MUCHOS MÁS QUE DOS
No me des a elegir entre tus ojos
o un mundo donde todo es compartido,
que yo no tengo vocación de nido
ni predisposición a los antojos.
Si me das a elegir debo decirte,
a pesar de lo mucho que te quiero,
que para respirar está primero
No me des a elegir entre tus ojos
o un mundo donde todo es compartido,
que yo no tengo vocación de nido
ni predisposición a los antojos.
Si me das a elegir debo decirte,
a pesar de lo mucho que te quiero,
que para respirar está primero
el aire que las ganas de sentirte.
Y que tú sabes bien princesa mía
que o todos o se rompe la baraja,
el solitario amor se resquebraja
si se mezcla la noche con el día.
Para que suene bien la melodía
hay que librar al grano de la paja
Por eso, si me quieres todavía
bájate de la nube, baja, baja.
Y que tú sabes bien princesa mía
que o todos o se rompe la baraja,
el solitario amor se resquebraja
si se mezcla la noche con el día.
Para que suene bien la melodía
hay que librar al grano de la paja
Por eso, si me quieres todavía
bájate de la nube, baja, baja.
Jose Miguel Junco Ezquerra
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