Mario Monicelli y Ken Loach, dos cineastas magníficos ejemplos de que, a pesar de cuanto suele decirse, el buen cine social no ha desaparecido.
En su última película, sorprendente en su cine por los ribetes de
comedia, Ken Loach incide a pesar del humor en su temática habitual: el
desempleo y las penurias sufridas por la clase obrera.
Crítico feroz del thatcherismo, por el aumento del paro y los bestiales recortes para la cultura, la sanidad y demás que trajo consigo el neoliberalismo a ultranza de la dama de hierro, las películas de Loach fueron censuradas en la televisión británica, pero él no ha cejado en denunciar injusticias.
Esta película suya, La parte de los ángeles, que viene como anillo al dedo en los tiempos que estamos viviendenta cómo jóvenes marginados, en paro y sin perspectivas, en este caso encuentran pícaramente un camino.
Igualmente oportuna es la edición ahora en DVD de Los camaradas (I compagni), obra maestra de Mario Monicelli, prohibida en España en su momento, 1963, por hablar de una huelga en una fábrica textil de Turín a finales del XIX; la película ha sido emitida en televisión en raras ocasiones –una en TVE, que la descubrió, y varias en TCM más recientemente– aunque con el engañoso título de Los compañeros.
En esta soberbia película, Monicelli, habitual director de comedias sobre supervivientes a través de la picaresca, daba un quiebro en el género, en dirección inversa que Loach con su última obra pero, como el británico, manteniéndose firme en sus creencias y compromiso.
Dos cineastas magníficos ejemplos de que, a pesar de cuanto suele decirse, el buen cine de temática social no ha desaparecido del todo. Ahí está, por ejemplo, la reciente Cinco metros cuadrados, del español Max Lemcke, repetidas veces premiada, los mejores títulos de Fernando León de Aranoa o los de la directora Iciar Bollaín, por cierto, esposa de Paul Laverty, el guionista asiduo de Ken Loach, por cuyos trabajos ha sido frecuentemente premiado.
Cineastas atentos a lo que sucede a su alrededor y que saben convertir en arte visual la cruda realidad. Basta ver y admirar Los camaradas para corroborarlo.
Si aún no conoce usted esta película, ahora tiene la oportunidad de hacerlo a través del DVD.
Permítanme el consejo.
Crítico feroz del thatcherismo, por el aumento del paro y los bestiales recortes para la cultura, la sanidad y demás que trajo consigo el neoliberalismo a ultranza de la dama de hierro, las películas de Loach fueron censuradas en la televisión británica, pero él no ha cejado en denunciar injusticias.
Esta película suya, La parte de los ángeles, que viene como anillo al dedo en los tiempos que estamos viviendenta cómo jóvenes marginados, en paro y sin perspectivas, en este caso encuentran pícaramente un camino.
Igualmente oportuna es la edición ahora en DVD de Los camaradas (I compagni), obra maestra de Mario Monicelli, prohibida en España en su momento, 1963, por hablar de una huelga en una fábrica textil de Turín a finales del XIX; la película ha sido emitida en televisión en raras ocasiones –una en TVE, que la descubrió, y varias en TCM más recientemente– aunque con el engañoso título de Los compañeros.
En esta soberbia película, Monicelli, habitual director de comedias sobre supervivientes a través de la picaresca, daba un quiebro en el género, en dirección inversa que Loach con su última obra pero, como el británico, manteniéndose firme en sus creencias y compromiso.
Dos cineastas magníficos ejemplos de que, a pesar de cuanto suele decirse, el buen cine de temática social no ha desaparecido del todo. Ahí está, por ejemplo, la reciente Cinco metros cuadrados, del español Max Lemcke, repetidas veces premiada, los mejores títulos de Fernando León de Aranoa o los de la directora Iciar Bollaín, por cierto, esposa de Paul Laverty, el guionista asiduo de Ken Loach, por cuyos trabajos ha sido frecuentemente premiado.
Cineastas atentos a lo que sucede a su alrededor y que saben convertir en arte visual la cruda realidad. Basta ver y admirar Los camaradas para corroborarlo.
Si aún no conoce usted esta película, ahora tiene la oportunidad de hacerlo a través del DVD.
Permítanme el consejo.
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