Elton John cuenta sus secretos de 50 años de vida entre drogas, alcohol y sida.
Durante el más de medio siglo que sir Elton John lleva sentado frente al piano, el cantante, además de éxitos musicales, ha ido acumulando otras muchas experiencias vitales que ha recopilado en su primer libro de memorias El amor es la cura [Love is the Cure].Estos días ha estado promocionando su biografía en Estados Unidos y no hay entrevista en la que no aborde su adicción a las drogas, el sida o su relación con su hijo —que nació en diciembre de 2010 fruto de un vientre de alquiler—, asuntos que nunca ha rehuido comentar pero que ahora trata desde otra perspectiva.
"Soy muy afortunado por no tener sida”, contó John en programa de televisión Today de la cadena NBC, tras reconocer que en los primeros años de conocerse la enfermedad, cuando la pandemia se cebaba con la comunidad gay, no tomó precauciones a la hora de mantener relaciones sexuales. “Cuando mezclas el alcohol y las drogas te sientes invencible”, explicó la estrella británica.
Los problemas con las drogas del cantante son un asunto recurrente del que él no solo no se escabulle sino que recuerda casi constantemente.
“Todavía sueño un par de veces a la semana que estoy esnifando cocaína”, reconoció a la cadena de radio NPR. Lo que más parece lamentar John de su adicción es que le mantuviera insensible a la muerte de sus amigos, víctimas del sida.
“Desperdicié una gran parte de mi vida. Era un drogadicto y solo pensaba en consumir.
La gente, mis amigos, no paraban de morirse a mi alrededor y, sin embargo, yo no hice nada por parar y cambiar mi vida”, desveló en su entrevista a Today.
El punto de inflexión que le determinó a desintoxicarse fue la muerte de Ryan White, un adolescente seropositivo al que conoció en Indiana.
De acuerdo con sus memorias, la muerte del joven le llevó a reflexionar sobre el hecho de que mientras él estaba pendiente de conseguir cocaína, no había hecho nada para ayudar a otras personas portadoras del VIH. Algo que ha compensado con creces a través de su fundación para la lucha contra el sida con la que ha recaudado más de 224 millones.
El cantante también recuerda el momento en el que declaró su homosexualidad desde la portada de la revista Rolling Stone en 1976.
“Honestamente, tuve un poco de miedo de las consecuencias para mi carrera porque en EE UU empezaron a quemar varios de mis discos y las radios me vetaron.
Sin embargo la repercusión fue bastante menor que la que lograron las Dixie Chiks, cuando se manifestaron en contra de la guerra de Irak”, reconoció.
Desde diciembre de 2010, su marido, David Furnish y él, son padres de Zachary, fruto de un vientre de alquiler, y la experiencia es tan gratificante que John comentó en el programa de televisión que esperaba tener más hijos en el futuro.
“No he visto un niño más feliz, ni unos padres tan orgullosos como nosotros”.
Eso sí, el cantante reconoció que teme el día en que su hijo le pregunte por qué no tiene una mamá.
Seguro que, como el resto de los acontecimientos que han marcado su vida, él mismo relatará a la prensa cuál fue su reacción, si es que no la traduce en música primero o la escribe en su segundo volumen de memorias.
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