En El País de TCM recordamos hoy al mejor director de
actrices. Se especializó fundamentalmente en comedias románticas llenas
de ironía y mordacidad pero que siempre guardaban un punto de crítica
social a las costumbres de la época. Así, por ejemplo, Historias de Filadelfia refleja la frivolidad y el comportamiento caprichoso de las clases más acomodadas y La costilla de Adán,
la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Su actriz favorita,
la gran Katharine Hepburn, con la que Cukor trabajó en ocho ocasiones,
escribió de él en sus memorias: "Su carrera fue extraordinaria pero rara
vez se le sitúa junto a los que llaman 'grandes directores'.
Creo que
sé por qué. Era fundamentalmente un director de actores. Básicamente le
interesaba que el actor brillara. Veía la historia a través de los
personajes principales".
A partir de mañana, y a lo largo de todos los sábados
del mes de octubre, TCM dedica un ciclo a este realizador que supo,
mejor que ningún otro, trasladar a pantalla los sentimientos femeninos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario