POETAS CANARIOS
RAFAEL AROZARENA 1923-2009
CARAVANE
Avariciosas ruedas
pasaron las nubes hacia el sapo reventón panza de banco.
Ya no queda con brillo ni el cristal de una copa
y el menos tonto descolgó su sombrero del cielo.
Entró un aire y salió como lo vi
mecha de azufre
mientras llamaban de la colina
-ella gritaba en la colina
la novia más inútil eterna y llamando-
Miren yo
arranco las azaleas muertas en el camino
y conservo mi adicción al ópalo que es nada.
Aquí la puerta de mí, vacía
como una choza vacía señores mis amigos vean
pantalón de río, alguna piedra de ópalo,
oyéndola
eterna y llamando.
Quedaré toda la noche
si, mis padres metálicos.
Esta noche el buey de las estrellas permitirá su doma
Seguid vosotros el camino.
Ella tiene los cabellos alzados hasta el oro
las uñas hincadas en el cielo de metal
grita sin perdón mi nombre desahuciado.
Entre las naranjas de California marcharon mis hábiles maestros
dulces lunas en caravana hacia el sol de los hombres.
Todas las aves abanican hacia el Norte
y yo estaré en mi galera
con una piedra de ópalo en el bolsillo
esperando que se acabe el queroseno
Amigo
esta noche no me importa
que la fiesta se celebre en otra parte.
RAFAEL AROZARENA 1923-2009
CARAVANE
Avariciosas ruedas
pasaron las nubes hacia el sapo reventón panza de banco.
Ya no queda con brillo ni el cristal de una copa
y el menos tonto descolgó su sombrero del cielo.
Entró un aire y salió como lo vi
mecha de azufre
mientras llamaban de la colina
-ella gritaba en la colina
la novia más inútil eterna y llamando-
Miren yo
arranco las azaleas muertas en el camino
y conservo mi adicción al ópalo que es nada.
Aquí la puerta de mí, vacía
como una choza vacía señores mis amigos vean
pantalón de río, alguna piedra de ópalo,
oyéndola
eterna y llamando.
Quedaré toda la noche
si, mis padres metálicos.
Esta noche el buey de las estrellas permitirá su doma
Seguid vosotros el camino.
Ella tiene los cabellos alzados hasta el oro
las uñas hincadas en el cielo de metal
grita sin perdón mi nombre desahuciado.
Entre las naranjas de California marcharon mis hábiles maestros
dulces lunas en caravana hacia el sol de los hombres.
Todas las aves abanican hacia el Norte
y yo estaré en mi galera
con una piedra de ópalo en el bolsillo
esperando que se acabe el queroseno
Amigo
esta noche no me importa
que la fiesta se celebre en otra parte.
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