Un año después, Vanessa se puso en la piel de la bailarina Isadora Duncan en
ISADORA, personaje que se la conoció por un estilo único, dándole a la danza una oportunidad de
transgresión. A la actriz le valió una candidatura al Oscar y el premio del
Festival de Cannes. Como protagonista de los movimientos contraculturales de los
años sesenta, Vanessa Redgrave fue absorbida por la cultura oficial,
participando en obras de teatro y en películas con visos académicos: MARIA,
REINA DE ESCOCIA, donde compartía plantel con Glenda Jackson, así como LAS
TROYANAS, junto a Irene Papas. Eran los años grandes de la actriz, trabajaba sin
parar, cosechando para una actriz inglesa, cosa poco común, todas las
candidaturas mas prestigiosas, premios en Europa y en el mundo entero. Había nacido un
fenómeno visual-interpretativo. En Londres
representó La ópera TRES PENIQUES., de Bertold Brecht, dirigida por Tony
Richardson; y NOCHE DE REYES, en el que daba vida a Viola, una joven aficionada al
travestismo.
En pleno éxito de una carrera imparable, se presentó entre 1974 y 1979 a las elecciones
generales por el Partido Revolucionario Trotskista. Su hija Joely Richardson
dijo en público:
-"Mi madre dio mucho dinero y durante años no trabajó. siempre
estábamos mudándonos de casa porque no podía pagar el alquiler. Así es como
crecimos con mi madre, con la sensación de que a nuestro alrededor se agotaba."-.
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