La crisis y los recortes también están pasando factura en la lucha
contra la violencia machista. El tijeretazo de las administraciones se
traduce en pocos medios para la prevención de esta lacra, menos recursos
para asesorar a las víctimas —abogados gratuitos, servicios de
orientación— y también para asistirlas. Solo en
campañas de prevención
el Gobierno ha recortado más de un 21%, a lo que se añade otro 18% en
los fondos para políticas de igualdad; una pauta que se repite en las
comunidades y ayuntamientos, que también han reducido programas y
subvenciones a organizaciones especializadas. Embates que están abriendo
pequeñas grietas en la red de protección a las maltratadas, según los
expertos. Y no ayudan a taponarlas ni las negras perspectivas económicas
para 2013, ni factores como las nuevas tasas judiciales, que suponen
duras trabas para las víctimas.
El Gobierno cree, sin embargo, que a pesar de que hay menos fondos,
el sistema de protección se mantiene en buen estado. Blanca Hernández,
delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, insiste en que el
recorte en la partida del Estado destinada a estos temas se ha aplicado a
cuestiones que no afectan directamente a las mujeres, sino a viajes,
reuniones, impresión de documentos... Tampoco cree que el tijeretazo de
las autonomías, quienes financian de manera directa los servicios, haya
agujereado la red. “Al margen de que las comunidades autónomas hayan
tomado la decisión que hayan tomado, el sistema se mantiene. Además,
vamos a ser muy escrupulosos en que las transferencias para las
comunidades, que son quienes tienen las competencias, vayan a la
atención de las mujeres”, dice.
Hernández insiste en que las víctimas de violencia de género tienen
que escuchar de las administraciones y de todos los actores sociales un
mensaje positivo que les ayude a salir de la violencia. “Es arriesgado
que puedan sentir miedo y desprotección. Tienen que sentir y saber que
los recursos están ahí. Que sepan que puedan confiar en el sistema de
protección, porque las ampara. Deben sentir y saber que hay muchos
medios a los que pueden recurrir”, recalca.
Este año, los machistas se han llevado por delante la vida de 43
mujeres. Con todo, 2012 se presenta con uno de los mejores datos de los
últimos tiempos. En el mismo periodo de 2011, 54 mujeres habían sido
asesinadas por sus parejas o exparejas; en 2010 fueron 65. Sin embargo,
el éxito de las políticas contra esta lacra no se puede medir por el
número de víctimas, recuerda Susana Martínez, presidenta de la
Comisión de Investigación de Malos Tratos. Así, ella y otros expertos, como Ángela Cerrillos, presidenta de la
Asociación de Mujeres Juristas Themis, advierten de que en absoluto se puede bajar la guardia.
Por eso, les preocupa mucho el deterioro de los servicios. “Se está
empezando a ver, y corremos el riesgo de que esto suponga un retroceso
irrecuperable”, apunta Martínez. La poda se ha dejado sentir en casas de
acogida que tienen ahora menos fondos y personal, ha provocado la
desaparición de proyectos de prevención de la violencia —como los
cursos de reeducación de maltratadores—; y este año, además, ha adelgazado las campañas de sensibilización.
Tampoco los servicios de orientación jurídica a maltratadas se han
librado. A lo que se añade la escasez cada vez más aguda de abogados de
turno de oficio. Algo que confirma Isidro Moreno, de la
Asociación de Letrados por un Turno de Oficio Digno
(Altodo). Este año, dice, entre la escasez crónica y las huelgas por
los impagos de la administración ha habido días en los que no había
ningún letrado de guardia en Madrid. Y otros en los que solo un abogado
se ha ocupado de la defensa de todas las víctimas. “Lo que está
ocurriendo disminuye mucho la calidad del servicio que se presta”, dice.
Las cosas no van a mejorar en 2013. La partida destinada a Igualdad en los
Presupuestos Generales del Estado llegará con otro bocado: un 24% menos para políticas de igualdad y un 6,8% menos para la lucha contra la violencia machista.
Con menos prevención, asesoramiento y programas de asistencia a maltratadas, a estas les costará, critica la abogada de familia
Consuelo Abril, alejarse de la situación de violencia que sufren. Y a estas trabas, dice, se añadirá en las próximas semanas otra: con las
nuevas tasa judiciales,
un divorcio pasará a costar entre 300 y 800 euros, lo que dificultará a
las víctimas romper el último lazo con su agresor. “Nada de todo esto
contribuye a que las mujeres denuncien, al revés”, recalca Abril. Solo
siete de las 43 víctimas mortales de la violencia machista había
denunciado a su agresor, un 16,3%. Un porcentaje similar al del resto de
los años que no se logra mejorar.
A pesar de que se presentan más de 134.000 denuncias al año, todavía
hay una amplia bolsa de malos tratos oculta. Es preocupante que muchas
mujeres no denuncien. También que su entorno tampoco lo haga: apenas el
1,5% de las denuncias por malos tratos proceden de familiares o amigos. A
ellos precisamente se dirige la nueva campaña que la Policía Nacional
inicia hoy. “El entorno tiene que denunciar. Entre todos podemos cambiar
un poco esta realidad”, apunta Ana Bella Estévez, presidenta de la
fundación de ayuda víctimas de violencia de género que lleva su nombre.
Ella misma sufrió malos tratos por parte de su exmarido durante años.
Ahora se define como una superviviente. “La única forma de que se
proteja a la mujer es denunciando una injusticia. Y hay que ayudarla
para que lo haga, sea acompañándola, guiándola o directamente
denunciando una realidad de la que nadie puede ser cómplice”, pide.
Purificación Causapié, secretaria de Igualdad del PSOE, cree que la
reducción en los capítulos de políticas de Igualdad demuestra que para
el Gobierno la lucha contra la violencia machista no es una prioridad.
“No se puede recortar en programas de prevención de la violencia de
género ni en planes de protección. Todo esto incrementa el riesgo de las
mujeres que sufren malos tratos y de sus hijos”, incide. “El Gobierno
ha reducido gastos en campañas de sensibilización y ha eliminado
recursos para la atención y apoyo destinado a las comunidades. Y
comunidades como Castilla-La Mancha han recortado el presupuesto en más
de un 40%, lo que afecta a planes de sensibilización y a la atención de
mujeres o a las casas de acogida”, sigue. “Con este Gobierno las mujeres
tienen menos confianza para afrontar la decisión de salir de una vida
en violencia”, dice.
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género no lo cree en
absoluto. Afirma que la erradicación de esta lacra es una apuesta
fundamental del Gobierno. “Se está luchando mucho por aunar esfuerzos
con las comunidades y las organizaciones, para que todos trabajemos en
red. Es importante que se trabaje desde todos los ángulos, la
protección, la prevención y la detección. Y sobre todo hacerlo con una
idea: que las mujeres que están sufriendo la violencia estén en primer
plano”, dice.
Hernández cree que aún hay que poner el acento en la atención a
grupos especialmente vulnerables: mujeres que sufren alguna
discapacidad, mujeres del ámbito rural, mujeres mayores. También en los
menores que son, dice, muchas veces víctimas olvidadas; aunque muchas
veces además de ser testigos sufren la violencia de manera directa. El
Gobierno, explica, para tener una radiografía de la situación mucho más
afinada, contabilizará a partir de ahora no solo el número de mujeres
fallecidas. “También se recogerá información de las lesionadas y
hospitalizadas; eso nos hará tener una visión mejor de esta realidad tan
atroz”, dice.P no le importan las mujeres, no le importaa el Paais, le va a Importar que nos maten o nos peguen, recorta que algo queda.
Ha metido a unas cuantas mujeres en el Gobierno y punto.
Si les pegan, las violan, le bajan la autoestima, les hace perder la dignidad, y eso con toda la población femenina, incluso si van a tener niños con graves problemas y recortan la Dependencia, que les importa una mujer humillada?, una mujer que ya no sabe que hace en este mundo?, Pues que las maten, total ellos lo harán porque a saber que hicieron que esas mujeres no se merezcan ese castigo.
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