Cómo estará la cosa que hasta ha vuelto Aznar.
En carne y bigote mortal. Miré bien las fotos pero no se veía a Babieca. Sin embargo, El Cid
cabalga.
Y es que estamos al borde de la ruptura, de la disgregación,
del desmoronamiento, de la desintegración. Menos mal que desde las
alturas, siempre vigilante, nos llega don José María Aznar López –casi ná- para untar superglú en las heridas y volver a fijar mi querida España, esta España mía, esta España nuestra.
Y mientras, Rubalcaba sin dimitir.
Que es lo que debería hacer, tras fracasar los socialistas en el País Vasco, y como va a ocurrir en Cataluña,
en no lograr mantener la presencia en aquellas plazas de un partido
español fuerte, tan necesario para la cohesión nacional
. Lo que al
parecer no es exigible a Rajoy, ni al PP, que se ha quedado al borde de la desaparición en el País Vasco y puede estarlo en Cataluña
. Si cargamos a Rubalcaba y al PSOE con ese fracaso, ¿qué hacemos con la derrota por no comparecencia de Rajoy y el PP, máxime cuando tienen todo el poder político en el Gobierno central?
Mas, naturalmente, dice que Rajoy miente sobre el chantaje como un vidente de las madrugadas de las tedetés. O como Montoro con los Presupuestos.
Abc dedica el primer editorial a Rubalcaba.
A favor, ya se imaginan.
“A un mes de las elecciones autonómicas de Cataluña, Alfredo Pérez Rubalcaba no iba a provocar una crisis de liderazgo en el PSOE presentando su renuncia como secretario general”. Curiosa afirmación en el primer párrafo, porque ellos han sido quienes han pedido que se vaya. Y sigue: “Las palabras de afianzamiento de Pérez Rubalcaba suenan a un ejercicio forzado de aplazamiento del problema, que se puede agravar con los resultados de las elecciones catalanas.
Cuando estas se celebren, el PSOE habrá gastado el último cartucho de la temporada para mejorar su presencia institucional, recuperar confianza en sí mismo y dar señales de vida a su electorado más desencantado.
Sin apenas poder autonómico y municipal, con el nacionalismo de izquierdas socavando su electorado más radical e inmerso en contradicciones absolutas sobre los aspectos esenciales del debate político, a Pérez Rubalcaba no le bastará con recordar que ganó el congreso de febrero. Tendrá que volver a ganarse la confianza para el futuro, y esto, futuro, es lo que los electores socialistas no ven con el actual equipo dirigente”.
Pura retórica, porque los datos de Cataluña ya se sabe que serán malos. ¿Será entonces, de nuevo, cuando vuelvan a pedir a Rubalcaba que se vaya?
El segundo editorial es para babosear un poquito con el Rey.
Es lo suyo. Y hasta hay un recuadrito bajo una foto de Cristóbal Montoro que reza así: “Buena defensa de los Presupuestos ante una oposición sin argumentos. Centrarse en el contexto económico, y no en enrevesadas cifras, ayudó a que su mensaje fuese comprensible para los ciudadanos”.
Que ya hay que tener papo para escribir tal cosa sin ruborizarse.
A Martín Ferrand, al menos, sí le da un poco de vergüenza: “Cristóbal Montoro, en actitud más propia de un chuleta chamberilero que de un prócer jienense, acaba de defender en el Congreso -¡ mientras Mariano Rajoy, presidente de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, estaba en el Senado!- la Ley de Presupuestos que, dice, hará del 2013 un punto final a la recesión en España.
Sabe el ministro, conoce la oposición y está en la conciencia de todos los ciudadanos atentos a lo que nos pasa que esos Presupuestos son tan irreales como voluntaristas.
Desde el Banco de España a los analistas al uso coinciden en pronosticar un déficit del Estado tres veces mayor que el previsto por Hacienda”. Pues eso.
Isabel San Sebastián habla del etarra Bolinaga.
Solo el título –“La abyección se llama Bolinaga”- y dos parrafillos, para que vean el magnífico estado de forma en el que se halla la articulista: “Jesús María Uribetxeberria Bolinaga no es un terrorista cualquiera. Ni siquiera es un asesino cualquiera. Está hecho de la peor materia susceptible de moldear a un ser de apariencia humana: odio, fanatismo, ignorancia, vileza, cobardía, crueldad… ensamblada con la argamasa del nazionalismo (con zeta) y encuadrada en una banda criminal que ha utilizado todos los medios a su alcance, incluidos el tiro en la nuca, la matanza de niños y la negociación política, con tal de romper España”.
Y otro: “Bolinaga sometió al Estado a un chantaje en toda regla al protagonizar este verano una huelga de hambre, acompañada de la correspondiente fanfarria mediática, que se saldó con la claudicación de Instituciones Penitenciarias al concederle el tercer grado y de ese modo hacer posible su excarcelación. ¿Por qué cedió Interior ante esta extorsión, como si no fuese ya suficientemente humillante la presencia en las instituciones de EH-Bildu, criatura concebida y apadrinada por gentuza como los etarras Rufino Etxeberría y Arnaldo Otegi?”.
Alguien habrá que piense que a este catavenenos le parece un señor adorable este Bolinaga. Allá. Pero la prosopopeya y la sobreactuación, tanto en el halago como en el insulto es, sin más, ridícula y grotesca.
También anda La Razón con un editorialillo sobre Rubalcaba, que al tiro al patito –es gratis y no te puedes lesionar- se apuntan todos
. No solo le dice lo que tiene qué hacer, sino hasta cuándo debe hacerlo:
“Ayer, Rubalcaba negó cualquier intención de dimisión, pero debería ser consciente de que sólo un profundo cambio puede evitar el desvanecimiento de un partido centenario. Convocar primarias para antes de las elecciones europeas se vuelve imprescindible en la tarea rectificadora”.
Que viniendo de La Razón seguro que le quita el sueño al secretario general del PSOE. ¡Qué preocupación, qué dolor de cabeza!, dirá.
Y ya puestos a tener todas las recetas posibles, aquí les ofrezco las del multidoctorado César Vidal, producto de su mil veces celebrada capacidad analítica: “Una lectura realista de los resultados impone -por pura supervivencia- un cambio de estrategia y un gran pacto de Estado entre el PP y el PSOE en virtud del cual ambos partidos no contraigan alianzas con los nacionalistas sino que intenten solventar entre ellos las diferencias políticas en pro del bien de la nación. Si ahora siembran esa semilla, cosecharemos una sociedad de ciudadanos libres e iguales. Pero si ambos siguen sembrando lo mismo que en la última década, sólo cosecharemos nuevos desastres en Vascongadas -y en Cataluña- y entonces podemos prepararnos para lo peor porque, guste o no, existen leyes inexorables”. Qué va a decir Vidal, si hasta cree en el cielo y el infierno.
El Mundo continúa hoy con esa nonada de la carta que cuatro eurodiputados, tres de formaciones catalanas y uno del BNG han hecho llegar a la UE ante una amenazante intervención militar.
Si me permiten, nada hay más tonto –o más más malvado- que responder a una tontería con otra y dar carácter de terremoto al aleteo de un abejorro.
Que si la carta era de risa, darle las cinco columnas de un periódico nacional a tal estupidez solo se puede deber a un afán escandaloso de prensa amarilla. El editorial se titula “El debate político en Cataluña se convierte en un circo de varias pistas”.
Pues le voy a dar la razón a Pedro José: algunas cosas tienden a la función de circo, pero El Mundo le pone los focos, la fanfarria y los espectadores.
Pasen y vean, la mujer barbuda, el hombre tragasables y el nacionalista feroz. Y no se pierdan el título del segundo: “Aznar reformaría la Constitución pero deja a Rajoy la iniciativa”.
Uno: ¿él no quiso reformarla durante los ocho años de aznarato? Y dos: ¿qué puede hacer el presidente de FAES si no es dejar actuar a Rajoy? ¿O pretende sustituir a quien designó con el dedazo hace ya nueve años? Sostres, en la página 22. Para que lleguen prevenidos.
A favor, ya se imaginan.
“A un mes de las elecciones autonómicas de Cataluña, Alfredo Pérez Rubalcaba no iba a provocar una crisis de liderazgo en el PSOE presentando su renuncia como secretario general”. Curiosa afirmación en el primer párrafo, porque ellos han sido quienes han pedido que se vaya. Y sigue: “Las palabras de afianzamiento de Pérez Rubalcaba suenan a un ejercicio forzado de aplazamiento del problema, que se puede agravar con los resultados de las elecciones catalanas.
Cuando estas se celebren, el PSOE habrá gastado el último cartucho de la temporada para mejorar su presencia institucional, recuperar confianza en sí mismo y dar señales de vida a su electorado más desencantado.
Sin apenas poder autonómico y municipal, con el nacionalismo de izquierdas socavando su electorado más radical e inmerso en contradicciones absolutas sobre los aspectos esenciales del debate político, a Pérez Rubalcaba no le bastará con recordar que ganó el congreso de febrero. Tendrá que volver a ganarse la confianza para el futuro, y esto, futuro, es lo que los electores socialistas no ven con el actual equipo dirigente”.
Pura retórica, porque los datos de Cataluña ya se sabe que serán malos. ¿Será entonces, de nuevo, cuando vuelvan a pedir a Rubalcaba que se vaya?
El segundo editorial es para babosear un poquito con el Rey.
Es lo suyo. Y hasta hay un recuadrito bajo una foto de Cristóbal Montoro que reza así: “Buena defensa de los Presupuestos ante una oposición sin argumentos. Centrarse en el contexto económico, y no en enrevesadas cifras, ayudó a que su mensaje fuese comprensible para los ciudadanos”.
Que ya hay que tener papo para escribir tal cosa sin ruborizarse.
A Martín Ferrand, al menos, sí le da un poco de vergüenza: “Cristóbal Montoro, en actitud más propia de un chuleta chamberilero que de un prócer jienense, acaba de defender en el Congreso -¡ mientras Mariano Rajoy, presidente de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, estaba en el Senado!- la Ley de Presupuestos que, dice, hará del 2013 un punto final a la recesión en España.
Sabe el ministro, conoce la oposición y está en la conciencia de todos los ciudadanos atentos a lo que nos pasa que esos Presupuestos son tan irreales como voluntaristas.
Desde el Banco de España a los analistas al uso coinciden en pronosticar un déficit del Estado tres veces mayor que el previsto por Hacienda”. Pues eso.
Isabel San Sebastián habla del etarra Bolinaga.
Solo el título –“La abyección se llama Bolinaga”- y dos parrafillos, para que vean el magnífico estado de forma en el que se halla la articulista: “Jesús María Uribetxeberria Bolinaga no es un terrorista cualquiera. Ni siquiera es un asesino cualquiera. Está hecho de la peor materia susceptible de moldear a un ser de apariencia humana: odio, fanatismo, ignorancia, vileza, cobardía, crueldad… ensamblada con la argamasa del nazionalismo (con zeta) y encuadrada en una banda criminal que ha utilizado todos los medios a su alcance, incluidos el tiro en la nuca, la matanza de niños y la negociación política, con tal de romper España”.
Y otro: “Bolinaga sometió al Estado a un chantaje en toda regla al protagonizar este verano una huelga de hambre, acompañada de la correspondiente fanfarria mediática, que se saldó con la claudicación de Instituciones Penitenciarias al concederle el tercer grado y de ese modo hacer posible su excarcelación. ¿Por qué cedió Interior ante esta extorsión, como si no fuese ya suficientemente humillante la presencia en las instituciones de EH-Bildu, criatura concebida y apadrinada por gentuza como los etarras Rufino Etxeberría y Arnaldo Otegi?”.
Alguien habrá que piense que a este catavenenos le parece un señor adorable este Bolinaga. Allá. Pero la prosopopeya y la sobreactuación, tanto en el halago como en el insulto es, sin más, ridícula y grotesca.
También anda La Razón con un editorialillo sobre Rubalcaba, que al tiro al patito –es gratis y no te puedes lesionar- se apuntan todos
. No solo le dice lo que tiene qué hacer, sino hasta cuándo debe hacerlo:
“Ayer, Rubalcaba negó cualquier intención de dimisión, pero debería ser consciente de que sólo un profundo cambio puede evitar el desvanecimiento de un partido centenario. Convocar primarias para antes de las elecciones europeas se vuelve imprescindible en la tarea rectificadora”.
Que viniendo de La Razón seguro que le quita el sueño al secretario general del PSOE. ¡Qué preocupación, qué dolor de cabeza!, dirá.
Y ya puestos a tener todas las recetas posibles, aquí les ofrezco las del multidoctorado César Vidal, producto de su mil veces celebrada capacidad analítica: “Una lectura realista de los resultados impone -por pura supervivencia- un cambio de estrategia y un gran pacto de Estado entre el PP y el PSOE en virtud del cual ambos partidos no contraigan alianzas con los nacionalistas sino que intenten solventar entre ellos las diferencias políticas en pro del bien de la nación. Si ahora siembran esa semilla, cosecharemos una sociedad de ciudadanos libres e iguales. Pero si ambos siguen sembrando lo mismo que en la última década, sólo cosecharemos nuevos desastres en Vascongadas -y en Cataluña- y entonces podemos prepararnos para lo peor porque, guste o no, existen leyes inexorables”. Qué va a decir Vidal, si hasta cree en el cielo y el infierno.
El Mundo continúa hoy con esa nonada de la carta que cuatro eurodiputados, tres de formaciones catalanas y uno del BNG han hecho llegar a la UE ante una amenazante intervención militar.
Si me permiten, nada hay más tonto –o más más malvado- que responder a una tontería con otra y dar carácter de terremoto al aleteo de un abejorro.
Que si la carta era de risa, darle las cinco columnas de un periódico nacional a tal estupidez solo se puede deber a un afán escandaloso de prensa amarilla. El editorial se titula “El debate político en Cataluña se convierte en un circo de varias pistas”.
Pues le voy a dar la razón a Pedro José: algunas cosas tienden a la función de circo, pero El Mundo le pone los focos, la fanfarria y los espectadores.
Pasen y vean, la mujer barbuda, el hombre tragasables y el nacionalista feroz. Y no se pierdan el título del segundo: “Aznar reformaría la Constitución pero deja a Rajoy la iniciativa”.
Uno: ¿él no quiso reformarla durante los ocho años de aznarato? Y dos: ¿qué puede hacer el presidente de FAES si no es dejar actuar a Rajoy? ¿O pretende sustituir a quien designó con el dedazo hace ya nueve años? Sostres, en la página 22. Para que lleguen prevenidos.
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