Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

12 sept 2012

El PADRINO PASA A LA FINAL

EL PADRINO
por Jesús Ruiz Mantilla
¿Es El Padrino una película sobre la mafia?
Sí, obvio, tanto como un tratado de gastronomía, en el que se mezclan planes criminales con recetas de tomate y gnochis
. ¿Puede verse El padrino como un compendio sobre el crimen? Por supuesto, pero tanto como sobre la historia de Estados Unidos, sobre el éxodo, el desarraigo, lo tribal, las profundas causas de la emigración y la construcción y destrucción de una sociedad anclada en un pacto paralelo y correlativo entre la violencia y la decencia.
Pero El padrino nos aporta mucho más que todo eso.
 ¿Y si la definimos como un gran fresco sobre la familia? Desde luego, lo es, profundamente, sobre ese núcleo absorbente, carcelario, seguro e inseguro donde todo se resuelve puertas adentro, del que huimos y al que regresamos a refugiarnos. Pero también refleja el amor, la traición, el respeto, la mentira, el cobijo, el rechazo...
¿Cómo catalogar a El padrino? ¿Cómo una película o como un experimento transversal de creación que la convierte también al tiempo en algo parecido a una ópera? Ambas cosas.
Y por tanto un espectáculo total, donde junto a los bailes, las bodas, los bautizos y las comuniones se inmiscuyen la sed de venganza, el resentimiento, la incapacidad para el perdón y el remordimiento…
Pero ante todo, lo que uno puede apreciar obsesivamente, visión tras visión, en El padrino es un fresco inmisericorde sobre el destino y eso viene a ser parir un Shakespeare moderno alrededor del cual gira el alma colectiva de un país situado en unas coordenadas precisas de la tierra pero poblado por ingentes avalanchas de almas llegadas de todo el mundo en el que podemos encontrar, como le ocurre al joven Vito Andolini a su llegada a la isla de Ellis, el misterio de la vida con todas sus consecuencias.
No logro hallar una obra colectiva entre el arte contemporáneo estadounidense que refleje mejor un alma transferible a lo universal que la obra maestra convertida en trilogía de Coppola.
 Él, con sus tiranteces constantes entre los estudios y los productores, con la lucha del artista frente a la maquinaria del negocio, creó, sin saberlo, El quijote americano.
 Un caballero de la triste y altiva figura donde todo el mundo, cuatro décadas después, sigue mirándose
. Es, ni más ni menos, que su gran clásico.

No hay comentarios: