmascarados (González ha dicho que en sus ejecutivas se debatía más, Rubalcaba le ha respondido que se debatía igual que ahora pero se hacían menos públicos los debates) pero ha reinado el espíritu general de auto-reivindicación, y sobre todo de reivindicación de "Felipe".
Ambos han hablado mucho más de Europa, de la crisis actual y de la pérdida de confianza en la clase política y las instituciones que de lo que se hizo o no se hizo hace 30 años. Pero también de eso se ha hablado. González ha reconocido un "error": convocar el referéndum de la OTAN, que a su juicio le quitó al PSOE muchos más votos que la reconversión industrial (no el hecho de apostar por mantenerse en la OTAN contra las posiciones iniciales de los socialistas, sino la campaña del referéndum, que en su opinión fracturó mucho al partido y sus votantes). Rubalcaba ha respondido que el referéndum no fue un error, que había que convocarlo, y ha sugerido que ahora el PSOE debe "reflexionar" sobre el que piden los sindicatos (un referéndum que hasta ahora el secretario general del PSOE también había rechazado).
Los dos oradores han estado de acuerdo en que los partidos deben cambiar la forma de relacionarse con los ciudadanos en la era de la "revolución de la información", aprovechando los nuevos soportes digitales, y en la urgencia de hacer frente a la crisis de la "democracia representativa". En ese punto, González ha propuesto incluso abrir las listas electorales, para que las "peleas" en los partidos no sean por "el puesto que se ocupa en la lista".
El expresidente ha agradecido el agradecimiento de los suyos y el reconocimiento a las políticas de sanidad y educación de aquellos primeros Gobiernos pero ha dicho que le "choca", porque en 1982, cuando llegó a La Moncloa y puso en marcha la reconversión industrial que costó cientos de miles de puestos de trabajo -según él, el reverso necesario de las políticas de cohesión-, muchos se lo reprocharon y lo consideraron una traición a sus principios. "Lo que oía entonces desde la izquierda del partido era que estábamos haciendo la política de Thatcher. Pero teníamos claro que había que hacerlo", ha dicho.
Para terminar el acto, ha lanzado entre aplausos: "Como diría Rubial, mientras el cuerpo aguante, contad conmigo".
s de la llegada de los socialistas a La Moncloa con mayoría absoluta. Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general, ha apostado, sin embargo, por un "radicalismo reformista" -aunque con esa "vocación de mayoría" al mismo tiempo- y ha afirmado, por primera vez, que el PSOE debe "reflexionar" ante la petición de los sindicatos de pedir un referéndum sobre la política de Mariano Rajoy. Ha llegado a sostener que el PSOE es hoy "totalmente anticapitalista", porque el capitalismo ya no crea riqueza sino que solo "especula", y ha añadido que la "vocación" que hay que recuperar es la de "ser fuertes", porque "los partidos son fuertes cuando se lo creen". En un Palacio de Congresos de Madrid abarrotado por militantes, simpatizantes, decenas de miembros de las sucesivas ejecutivas del partido y 40 exministros de los gobiernos de González y de José Luis Rodríguez Zapatero (también presente en primera fila del auditorio pero no en el escenario, aunque al final ha dicho unas palabras), Felipe González se ha dado un baño de multitudes en el que la autocrítica ha brillado por su ausencia. En un momento en el que el PSOE está cosechando sus peores resultados electorales, todos han querido recordar los "éxitos" que en 1982 facilitó la mayoría absoluta. Los socialistas, han coincidido el expresidente y Rubalcaba en el estrado, pusieron las bases del Estado de bienestar que hoy se está "desmantelando".
No te entiendo Felipe, es como el anuncio de Vitaldent, hablamos lenguas diferentes, te han dado las gracias pero yo me voy corriendo a quién me escuche y me crea lo que dice, ¿Que es eso de vocación de Mayoría?, que es eso !Me tienen para lo que haga falta! ¿Hay que decirte lo que hace falta?, no te entiendo repito, celebrar la 1ª vez que ganó el Partido Socialista me parece bien, todos los Hombres del Presidente, vale, y ahora que?.
1 comentario:
Felipe González sabe perfectamente como devolver la confianza a su partido, qué se hizo mal y qué se hizo bien, es cierto que con su llegada al poder, nos llegó la esperanza y nos hizo críticos de muchas cosas que no comprendíamos tan esquivas, y alguna renuncia, es cierto que fueron tiempos difíciles, tanto qué a Suárez su memoria se los borró, pero Felipe haz algo por tu Ex-Partido en este fango donde nos han metido esos que ganando unas elecciones nos mintieron, y bueno ya ves tu como anda este Pais y en manos de quién estamos.
Publicar un comentario