Parafraseando la canción de Rocío Jurado, quiero reflexionar acerca de cómo en los últimos años hemos venido asistiendo a una auténtica aceleración
de la sociedad en cuanto a la tecnología se refiere, tanto en su
desarrollo como en la aparición de nuevas formas. Un importante cambio
en el que hay que destacar Internet y que ha repercutido en diferentes
ámbitos de nuestra vida cotidiana, sobre todo lo referente a las
relaciones sociales.
El uso constante e ininterrumpido de tecnologías como el teléfono móvil, el ipod o el ordenador con sus correspondiente conexiones a Internet… ha dado lugar a que cada vez seamos más independentistas en nuestras relaciones. Nos aislamos y nos encerramos en una “burbuja” llena de instrumentos con los que sí que nos relacionamos, dejando a un lado la parte humana de las relaciones. Es así, como podemos ver a numerosas personas pegadas a sus teléfonos móviles (no hace falta mencionar que todos ellos con wifi o conexión directa a Internet) comunicándose con amigos, conocidos, familiares…, a las cuales paradójicamente, ven personalmente y no son capaces de entablar una relación de más de dos palabras. Todo ello fomentado por la aparición reciente de las conocidísimas y cuestionadas redes sociales, en las que la vida privada deja de serlo. También, y en cuanto a internet se refiere, hoy día tenemos formas diferentes de escuchar la radio, sustituyendo ésta por cualquier aparato con internet y que nos permita no solo oír la música que la radio nos proporciona sino también realizar multitud de funciones que antes eran impensables desde la radio.
Internet no solo a repercutido en las relaciones sociales, sino que lo ha hecho en todos los ámbitos de nuestra vida, haciendo impensable la separación de nosotros de este gran invento.
Lo malo es que, a los niños del futuro, con tanto ordenador, los termino viendo así:
El uso constante e ininterrumpido de tecnologías como el teléfono móvil, el ipod o el ordenador con sus correspondiente conexiones a Internet… ha dado lugar a que cada vez seamos más independentistas en nuestras relaciones. Nos aislamos y nos encerramos en una “burbuja” llena de instrumentos con los que sí que nos relacionamos, dejando a un lado la parte humana de las relaciones. Es así, como podemos ver a numerosas personas pegadas a sus teléfonos móviles (no hace falta mencionar que todos ellos con wifi o conexión directa a Internet) comunicándose con amigos, conocidos, familiares…, a las cuales paradójicamente, ven personalmente y no son capaces de entablar una relación de más de dos palabras. Todo ello fomentado por la aparición reciente de las conocidísimas y cuestionadas redes sociales, en las que la vida privada deja de serlo. También, y en cuanto a internet se refiere, hoy día tenemos formas diferentes de escuchar la radio, sustituyendo ésta por cualquier aparato con internet y que nos permita no solo oír la música que la radio nos proporciona sino también realizar multitud de funciones que antes eran impensables desde la radio.
Internet no solo a repercutido en las relaciones sociales, sino que lo ha hecho en todos los ámbitos de nuestra vida, haciendo impensable la separación de nosotros de este gran invento.
Lo malo es que, a los niños del futuro, con tanto ordenador, los termino viendo así:
1 comentario:
Muy bueno tu comentario Jose. Besos
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