A Christian Louboutin las suelas rojas le siguen dando dolores de cabeza.
Desde que hace 20 años se le ocurrió caracterizar sus creaciones con esta llamativa particularidad, sus competidores no han dejado de aguarle la fiesta y siempre hay alguno que le quita la exclusividad.
La última batalla legal que ha perdido el zapatero francés es nada menos que la querella que interpuso en 2008 a las tiendas de la firma española Zara en Francia, por poner a la venta unos zapatos que, por 49 euros, imitaban uno de sus modelos más normalitos: los YoYo, cuya versión original cuesta unas 10 veces más.
Hace cuatro años, Louboutin demandó a la firma de Amancio Ortega por los delitos de imitación y competencia desleal y el juez le dio la razón.
Sin embargo, la marca española apeló y, en junio del año pasado, el caso dio una vuelta de tuerca.
A pesar de que el juez reconocía que existe el registro como marca registrada del color de las suelas por parte de Loboutin, “sus términos son demasiado vagos y no incluye, por ejemplo, una referencia del tono exacto de las suelas rojas”.
Y, aunque el diseñador volvió a apelar, la semana pasada el tribunal francés a cargo de la causa volvió a fallar a favor de Zara, argumentando que “no hay pruebas que demuestren el riesgo de confusión entre los zapatos Louboutin y los de Zara”.
Pero por mucho que se le tuerzan las cosas, la firma francesa está empeñada en conseguir la exclusividad con respecto a las cotizadas suelas color escarlata.
“Hemos vuelto a registrar exitosamente el rojo de nuestras suelas y seguiremos reforzando nuestra marca ante cualquier infractor”, ha declarado Alexis Mourot, gerente general de la firma de zapatos francesa.
. Entre los más destacados se encuentra la firma Yves Saint Laurent, que el año pasado ganó una demanda de más de 700.000 euros que le había interpuesto el zapatero en Nueva York por colorear sus suelas.
Christian Louboutin es uno de los zapateros preferidos por cantantes, actrices, princesas y todo tipo de famosas que pasean sus diseños por las alfombras rojas de medio mundo desde hace casi 20 años.
En esa época, el modisto decidió decorar las suelas de sus zapatos de rojo tras ver a su secretaria pintándose las uñas con una laca de Chanel.
El tono escarlata se convirtió en su firma de identidad.
Ni sus acusaciones de competencia desleal y violación de marca comercial ni sus millonarias demandas le han dado resultado hasta hoy.
El zapatero sigue buscando la exclusividad.
Desde que hace 20 años se le ocurrió caracterizar sus creaciones con esta llamativa particularidad, sus competidores no han dejado de aguarle la fiesta y siempre hay alguno que le quita la exclusividad.
La última batalla legal que ha perdido el zapatero francés es nada menos que la querella que interpuso en 2008 a las tiendas de la firma española Zara en Francia, por poner a la venta unos zapatos que, por 49 euros, imitaban uno de sus modelos más normalitos: los YoYo, cuya versión original cuesta unas 10 veces más.
Hace cuatro años, Louboutin demandó a la firma de Amancio Ortega por los delitos de imitación y competencia desleal y el juez le dio la razón.
Sin embargo, la marca española apeló y, en junio del año pasado, el caso dio una vuelta de tuerca.
A pesar de que el juez reconocía que existe el registro como marca registrada del color de las suelas por parte de Loboutin, “sus términos son demasiado vagos y no incluye, por ejemplo, una referencia del tono exacto de las suelas rojas”.
Y, aunque el diseñador volvió a apelar, la semana pasada el tribunal francés a cargo de la causa volvió a fallar a favor de Zara, argumentando que “no hay pruebas que demuestren el riesgo de confusión entre los zapatos Louboutin y los de Zara”.
Pero por mucho que se le tuerzan las cosas, la firma francesa está empeñada en conseguir la exclusividad con respecto a las cotizadas suelas color escarlata.
“Hemos vuelto a registrar exitosamente el rojo de nuestras suelas y seguiremos reforzando nuestra marca ante cualquier infractor”, ha declarado Alexis Mourot, gerente general de la firma de zapatos francesa.
Última batalla de una larga guerra
La lucha que desde 1992 mantiene Louboutin contra cualquier otra marca que confeccione zapatos con suelas rojas cuenta ya con una larga lista de contrincantes. Entre los más destacados se encuentra la firma Yves Saint Laurent, que el año pasado ganó una demanda de más de 700.000 euros que le había interpuesto el zapatero en Nueva York por colorear sus suelas.
Christian Louboutin es uno de los zapateros preferidos por cantantes, actrices, princesas y todo tipo de famosas que pasean sus diseños por las alfombras rojas de medio mundo desde hace casi 20 años.
En esa época, el modisto decidió decorar las suelas de sus zapatos de rojo tras ver a su secretaria pintándose las uñas con una laca de Chanel.
El tono escarlata se convirtió en su firma de identidad.
Ni sus acusaciones de competencia desleal y violación de marca comercial ni sus millonarias demandas le han dado resultado hasta hoy.
El zapatero sigue buscando la exclusividad.
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