Dirección: Jean-Marc Vallée
Intérpretes: Vanessa Paradis, Kevin Parent, Hélène Florent
Producción: Canadá-Francia, 2011. 121 minutos. Drama.
Película muy interesante, hecha con inteligencia pero....ese pero es que no se consigue enlazar lo que parece facil a simple vista.
Es la Historia de dos historias, y al mezclarla se pierde, se pierde una muy buena historia cuando la vida no te da lo que quieres o te quita precisamente eso que deseas y no sabes como actuar cuando ves que no es lo que tu quieres. Una historia fieramente humana, se va hacía a las nubes porque no hay un Dios que se ofrezca a ayudarte.
En tu desesperación no sabes como actuar y si tu vida está en armonia no perdonas a quién llega a desordenarla, porque se le echa la culpa a la persona que tu crees rompe la armonía, y esa armonía está solo en tu deseo.
Una historia en el París de 1969 (las relaciones de una madre con su hijo con síndrome de Down) y otra en el Montreal de hoy (un dj casado y con dos hijas abandona a su mujer, enamorado de otra) se alternan en esta película sugestiva, intensa, que fracasa sin embargo cuando Vallée pretende enlazar las dos tramas en clave mística, apelando al karma, la reencarnación, la música como influjo vital y otras disquisiciones muy new age.
No hay comentarios:
Publicar un comentario